Castro “El Otero de Sariegos” 2ª PARTE

Estrabón:

“Los montañeses en dos estaciones del año se alimentaban con bellota de encina; la molían después de seca, y con la harina amasaban panes; por eso a su tiempo hacían el repuesto necesario”.

“También gastan cerveza, usan poco vino, y cuando hay, se consume pronto en convites con los parientes”.

“La manteca de leche, que llaman butiro, suplía las veces del aceite”.

“Tienen sal purpúrea, pero se vuelve blanca al machacarla”.

“Cenan sentados, y tienen a este fin asientos construidos junto a la pared. Los primeros lugares se ceden a los mayores de edad y gobierno. La cena se lleva alrededor de todos. En medio de la bebida danzan al son de la flauta, y guían el baile con trompeta, saltando unas veces, y otras se hincan de rodillas bajando el cuerpo recto”.

La Vivienda

Las casas estaban formadas por una estancia única que tenía forma circular y sus paredes eran de piedra y barro. El techo, construido con ramaje entrelazado y unido con barro para darle una mayor consistencia. En la parte superior se colocaba otro ramaje más fino para que escurriera el agua sobre él, evitando la entrada hacia el interior.

Posteriormente se usó la mampostería en la armadura de los tejados, colocando sobre ella tapines, haciendo esta mezcla de tierra y hierba de aislante térmico y colocando bálago en la parte exterior. Al ser más fino éste que el ramaje usado anteriormente, hacía que el agua resbalara mejor, mejorando el aislamiento y las humedades en estos recintos.

El fuego se hacía en el centro de la casa y servía tanto para cocinar como para calentar el habitáculo en las estaciones más frías del año.

Estrabón:

“Todos los que viven en los montes comen poco, beben agua, duermen en el suelo, llevan tendido el cabello como las mujeres, y pelean con tocados y adornos en su frente. Su comida regular, principalmente es de cabras, y sacrifican a Marte un cabrón, y además los cautivos y caballos”.

El Vestido

Estrabón:

“Usan todos de vestido negro, se rebozan en capotes y duermen sobre camas de la misma hierba. Se sirven de vasos de cera como los celtas, y las mujeres tienen vestidos de flores”.

Transporte

Estrabón:

“Se valieron de embarcaciones de cuero por las inundaciones, pantanos y lagunas hasta tiempo de Bruto, ahora se sirven de algunas canoas o troncos de árboles excavados."

“Por mar y tierra son largos los caminos para llegar adonde están, y de aquí resultó que carecieron de comercio, perdieron la sociedad y trato. Hoy día son menos defectuosos por la paz y venida de los romanos. Adonde éstos no fueron, quedó la gente más importuna y bárbara, cuyo vicio no es extraño crezca con velocidad, cuando a muchos se les junta la incomodidad de los lugares y montes que poseen”.

Costumbres

Estrabón:

“En lugar de dinero pagan con cambios o dan un pedazo de lámina de plata”.

“Precipitan a los condenados a muerte desde los peñascos, apedrean a los parricidas, sacándoles junto a los ríos fuera de sus límites”.

“Contraen matrimonios al modo de los griegos”.

“Exponen los enfermos en los caminos, según costumbre antigua de los egipcios, para que den remedios los que experimentaron la misma enfermedad”.

“Esta es la vida de los montañeses, que terminan el lado septentrional de España, y la de los gallegos, astures y cántabros, hasta los Vascones y el Pirineo, pues todos viven de la misma manera”.

“Es propia en ellos la inhumanidad y fiereza de costumbres, no sólo en la guerra, sino también en la paz, porque habitan apartados entre sí”.

El Imperio Romano

Roma entra en la Península el año 218 a. C. y permanece en ella hasta el año 450 d. C., teniendo un empeño especial en conquistar el noroeste de la Península Ibérica por la existencia de importantes yacimientos de minerales, y especialmente por los auríferos de Galicia y Las Médulas, Duerna y Omaña en León.

Sometió a los Astures bajo su dominio en el año 19 a. de C. en la guerra Cántabro-Astur tras una larga lucha de diez años, dividiendo el Reino Astur en dos, los Astures Augustani, al sur de la Cordillera Cantábrica, lo que hoy es León, y estableciendo su capital en Astorga, y los Astures Transmontani, al norte de la misma, lo que hoy es Asturias. Los guerreros hechos prisioneros eran condenados a muerte o vendidos como esclavos, y los castros arrasados e incendiados.

Bajo su dominio, Roma obliga a abandonar los castros, y a descender y establecerse en las llanuras a todos sus pobladores, evitando así las emboscadas que podían tenderles desde las alturas, y a la vez poder ejercer un mayor control sobre ellos. Fue el caso de nuestros moradores, que abandonaron el castro de El Otero de Sariegos y se establecieron en dos parajes diferentes, hoy conocidos como Los Casares y Las Triemas, en cuyos lugares todavía existen algunos restos de estos antiguos poblados.

Antigüedad de Nuestro Pueblo

Aunque no se puede precisar la antigüedad exacta de nuestro pueblo, sabemos que, en la provincia de León, los castros comienzan a proliferar unos quinientos o seiscientos años antes de Cristo, por lo que sí podemos aventurarnos y afirmar que nuestros antepasados estaban establecidos en el castro de El Otero de Sariegos hace más de dos mil años.

Con la construcción de la autopista de León-Oviedo desaparecieron todos los rastros que quedaban de este castro, e incluso los restos humanos que se encontraron fueron ignorados y sepultados bajo el dominio devastador de las excavadoras.

El tipo de tumba o sepulcro más frecuente en esta zona de las Montañas de León, debido a la abundancia de piedra caliza y pizarra, es el formado por tres losas, dos verticales laterales y una horizontal en la parte superior, quedando el cuerpo del difunto en decúbito supino, apoyando su espalda directamente en la tierra en la parte inferior de la tumba.

Los otros tipos de tumbas o sepulcros, los de piedra o canto rodado y los hechos con argamasa no son usuales en la montaña leonesa, sino que parecen ser más propios de las zonas llanas de la meseta.

Espero que algún día se puedan realizar estudios y excavaciones arqueológicas en Los Casares y en Las Triemas, pues si en las inmediaciones de El castro de El Otero Sariegos se encontraron restos humanos, en éstos otros lugares es muy posible que existan y se encuentre algo similar, hecho que confirmaría plenamente lo expuesto anteriormente.