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General: MEDITACIONES ACERCA DE LOS AVATARES - III
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De: luistovarcarrillo  (Mensaje original) Enviado: 30/06/2008 20:30

MEDITACIONES ACERCA DE LOS AVATARES - III

 

PROF. G. VENKATARAMAN

 

La Historia de Rama (continuación)

 

        Un afectuoso Sai Ram y saludos desde Prasanthi Nilayam. Retomamos la historia del Avatar de Rama. Como recordarán, la última vez les llevé hasta el punto en que Hanuman, cuando se le pide que busque el lugar en que pueda encontrarse Sita, da un gran salto por sobre el mar hasta Lanka. Sigamos la historia desde ahí.

 

Hanuman tranquiliza a Sita

        Una vez aterrizado en Lanka, Hanuman volvió a su forma y tamaño normales y, después de una larga búsqueda, localizó a Sita la cual se mantenía cautiva en un jardín llamado Asokavanam. Escondiéndose detrás de un árbol, comenzaba a planear sus próximos movimientos, cuando vió a Ravana rodeado por su corte, acercándose a Sita y haciéndole proposiciones. Desdeñando las insinuaciones del rey demonio, Sita cortó una brizna de pasto y, colocándola entre ella y Ravana, dijo : "Necio, vuelve donde tus propias esposas y no desees a la de otro. Te podría reducir a cenizas en un abrir y cerrar de ojos, pero me contendré de hacerlo, porque el crédito de destruirte debe adjudicársele en verdad a mi marido, el Señor Rama. No te atrevas a cruzar la barrera marcada por esta brizna de pasto. Vuelve al lugar de donde saliste."

        Ravana retrocedió, mas no sin antes advertir a Sita que no tenía sino dos meses más para repensarlo todo y que, si después de pasado ese tiempo no había cambiado de idea, ¡terminaría siendo una comida para él!

        Sita entró en un estado de agitación. ¿Por cuánto tiempo habría de esperar a Rama? ¿Vendría éste alguna vez? ¿Se habría olvidado de ella? Atormentada por dudas de todo tipo, Sita pensó que lo mejor que podía hacer era el darle fin a su vida ahorcándose. Y, cuando comenzó a hacer los preparativos para cometer suicidio, Hanuman que había permanecido como un testigo silencioso hasta entonces, decidió que había de intervenir ahora, y lo hizo, entonando suavemente la historia y la gloria de Rama. Y cuando hubo terminado, bajó de un salto al suelo cantando, "Jai Sri Ram, Jai Sita Ram" y se postró ante ella.

        Sita estaba perpleja - ¿un mono cantando la historia de Rama? ¿Era posible? ¿Se trataba de otro truco demoníaco como el del ciervo dorado? ¿Era Ravana disfrazado intentando otra táctica? Debatiéndose entre estas dudas comenzó a examinar a Maruti (otro nombre para Hanuman) para terminar convenciéndose que se trataba en verdad de un mensajero enviado por Rama. De hecho, en prevención, Rama había enviado con Hanuman uno de Sus anillos para que Sita no tuviera dificultades en identificarlo y aceptar sus credenciales. (En uno de los días de Ramanavami o el aniversario del nacimiento de Rama, Swami quien estaba para entonces en Kodakanal, ¡produjo este anillo para mostrárselo a los muchachos!)

        Una vez que Sita viera el anillo de Rama, se desvanecieron todas sus dudas y todas sus emociones retenidas se vertieron en un torrente de lágrimas - que Hanuman presenció pacientemente. La pregunta ahora era, "¿Y qué sigue?" Hanuman ofreció cargar a Sita sobre sus espaldas y ella, al oirle, se olvidó de sus preocupaciones y riendo, le dijo, "Eres un ser tan pequeñito, ¿cómo podrías cargarme?" Y replicó Hanuman, "Madre, puedo asumir una forma gigantesca, si lo deseo" y, así diciendo, tomó enormes proporciones.

        Asombrada, Sita concedió que sí la podía cargar y saltar con ella por sobre el océano, mas ahora había otro punto que la inquietaba, "Si yo fuera a escapar así, no habría crédito para mi Señor. Lo correcto es que Él venga, mate a Ravana y me rescate. Ahora, lo que debes hacer es regresar e informar acerca del lugar en que me encuentro." Con ésto, Hanuman se despidió de Sita, mas no sin aceptar antes una joya suya como prueba de haberla encontrado.

