Si nos observáramos verdaderamente, percibiríamos nuestras tensiones y hábitos.
Si percibiéramos nuestras tensiones y hábitos, nos liberaríamos y relajaríamos. Si nos liberáramos y relajáramos, percibiríamos las sensaciones.
Si percibiéramos las sensaciones, recibiríamos impresiones.
Si recibiéramos impresiones, despertaríamos al momento.
Si despertáramos al momento, experimentaríamos la realidad.
Si experimentáramos la realidad, veríamos que no somos nuestra personalidad.
Si viéramos que no somos nuestra personalidad, nos acordaríamos de nosotros mismos.
Si nos acordáramos de nosotros mismos, abandonaríamos nuestro miedo y nuestros apegos.
Si abandonáramos el miedo y las apegos, seríamos tocadas por Dios.
Si fuéramos tocados por Dios, buscaríamos la unión con Él
Si buscáramos la unión con Dios, querríamos lo que Él quiere, Si quisiéramos lo que Dios quiere, seríamos transformados.
Si fuéramos transformados, el mundo sería transformado.
Si el mundo se transformara, todos retornaríamos a Dios.