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General: DIVINO DISCURSO DE GURU PURNIMA, 6 DE JULIO DE 2009
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De: luistovarcarrillo  (Mensaje original) Enviado: 18/07/2009 13:12

Bhagavan Sri Sathya Sai Baba

Divino Discurso

 

EL AMOR POR DIOS, EL TEMOR AL PECADO Y

LA MORALIDAD EN LA SOCIEDAD

Sai Kulwant Hall, 6 de julio 2009

 

Gurur-Brahma Gurur-Vishnu Gurur Devo Maheswara;

Gurur Sakshat Param Brahma Thasmai Sri Gurave Namaha

(El Guru es Brahma, el Guru es Vishnu, el Guru es Maheswara.

El Guru es en verdad el Brahman Supremo. Reverencias al Guru.)

 

        Brahma, Vishnu y Shiva son tres nombres y formas de la misma divinidad. "Todos son uno, sean iguales a todos." Aunque los nombres y formas del cuerpo físico son diferentes, la Divinidad en todos los seres es sólo una. Brahma es el Creador, Vishnu es el Protector y Shiva es el Destructor. No obstante los tres aspectos representan a la Divinidad única. Cuando el Dios único está dedicado al aspecto creador se hace referencia a Él como Brahma, mientras protege y sustenta a los seres vivientes se le llama Vishnu y, finalmente, en el acto de Laya (disolución) será Shiva. Con el objeto de evitar la confusión creada por adscribir diferentes nombres y formas a la Divinidad, se hace referencia a Dios como Atma o el Brahman Absoluto (la Divinidad sin nombre, sin forma y sin atributos). El Atma único trasmina a todos los seres vivientes.

Las Religiones son diferentes, la senda es la misma;

Las ropas son diferentes, el algodón es uno;

Los seres son diferentes, el Atma es uno;

La nacionalidad y los estilos de vida difieren, el nacimiento humano es el mismo.

 

        Cada ser humano debe desarrollar tres cualidades: amor por Dios, temor al pecado y moralidad en la sociedad. Es únicamente la pérdida del temor al pecado la responsable por el actual estado de carencia de moralidad en la sociedad. El amor es el factor aglutinante que une a la gente. En donde hay amor, la sociedad estará unida. Sin moralidad, uno no merece ser llamado un ser humano. Por ende, la moralidad es importante para todo.

        Aunque Dios derrama Su amor sobre todos y cada uno, es el ser humano el que ha perdido la preciosa cualidad del temor al pecado. El hombre está cometiendo hoy en día numerosos pecados apoyado en la creencia que Dios es bondadoso y que terminará por perdonárselos. Con esta creencia, se deja llevar a actos cada vez más pecaminosos. Ha desarrollado una suerte de complacencia a este respecto y piensa que le puede escapar al castigo. Mas de hecho es lo contrario. Aunque Dios es compasivo y puede perdonar todos los actos pecaminosos, un ser humano debe necesariamente pagar por sus pecados. Por ende, cada ser humano debe desarrollar estas tres cualidades del amor por Dios, temor al pecado y moralidad en la sociedad. En donde no haya temor al pecado, no habrá moralidad en la sociedad.

        La gente se comporta muy irresponsablemente y emprende una serie de actividades indeseables con un ego desenfrenado. No siente temor frente al pecado. Ni siquiera piensa por un momento en las consecuencias de sus actos. Mas uno habría de refrenarse en cuando a ver lo malo, hablar mal y hacer el mal. De lo contrario, las consecuencias de estas malas acciones serán catapultadas de vuelta sobre la persona misma, si no el mismo día, más tarde. También es posible que los resultados de todos estos actos pecaminosos se vuelvan hacia esa persona estallando de una sola vez.

        Si estuviera realmente interesado en el bienestar de la sociedad, uno habría de trabajar por la moralidad en la sociedad. Uno que carezca de moralidad no será en absoluto un ser humano, sino en verdad un animal. No decir la verdad, tratar injustamente a otros y dejarse llevar por actos reprobables y malas prácticas es muy negativo. Uno habrá de llevar su vida siguiendo los tres principios del amor por Dios, el temor al pecado y la moralidad en la sociedad. Se dice que alguien que carezca de moral es peor que un mono. De hecho, un mono será mejor que un individuo así.