 

Hanuman incendia Lanka

        Habiendo cumplido su misión, Hanuman estaba listo para regresar, pero se le ocurrió algo. "Ahora que estoy aquí, ¿por qué no poner la prueba la fuerza del enemigo? Esa información podría ser útil más adelante." Pensando así, procedió a destruir el hermoso jardín en que Sita era mantenida cautiva. En medio del tumulto que se produjo, Hanuman permitió que se le capturara y fue así que se halló prisionero, atado de pies y manos, llevado ante Ravana en su corte. Frente a frente con Ravana, Hanuman le aconsejó al rey demonio que siguiera la senda de la rectitud o del Dharma, y que devolviera a Sita a Rama.

        No obstante, cegado por su pasión, Ravana no estaba de ánimos para los sanos consejos; furioso ordenó que se matara al mono. Aquí intervino Vibhishana, el hermano menor de Ravana, para decir que pese a toda la destrucción que causara, Hanuman era un mensajero y los cánones del Dharma indicaban que los mensajeros no podían ser muertos, aunque sí se les podía castigar. Aceptando la sugerencia, Ravana ordenó que se le envolviera la cola a Hanuman con vendajes y se les prendiera fuego.

        Hanuman permitió que se encendiera el fuego. Y, desatándose, fue saltando de edificio en edificio, incendiándolos todos. Elevándose a gran altura, sonrió al ver que toda Lanka estaba ardiendo. Normalmente, cuando el cuerpo entra en contacto con el fuego, se quema, mas nada le sucedió a Hanuman, porque Agni, la deidad asociada al fuego, retuvo su poder quemador en lo que a Hanuman concernía.

 

Rama recibe afectuosamente a Su Servidor

         Luego de saltar sin inconvenientes de vuelta al continente, Hanuman pudo comunicarle a Rama el éxito

de su misión y entregarle también el mensaje de Sita. Rama se sintió abrumado. Extendiendo Sus brazos, dijo, "Oh Hanuman, es tanto lo que quisiera darte, pero por el momento no puedo sino abrazarte. ¡Ven!" Y diciendo esto, estrechó por un largo tiempo a Maruti entre Sus brazos.

        Se ha dicho que fue así que Hanuman mismo se hizo Divino. Incidentalmente, cabe señalar que en el Estadio Hillview de Prasanthi Nilayam, en donde se levantan varias estatuas - Jesús, Krishna, Buda y otros - la mayor de todas es la de Hanuman; la que también se ubica en la cumbre de la colina, un recordatorio para todos nosotros en cuanto a emular a este gran servidor del Señor. El siguiente asunto para Rama lo constituyó la invasión de Lanka, propósito para el cual Él y Lakshmana, acompañados por Sugriva y su ejército de monos (Vanarasena) se dirigieron hacia el extremo sur de la península.

 

Ravana ignora el Sabio Consejo

        Mientras tanto, en Lanka, Ravana convocó a un consejo de guerra, en el cual la única voz sensata que se escuchó fue la de Vibhishana, en tanto que los demás le aconsejaban la guerra. Vibhishana dijo, "Querido hermano, por favor no prestes oído a lo que dicen tus ministros y los demás. Eso te perjudicará. Ellos son tus verdaderos enemigos y no Rama. No tienes la menor idea acerca del poder y las capacidades de Rama. La prudencia es la mejor parte de la valentía. Regrésale tranquilamente a Sita y haz las paces con Rama. De esta manera Lanka y todos nosotros sobreviviríamos. De lo contrario estaremos todos perdidos."

        Este no era exactamente el consejo que Ravana quería escuchar. En un arrebato de furia, bramó, "¡Traidor! Me avergüenzo de que seas mi hermano. En realidad, si no lo fueras, te habría hecho ejecutar ahora mismo. Tienes suerte y me limitaré sólo a desterrarte. ¡Sal de mi vista ahora mismo!" Para Vibhishana esto no era un castigo, sino una liberación. Feliz y aliviado, se dirigió de inmediato al campamento de Rama, ¡mas la recepción en el otro extremo fue muy distinta de lo que le habría gustado! Visto por los guardias como un espía de Ravana, fue aprehendido, aunque, después de esgrimir todo su arte de persuasión, fue llevado a la presencia de Rama. Se expresaron muchas opiniones respecto a qué hacer con Vibhishana y todas fueron desfavorables, salvo la de Hanuman; muchos incluso abogaron por que fuera ejecutado sin más trámite.

