Existen alimentos y plantas con propiedades antibióticas suaves que no perjudican el sistema inmunitario, sino que lo ayudan.
Estos
productos naturales favorecen el control de los microorganismos
patógenos (bacterias, virus y hongos) sin perjudicar a las bacterias
beneficiosas.
Los antibióticos farmacéuticos están diseñados para matar diferentes
familias de bacterias, pero a menudo no distinguen entre las
perjudiciales y las beneficiosas. Pueden curar pero también dañan la
flora que apoya la función inmunitaria. Como consecuencia, el consumo de
antibióticos puede estar detrás de las infecciones de repetición y
también de la aparición de bacterias resistentes que no responden a
ningún medicamento. Lo adecuado es utilizar los antibióticos únicamente
cuando resultan imprescindibles.
Existen alimentos y plantas con
propiedades antibióticas suaves que no perjudican el sistema
inmunitario, sino que lo ayudan. Estos productos naturales favorecen el
control de los microorganismos patógenos (bacterias, virus y hongos) sin
perjudicar a las bacterias beneficiosas. Son recomendables en caso de
enfermedad y sobre todo como estrategia preventiva. Quizá no eviten
todos los resfriados e infecciones, pero reducen el riesgo de
complicaciones, acortan la duración del trastorno y alivian la
sintomatología.
1 Frutas cítricas
Cada
día es necesario ingerir diariamente un mínimo de 60 mg de vitamina C,
dosis que se obtiene, por ejemplo, de una naranja, un kiwi, un mango, un
pimiento rojo crudo, tres mandarinas o media guayaba.
2 Nuez de Brasil
El
selenio es capaz de aumentar la producción de glóbulos blancos, que
participan en la defensa contra los virus. El alimento más rico en
selenio es la nuez de Brasil, pero los 70 mcg diarios necesarios se
pueden obtener con una ración de pescado o incluyendo en la dieta
huevos, cereales integrales, carnes y productos lácteos.
3 Semillas de calabaza
Son
muy intersantes porque aportan zinc, que posee una actividad antivírica
directa. Para garantizarse los 15 mg necesarios es una buena idea comer
diariamente un puñado de semillas de calabaza, un trocito de queso
curado y pan integral. Además se encuentra en frutos secos, mariscos,
legumbres, arroces integrales, carnes, pescados, huevos y productos
lácteos.
4 Cebollas y ajos
Los
compuestos azufrados presentes en cebollas y ajos son los elementos
clave para su uso como antibióticos, con propiedades demostradas en
laboratorio. Ambos se han utilizado tradicionalmente para combatir los
efectos de los resfriados y la gripe. El ajo está indicado en la
prevención y tratamiento de las infecciones por hongos y virus (contra
los que los antibióticos farmacéuticos no pueden hacer nada, por
cierto).
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5 Miel
La
miel se usa como un tratamiento antibacteriano mucho antes de que se
desarrollaron los antibióticos sintéticos. Las culturas de todo el mundo
recogen la utilidad de la miel en el tratamiento de las heridas.
Después de décadas de olvido, en los últimos años se han publicado
estudios sobre la miel como mejor opción en el cuidado de las heridas.
Por otra parte, en la medicina china se emplea en el tratamiento de
afecciones digestivas como úlceras estomacales y de duodeno.
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6 Col
El
jugo de la col es un remedio tradicional en centroeuropa contra las
úlceras estomacales. Antes de someterse a un tratamiento antibiótico se
puede probar un tratamiento natural: consiste en beber medio vaso de
jugo de col fresca, 2 o 3 veces al día , entre las comidas, durante dos
semanas. Además se recomienda acompañar cada jugo con media cucharadita
de miel ecológica, dejando que se deshaga en la boca antes de tragarla.
Por otra parte, por vía externa, se pueden aplicar las hojas de col
sobre los senos apra aliviar la inflamación de las mastitis.
7 Alimentos fermentados
Actualmente
incluso los médicos que recetan un antibiótico suelen recomendan que se
consuma un alimento probiótico para favorecer la regeneración de la
flora beneficiosa. Por ejemplo, yogur, kéfir y hortalizas fermentadas
(como la chucrut o sauerkraut). Uno o dos yogures diarios son
suficientes para incrementar la eficacia de las defensas.
8 a 30 Plantas aromáticas y especias
No
sólo aportan aromas incomparables, sino que la mayoría poseen
propiedades antibióticas y antioxidantes. Cada día se debieran consumir
al menos un par de las siguientes hierbas y semillas:
Pimienta de Jamaica
Tomillo
Menta
Albahaca
Salvia
Romero
Melisa
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Comino
Estragón
Clavo
Laurel
Mejorana
Cilantro
Eneldo
Nuez moscada
Cardamomo
Pimienta
Jengibre
Anís
Hinojo
Mostaza
Perejil
El Correo del Sol