        Nadie respetará a un individuo que se dedique a actos inmorales. Sólo una persona que se rija por principios morales merecerá el respeto de todos y de cada uno. Incluso aquellos que traten de dañar a una persona así, serán contenidos por otros con una advertencia, "Esa persona es una buena persona. No trates de meterte con ella." Los que carecen de moral son despreciados por la sociedad y menos considerados que un perro. Por lo tanto, uno habrá de desarrollar la moralidad y llevar una vida basada en principìos morales en todo momento.

        Hay tres sadhanas (prácticas espirituales) mediante los cuales el amor por Dios, el temor al pecado y la moralidad en la sociedad pueden desarrollarse. Ellos son el bhakti (devoción a Dios), el jnana (senda de la sabiduría) y el vairagya (desapego). El Karma (actividad) es un atributo natural y esencial del cuerpo físico. Será sólo cuando el cuerpo emprenda buenos karmas que la mente funcione bien. Cuando la mente es estable, se puede

desarrollar el amor por Dios. Es así que bhakti, jnana y vairagya están entrelazados con el amor por Dios, el temor al pecado y la moralidad en la sociedad. Son como tres aspas de un ventilador. Sólo cuando rotan las tres podemos sentir un aire refrescante; de lo contrario nos sentimos incómodos.

        La gente cuestiona hoy el por qué debemos desarrollar amor por Dios. El amor por Dios le permite a uno

desarrollar el temor al pecado, lo que a su vez desarrollará la moralidad en la sociedad. Cada cual debe discriminar entre el bien y el mal, el pecado y la virtud. Habiéndolos analizado, uno debe intentar hacer solamente el bien. Sean buenos, hagan el bien, vean lo bueno, este es el camino hacia Dios. A falta de estos tres, cualquier cantidad de rituales, de adoración, de japa (cantar el divino nombre) y tapa (penitencia) de nada servirá.

        Las nueve formas de devoción son: sravanam (escuchar), kirtanam (cantar), Vishnusmaranam (contemplar en Vishnu), Padasevanam (servir a Sus Pies de Loto), vandanam (reverencia), archanam (adoración), dasyam (servicio), sneham (amistad) y Atmanivedanam (rendición de uno mismo).

        El primer paso es sravanam (escuchar). Luego uno tiene que analizar si lo que uno ha escuchado es bueno o malo. Si piensan que es una mala sugerencia y por lo tanto no es de su gusto, ¿cómo podrían implementarla?

        Hoy en día es posible que uno pueda hacer su trabajo diciendo falsedades y logrando imponerse a otros a través de medios falsos e injustos. Por lo tanto, uno habrá de indagar en la santidad o no de cada acto que uno emprenda. Uno no debiera ser complaciente frente a las consecuencias que vengan; tarde o temprano, los resultados de un acto pecaminoso se acumularán. Podrá suceder ahora o algo más tarde, en cualquier momento. Por ende, estén preparados sólo a emprender actos nobles y buenos con una mente pura.

        Más que ninguna otra cosa, la pureza de conciencia es de la mayor importancia. Eso es Atma Tatthwa. Nadie puede entender lo que es el Atma. Puesto que los cuerpos y las formas son múltiples, hay que darles algunos nombres para poder distiguir entre ellos. No obstante, el Atma o Brahma no tiene nacimiento ni muerte a diferencia de los cuerpos físicos. Por ende, nadie puede identificarlo como tal o cual.

        El Atma, aunque allende nuestra comprensión, ha sido descrito como nitya, shuddha, buddha, mukta, nirmala swarupinam (eterno, puro, iluminado, libre y encarnación de lo sacro). Es niranjanam, sanathana niketanam (inmaculado, morada final). No existe sino un Atma y es inmanente en todos los seres. Esa es la naturaleza esencial del Atma.

        Un pequeño ejemplo, cuando colocan un ciento de pocillos llenos de agua, a cielo abierto, en una noche de luna, encontrarán una luna reflejada en cada uno de ellos. El cuerpo es como un pocillo. Está destinado a perecer en cualquier momento. Entonces, ¿a dónde se va la luna (Atma)? No se va a ninguna parte. Está ahí. No obstante, puesto que no hay agua (cuerpo) no se refleja. De esta misma manera está presente el Atma en cada ser humano.