 

Vibhishana Saranagathi

        La escena conocida como Vibhishana Saranagathi (la rendición de Vibhishana) es uno de los episodios gloriosos en la historia de Rama, al revelar, como lo hace, la inconmensurable magnanimidad del Señor. Después de escuchar los diversos puntos de vista, Rama sonríe y dice :

        "Les he escuchado a todos. Me doy cuenta que todos tienen buenas intenciones. Ahora, por favor oigan lo que tengo que decir. Vibhishana se ha entregado a Mí y es Mi deber el ofrecerle protección bajo cualquier circunstancia. No tiene importancia el que haya fingido una rendición; el sólo hecho que haya dicho, "Me he rendido a Tí", es suficiente para Mï.

        "No necesitaba haber llegado hasta acá físicamente; aunque se hubiera rendido en dondequiera que se encontrara, ello también Me habría obligado a protegerle. En verdad, hasta un mero pensamiento de rendición de su parte Me habría dejado obligado - no hay necesidad de expresar la entrega en palabras."

        ¿Será de extrañar entonces que el Señor sea descrito como Saranagathavatksala (Aquel que ama a los que se rinden o entregan)? Fue así que Vibhishana fuera admitido como amigo en el campo de Rama.

        Solucionado el asunto de Vibhishana, se planteó ahora la cuestión de como cruzar el océano. Era claro que no todos podían saltar por sobre él como Hanuman, por lo que se requería de alguna solución distinta. Eventualmente, se decidió construir una calzada elevada, apilando rocas de todos tamaños. Todos se integraron con gran entusiasmo, incluyendo a una pequeña ardilla que, con gran esfuerzo, hizo rodar una piedrecilla hasta el lugar y la empujó hacia la pila. Rama, observándola y profundamente emocionado, le acarició el lomo - ¡y fue así que la ardilla se ganó las bandas oscuras que se extienden hasta su cola! Como Swami lo ha enfatizado repetidamente, para el Señor no cuenta la cantidad... a Él le interesa la calidad.

        Otra historia emocionante sobre la calzada dice que Hanuman estaba en el proceso de levantar una colina cuando llegó el anuncio que la calzada había sido completada y que no se requería de más piedras. Hanuman, dejó prontamente en el suelo al altozano, por lo que éste estalló en lágrimas porque no podía servir a Rama. El Señor lo consoló, diciendo, "No te aflijas, en el próximo Yuga te voy a usar en una importante misión y, después de eso, serás recordado para siempre." En verdad, en el Dwapara Yuga, esa misma colina alcanzó la fama como la Govardhanagiri levantada por Krishna para proteger a las gentes de una lluvia torrencial (esa historia llegará pronto).

 

Comienza la invasión de Lanka

        Una vez completada la calzada, Rama y su grupo cruzaron rápidamente hacia Lanka. ¡Lanka de la que Ravana siempre se vanagloriaba que era inexpugnable había sido invadida! En un comienzo, Ravana lo tomó a la ligera y envió a sus guerreros más jóvenes a detener a los invasores. Ninguno de ellos retornó y, muy pronto, Ravana se dio cuenta que se estaba quedando sin soldados y sin jefes. Se obligó entonces a los ministros y a los guerreros mayores a entrar en batalla, mas ellos también fueron rápidamente aniquilados. Ravana se comenzaba a intranquilizar y decidió que su hermano, el poderoso Kumbhakarna, había de salir para terminar con la batalla.

        Mas el poderoso Kumbhakarna se encontraba, como siempre, en un profundo sopor, y se requirió de una fuerza hercúlea para despertarle y para animarle a entrar en batalla. Finalmente el recio guerrero se lanzó a

batallar, creó un gran tumulto, mas sucumbió a las flechas de Rama. Cuando la noticia llegó hasta Ravana, este no podía dar crédito a sus oídos. ¡Cómo podía existir alguien sobre la taz de la tierra que pudiera matar a su poderoso hermano! Ravana estaba muy preocupado ahora y no tenía otra alternativa que la de mandar a su hijo favorito, el invencible Indrajit. Mas, Indrajit también sucumbió y Ravana se quedó absolutamente solo. Había llegado su turno para enfrentar a Rama y esto era, en cierto sentido, para lo que el Señor había encarnado. Siguió una encarnizada batalla y, finalmente, Ravana fue muerto.

