El
sistema gastrointestinal es muy sensible ante el estrés y los problemas
psíquicos. Si a ello se suma una dieta desequilibrada, con exceso de
azúcar, alimentos procesados, carnes, grasas o productos irritantes como
el café, lo más probable es que aparezca un proceso inflamatorio de la
mucosa digestiva que acabe desembocando en una gastritis crónica.
Comer
con tranquilidad, masticar correctamente y seguir una dieta rica en
productos naturales es fundamental para la salud del estómago. Pero, si
aparecen los primeros síntomas de disfunción gástrica, puede ser de gran
ayuda esta infusión: por cada taza se mezcla una cucharada de hojas de menta, otra de hojas de melisa, otra de semillas de hinojo y una de cálamo aromático. Se deja reposar 10 minutos y se toma caliente dos o tres veces al día a pequeños sorbos.