        Una persona que no tenga un buen carácter, no tendrá moral. Una persona sin moral no merece ser tildada de ser humano. Tenemos que ganarnos el honor y respeto por nosotros mismos en la sociedad. No obstante, en estos días no encontramos a nadie preocupado del buen nombre en la sociedad. Mas la gente es muy particular acerca de quien es rico y quien es pobre. El dinero llega y se va, mas la moralidad llega y crece, reza el adagio. Por ende no es correcto aspirar a la riqueza, el poder y otras de esas cosas mundanas. Todas estas posesiones son transitorias. Pueden intentar aferrarse a ellas, pero simplemente se escurren, incluso sin que ustedes lo noten.

        El Atma, sin embargo, es eterno. Para el Atma no existe el llegar y partir. Siempre permanece como un eterno testigo de todo lo que sucede en el mundo. Debemos desarrollar la fe en dicho Atma eterno. Quienes desarrollen fe en el Atma Tatthwa no serán perturbados por la injusticia, el prejuicio ni las malas prácticas.

        La gente dice, "Mi cuerpo, mis sentidos, mi mente, mi intelecto" etc., "ustedes" no son ninguno de ellos. Por ejemplo, dicen, "Este es mi libro". Este libro está en sus manos en este momento. En el momento siguiente, alguien más tiene el deseo de echarle una mirada. Pasa a sus manos. De manera similar, sostienen unas monedas. Después de un momento pasan a otras manos. Simplemente vienen y se van. Mas la moralidad llega y crece. La moralidad no tiene forma.

        Si alguien deseara mejorar la sociedad y el mundo, habrá de ser desarrollada la moral primero en el individuo. Varios partidos políticos se manifiestan hoy en día diciendo que van a mejorar la sociedad. Proponen transformar la sociedad. Mas fracasan invariablemente, porque lo que intentan hacer es atraer los votos de la gente para sus fines egoístas. No les importa en absoluto la sociedad.

        Si quisieran transformar la sociedad, deberá haber pureza en su corazón. Primero el individuo y luego la sociedad. Para que el individuo sea transformado, deberá haber amor por Dios y temor al pecado. Entonces viene la moralidad en la sociedad. Los individuos conforman una sociedad. Por ende, si se desarrollara la unidad entre la gente habrá pureza y Divinidad. Unidad, pureza y divinidad no pueden alcanzarse con la mera educación.

        Suponiendo que se sientan para la meditación, cerrando los ojos. No obstante, la mente continúa vagando por todos lados. Intentan traerla de vuelta al punto de partida. Todo es una práctica. Sólo cuando la mente oscilante es aquietada, se hace posible la meditación. Este proceso de estabilizar la mente es llamado concentración. La meditación es posible únicamente después de la concentración. El orden correcto es concentración, contemplación y meditación. No le crean a quien diga que está meditando desde el momento en que se sienta. Este es un ejercicio artificial y no meditación. La real meditación es olvidarse por completo de uno mismo. Es olvidarse del dehatma bhava (la sensación de identificación con el cuerpo) por completo. Uno habrá de desechar por completo el apego a los sentidos. Sólo así se estabilizará la mente.

        Había una vez un padre que tenía cuatro hijos. Cada uno quería seguir una vocación diferente para ganar dinero. Uno quería dedicarse a los negocios. Otro quería abrir un pequeño almacén de abarrotes. El tercero quería

encontrar un empleo. Y el cuarto otra vocación. Aunque el ganar dinero era el objetivo común, cada uno quería ir por un camino distinto. Finalmente, son los medios que se adopten para ganar dinero los que resultan en la acumulación de virtud o de pecado. La gente comete pecados incluso sin darse cuenta que lo está haciendo. Los pecados cometidos continuarán acosando a la gente.

        Hace algún tiempo hubo enormes inundaciones en el Estado de Orissa. Arrasaron varias aldeas en cuatro

distritos. Las casas, árboles, cultivos y hasta animales y algunas personas fueron arrastrados por las impetuosas

riadas. Cientos de aldeas fueron inundadas y las gentes quedaron desamparadas. Estaban aterradas ante la furia

de la naturaleza. Les envié un telegrama: "No se preocupen. Siéntanse felices. Yo reconstruiré sus casas". La gente de Orissa vino a verme, organizando un tren especial. Venía el gobierno, los parlamentarios y los funcionarios, de los que se esperaba que fueran a rescatar a la población y que la proveyeran de la ayuda necesaria. Pero nadie se manifestó. De inmediato envié cien millones de rupias e hice arreglos para la distribución de materiales de ayuda y de construcción de casas definitivas para las gentes afectadas.