        Rama aconsejó entonces a Vibhishana, el último hermano sobreviviente de Ravana, que celebrara los últimos ritos como se debía. Dijo, "Cuando estaba vivo, era tu enemigo. Ahora está muerto y debes recordar por sobre cualquier otra cosa que era tu hermano. Y es tu deber que lleves a cabo lo que se debe a los muertos." ¡Nuevamente la suprema magnanimidad que sólo el Señor puede mostrar!

 

La prueba del fuego de Sita

        Habiendo sido exterminado Ravana, Sita fue liberada de su cautividad y llevada ante Rama. En lugar de la emocionante y alegre reunión que todos esperaban, todo lo que Sita recibió fue una fría acogida de Rama. En pocas palabras, Rama le dijo; "Pertenezco a una familia real y tu secuestro mancilló nuestro noble linaje. He vengado ahora ese insulto. En cuanto a tí, has vivido por casi un año en el territorio de otro hombre. Por ende, no puedo recibirte de vuelta como Mi esposa. Puedes irte a dondequiera desees."

        Sita se sintió como golpeada por un rayo. ¿Era para ésto que se había aferrado a su vida pese a la atroz conducta de Ravana? Profundamente herida, le pidió a Lakshmana que encendiera un fuego y, cuando ardía, dijo, "Es lamentable que hasta mi Marido no esté convencido de mi pureza. Bajo estas circunstancias, no veo razón alguna para seguir viviendo." Diciendo ésto, entró en el fuego. Mas, ¡he aquí! era tal su pureza que el fuego se negó a quemarla y emergió incólume, para la gran alegría de todos los presentes, Rama incluido. Rama observó entonces, "No dudé de Sita ni por un momento. Sólo quería que el mundo supiera de su pureza, por lo que tuve que someterla a esta prueba del fuego."

        Habiendo concluido exitosamente la misión a Lanka, Rama se mostró ansioso ahora por retornar a Bharath. Vibhishana, el recién coronado rey de Lanka, puso a disposición de Rama el carro volador que había pertenecido a Ravana. Todo el grupo abordó el carro y volaron de regreso al continente. En el camino, Rama y Sita miraron desde arriba los lugares que les eran familiares e intercambiaron preciados recuerdos. De regreso en Bharath, el grupo aterrizó en el ashram del Sabio Bharadwaja y fueron recibidos apropiadamente. Consciente en todo momento de su querido Bharatha que suspiraba por el retorno de Rama en Nandigram, el Señor envió a Hanuman como avanzada para alertar a Bharatha sobre su inminente llegada. Llegando a Nadigram, Hanuman descubrió que Bharatha estaba al borde de la angustia, puesto que Rama casi había sobrepasado el límite del tiempo acordado. Hanuman le puso rápidamente al tanto de las buenas nuevas, para gran alivio de Bharatha. Muy pronto, se produjo la largamente esperada reunión de Rama con Bharatha, y todo el grupo retornó a Ayodhya para un tumultuoso recibimiento de sus ciudadanos.

 

Rama es coronado triunfalmente

        Poco tiempo después, en un auspicioso día elegido por el Sabio Visishta, Rama fue coronado finalmente como Emperador, una ceremonia que hubo de esperar catorce años, porque el Señor había montado un escenario. Como Emperador, Rama reinó por un largo período. Un reinado que fue sinónimo con el reinado del Dharma, porque Rama no era otro que la personificación del Dharma. Hubo una alegría, una felicidad y una prosperidad sin precedentes en el reino, y hasta el día de hoy las gentes de la India emplean la palabra Ramarajya para describir un régimen en que se den la rectitud, la armonía y la alergía perfectas.

        Rama era Dios, mas vivió como un hombre y le mostró al hombre como había de vivir realmente. Rama no reveló ni por un momento Su Divinidad, ni hizo uso de Sus Divinos poderes. No cabe duda que habría un tiempo y un espacio para ello en posteriores Avatares, mas no en éste.

        Lo anterior no es sino una breve narración de la historia de Rama. Para un relato más detallado, vean el Rama Katha Rasa Vahini de Swami y los Cursos de Verano en Brindavan de 1996. Como se ha dicho, ¡estos son relatos autobiográficos!

 

La Magnífica Historia del Avatar Krishna

        El Avatar de Krishna es una gloriosa culminación para la secuencia de encarnaciones que fueran necesarias (en parte) debido a las indiscreciones de Jayan y Vijayan. En el Dwapara Yuga, estos guardianes del umbral del Señor nacieron como los primos demonios Sishupala y Dantavakra respectivamente, y cuando llegara el momento propicio para su destrucción, el Señor descendió a la tierra como era lo usual.

        Une vez más llegó en una forma plenamente humana y con Su Divinidad entera, vale decir como un Poorna Avatar. Aunque el propósito ostensible de la encarnación era el exterminar a estos dos Asuras, el Bendito Señor tenía un objetivo mayor. Krishna no sólo se reveló como Dios personificado, sino también le dijo al hombre que él (es decir el hombre) también era Dios y que, de hecho, debía empeñarse por realizar su naturaleza Divina en toda su dimensión. Como dice Swami : "El Gita constituye el propósito real para el que se asumiera el Avatar de Krishna".

        Junto a las riberas del Yamuna (Jamuna en aquellos días) estaba el reino de Mathura. Un famoso rey llamado Yadu reinó una vez en esa tierra. De él descendieron muchas tribus, una de las cuales era la de los Yadavas. Uno de los gobernantes Yadava de Mathura fue Aahakura quien tenía dos hijos, Ugrasena y Devaka.

El hijo mayor de Ugrasena era Kamsa en tanto que la hija menor de Devaka fue Devaki. Como no tenía una hermana, Kamsa quería mucho a su prima Devaki. Mas, fuera de esta traza de afecto, Kamsa era muy cruel.

 

Kamsa intenta matar a Krishna cuando infante

         Cuando Devaki llegó a la edad casadera, fue desposada con gran pompa y fanfarrías con un Yadava llamdo Vasudeva (quien pertenecía al sub-clan de los Vrishni). Concluida la ceremonia de los esponsales, se había organizado una elaborada procesión para llevar a la recién casada hasta el hogar de su marido. Kamsa mismo conducía el ornamentado carruaje que llevaba a Vasudeva y a Devaki. Repentínamente, se escuchó una voz etérea desde el cielo que dijo, "Kamsa, tus días están contados. Esta mujer a la que conduces con su marido, será responsable de tu muerte, porque el octavo hijo que tenga te ha de matar."

        Kamsa quedó atónito al escuchar su sentencia de muerte pronunciada desde el cielo. Instantáneamente su afecto por Devaki se evaporó y, arrastrándola por sus trenzas la bajó del carro y desenvainó su espada para decapitarla. Profundamente angustiado, Vasudeva cayó de rodillas y le suplicó a Kamsa, "Oh Kamsa, perteneces a un noble linaje. ¿Cómo es que tu afecto por Devaki haya desaparecido de pronto? Devaki no te va a matar, se supone que lo haga recién su octavo hijo. Te prometo entregarte a todos sus hijos tan pronto nazcan. Por favor no la mates." Kamsa aceptó el ofrecimiento de Vasudeva y dejó ir a Devaki, sin embargo, los puso bajo arresto en su casa y fue así que lo que había de ser su hogar, se convirtió en una prisión fortificada.

        A su debido tiempo, Devaki dió a luz a un hijo y, fiel a su promesa, Vasudeva le entregó el infante a Kamsa. Por unos momentos, Kamsa se sintió muy emocionado y estaba por devolver al bebé (puesto que su muerte habría de ocurrir a manos del octavo hijo) cuando apareció en escena el Sabio Narada. Le dijo a Kamsa, "¡Kamsa, cómo puedes ser tan inocente! Cierto que la voz del cielo te dijo que tu fin llegaría con el octavo hijo. Mas, ¿qué significa ocho? Si cuentas para atrás a partir del número ocho, ¡el ocho viene a ser el uno! Si cuentas para atrás a partir del número siete, el ocho pasa a ser el dos, y así sucesivamente. ¡No seas complaciente y corras riesgos!"

        Sembradas las semillas de la duda, Kamsa volvió a su crueldad habitual. Arrebatándole a Vasudeva el niño, lo estrelló inmisericordemente contra el suelo. Vasudeva y Devaki quedaron devastados, pero eran absolutamente impotentes. La insensata destrucción de los recién nacidos continuó y, pasado el tiempo su número llegó a seis. Sintiendo que estaba por llegar el momento para bajar a la tierra, el Señor Narayana llamó a su Mayashakti y dijo, "Devi, Adisesha quien es Mi Amsa (un aspecto Mío) acaba de entrar a la matriz de Devaki como su séptimo hijo. Y bien, Vasudeva tiene a otra mujer llamada Rohini. Ella vive en Gokulam con su hermano Nanda, un caudillo menor de ahí. Saca al niño de la matriz de Devaki y pónlo en la matriz de Rohini.

        El niño que nazca de Rohini, será bautizado como Rama por su belleza y será llamado Balarama debido a su fuerza. Más tarde, cuando se realice que este nacimiento fuera precedido por una transferencia de matriz a matriz, la gente habrá de llamarle Sankarshana. Una vez terminada la transferencia, tu misma entrarás en la matriz de Yasoda, la mujer de Nanda y nacerás como su hija. Por el mismo tiempo, Yo naceré como el octavo hijo de Devaki. Tan pronto como Yo nazca, arreglaré las cosas como para cambiar lugares y terminarás junto a Devaki, en tanto que Yo estaré junto a Yasoda. Kamsa intentará matarte, pero sabes lo debes hacer entonces." Se había puesto en movimiento la rueda para el advenimiento del Avatar de Krishna.

        Con seis niños ya desaparecidos, Kamsa se estaba poniendo cada vez más nervioso. Entretando supo que Devaki había concebido por séptima vez y comenzó a impacientarse esperando que naciera el niño para poder darle muerte. Mas no había de ser : para su consternación oyó decir que, sorprendentemente y de la manera más misteriosa, ¡se había vaciado repentínamente la matriz de Devaki! Kamsa sospechó de un truco, pero no había nada que hacer. Entretando el séptimo hijo de Devaki se desarrollaba a salvo en la matriz de Rohini.

        Y entonces, Devaki concibió por octava vez. El nerviosismo de Kamsa ya no conocía límites y esperaba con impaciencia el parto. Al mismo tiempo, se aumentó la fortificación de la prisión. Finalmente, en las primeras horas de la mañana de un auspicioso día, Devaki parió a un bello varoncito - ¡Krishna había llegado! Pocos momentos antes, Rohini había dado a luz a un bebé varón. Mientras el hijo de Rohini era rubio y blanco, el de Devaki era moreno.

 

El Señor Krishna asume el nacimiento

        Los bebés lloran cuando nacen, mas Krishna nació sonriendo. Inmediatamente después de nacido, Krishna le reveló a Devaki y a Vasudeva Su forma como Narayana, completo con cuatro brazos, sosteniendo la Caracola, el Chakra y los demás símbolos, la joya Kausthuba reluciendo en Su cuello y la marca de Srivatsa sobre Su pecho. A la afortunada que fuera Su madre, le dijo, "Devaki, en dos oportunidades, en anteriores vidas tuyas, nací como tu Hijo. Esta es la última vez. Al final de este nacimiento alcanzarás la Liberación." Volviéndose hacia Vasudeva, dijo, "Vasudeva, habrás de llevar Mi forma infantil en un canasto a Gokulam, a la casa de Nanda. Allí encontrarás a una bebé recién nacida junto a Yasoda. Colócame junto a Yasoda y trae a la bebé de regreso acá a esta prisión. Haz precisamente lo que te digo. ¡No temas, porque ahora Yo estoy aquí!" Y así diciendo, el Señor volvió a Su forma de infante.

        Repentínamente, comenzaron a suceder milagros uno tras otro. Primero, los grilletes que mantenían encadenado a Vasudeva, se soltaron. Luego apareció de la nada una cesta acolchada y las pesadas puertas de la prisión se abrieron silenciosamente. Colocando al bebé en la cesta, Vasudeva se asomó cautelosamente, mas para su asombro, ¡todos los guardias dormían profundamente! Poniéndose la cesta sobre la cabeza, salió y tomó

rápidamente el camino hacia la aldea de Gokulam. Entretanto, se desencadenó una furiosa borrasca, tal vez para hacer que todos permanecieran en sus casas y no se enteraran de la misión secreta ordenada por el Señor. Pero, ¿Y qué del Señor Mismo? ¿No se mojaría? No se preocupen, porque Adisesha se acercó silenciosamente desde atrás y abrió su inmensa caperuza para protegerles a ambos del viento y la lluvia (¡por supuesto que Vasudeva no se dió cuenta de nada!) Por el camino, Vasudeva debía cruzar el Yamuna y, aunque debido a que estaba agitado con la tormenta, milagrosamente le abrió camino a él.

 

Vasudeva intercambia los Divinos Bebés

        Pronto, Vasudeva llegó a Gokulam con la Divina "carga" sobre su cabeza y entró a la casa de Nanda, en donde tanto éste como su mujer Yasoda, estaban profundamente dormidos. Junto a Yasoda había una diminuta niña que obviamente había nacido recién, pero Yasoda estaba absolutamente inconsciente del hecho. Vasudeva puso quedamente a su hijo al lado de Yasoda, levantó a la bebita y, después de colocarla en la cesta, volvió silenciosamente sobre sus pasos y regresó a la prisión. Una vez llegado allá, puso a la niña junto a Devaki, las puertas se cerraron automáticamente y los grilletes le ataron tal como habían estado antes.

        La bebita comenzó a llorar, como lo hacen todos los recién nacidos y, oyendo el llanto, despertaron los guardias. Incrédulos, se dieron cuenta que habían estado durmiendo todo el tiempo, en contravensión a las órdenes de Kamsa, de modo que se apresuraron en entrar a la celda en que estaban cautivos Devaki y su marido. Viendo al bebé recién nacido corrieron a informar a Kamsa del evento. Ansioso por destruir a su enemigo, Kamsa corrió a la prisión, mas al llegar se asombró al ver a una niña en lugar del niño que la voz etérea le había advertido esperar. Estaba desconcertado, pero no quiso exponerse a correr riesgos, de modo que cogió a la bebé y la levantó con la intención de estrellarla. Mas ¡he aquí! que se le escurrió de entre las manos, se remontó hacia el cielo y asumió la gigantesca forma de la Devi, y dijo, "Kamsa, eres un necio. No soy yo la que te ha de dar muerte. Aquel que será tu perdición ya ha nacido, mas se encuentra en otro lugar. No existe escapatoria para tí, por mucho que lo intentes." y diciendo ésto, la forma se desvaneció. Kamsa se quedó como petrificado y, gradualmente comenzó a darse cuenta que su enemigo no solamente se había burlado de él, sino que estaba a salvo en otra parte.

 

Yasoda se convierte en la 'Madre' de Krishna

        Mientras se desarrollaba el gran drama en las cámaras de la prisión, Nanda y Yasoda despertaban. Y cuando Yasoda vió al más encantador y hermoso bebé del mundo, su alegría no tuvo límites. "¡Qué maravilloso regalo me ha dado el Señor!" pensó, ¡ni siquiera imaginaba que el 'regalo' era el Señor Mismo! Las nuevas que a Nanda le había nacido un hijo corrieron como reguero de pólvora y todos se regocijaron en la aldea de Gokulam.

        Entretanto, Kamsa continuaba inquieto, preguntándose qué podía haber ocurrido con el hijo que se suponía debía haber nacido de esta octava concepción de Devaki. Se le había advertido que su Nemesis estaba creciendo en algún otro lugar, mas ¿dónde podría estar ese sitio? Lleno de pánico, decidió que, en adelante, mataría a todos los recién nacidos en su reino y, para implementar este vil y perverso plan, buscó la ayuda de una cantidad de demonios.

 

¿Qué va a suceder a continuación? ¡Esa historia la veremos la próxima vez! ¡Hasta entonces, les deseo todo lo mejor y quiera Dios estar con ustedes siempre!

 

JAI SAI RAM

 

 

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Publicado en H2H

Traducción de Herta Pfeifer

Santiago, mayo 2008

 

 



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