        No estoy interesado en la acumulación de dinero. Sólo quiero el amor de ustedes. Sean felices. Desarrollen su moralidad y su amor por Dios. Si desarrollan amor, ese mismo amor ahuyentará las cualidades demoníacas en ustedes.

        Antes que comenzara la guerra Rama – Ravana, Hanuman había entrado en Lanka, como parte de su misión para indagar por el lugar en que estaba Sita. Después de encontrarla, iba de vuelta para entregarle la información a Sri Rama. Fue capturado por los demonios y llevado a la corte de Ravana. Ravana se enfureció al ver a Hanuman, quien había destruido la bella Asokavana mientras regresaba. Ravana le preguntó a Hanuman, "¿Quién eres? ¿Cómo te atreves a entrar a esta inexpugnable ciudad de Lanka?" Subestimó el poder de Hanuman y se mofó de él tildándole de un mono común. Hanuman replicó en el mismo tono, de igual a igual, y le dijo a Ravana, "El Señor que le cortara las orejas y la nariz a tu hermana me ha enviado." Ravana esta furioso, ya que nadie osaba hablarle de manera tan indigna. De hecho, Hanuman había usado el mismo lenguaje de Ravana. Ravana se sintó insultado. Hanuman no se molestó en lo más mínimo, porque estaba permanentemente entonando el Ramanama, que le otorgaba el valor y la fuerza para enfrentar cualquier situación.

        Ravana no pudo tolerar la impertinencia y la arrogancia de Hanuman y, por eso, ordenó que la cola de Hanuman fuera envuelta en trapos empapados en aceite y fuera encendida. De inmediato se hizo así. Mas tan pronto se le aplicara fuego a su cola, Hanuman no se quedó quieto: con la cola ardiendo fue saltando de un edificio al otro de la ciudad, hasta que le prendió fuego a toda ella. Bellos y palaciegos edificios quedaron en llamas en muy poco tiempo. Incluso el palacio de Mandodari fue envuelto por las llamas. Ella salió corriendo. Las gentes corrían por todas partes en busca de protección. Ni un solo edificio se libró de las furiosas llamas.

        Hanuman le aconsejó entonces a Mandodari, "Madre, es el pecado cometido por tu marido el responsable de este fuego devastador y la consecuente pérdida de tantas vidas y propiedades. Por favor, pídele a tu marido que en adelante no cometa tan viles pecados. Si lo pudieras salvar así, ello significaría salvarte a tí misma y al clan Rakshasa."

        La gente ha de sufrir las consecuencias de sus acciones. Dios no es más que un testigo. Bueno o malo, uno recibe el fruto de sus acciones. Por ende, ante todo y en primer lugar, uno habrá de desarrollar la moralidad, que se basa en el desarrollo, primero, de las cualidades humanas. Si han de desarrollarse las cualidades humanas en una persona, uno habrá de sentir amor por Dios. Es así que el amor por Dios, el temor al pecado y la moralidad en la sociedad son interdependientes. Cuando haya moralidad en la sociedad, toda la gente estará a salvo. Hay otro punto importante que ha de ser recordado en este contexto. Pueden ocultar sus acciones ante la sociedad, mas el Dios omnipresente lo sabe todo. Habrán de sufrir las consecuencias de sus acciones. Esta es una ley inmutable. por ende, si pudieran, ayuden a otros, está bien. De lo contario, guarden silencio. No dañen a otros. No cometan errores a través del pensamiento, la palabra ni la acción. A veces, puede que no obtengan el resultado de sus acciones de inmediato. Tomará algún tiempo. Mas es seguro que llegará.

        La gente estudia textos espirituales como el Bhagavad Gita, mas fracasa en darse cuenta de su propia naturaleza innata. Los Upanishads le exhortan a uno, "Amado hijo, intenta realizar primero tu propia naturaleza. ¡Conócete a tí mismo! Si puedes hacerlo eso equivale a conocerlo todo." El conocimiento de Sí Mismo (Atma Bodha) desemboca en la realización, "Yo no soy el cuerpo, no soy la mente, no soy el intelecto" etc.

        La mente es como una tela que consiste de hilos entramados. ¿Cuánto durará esta tela? Mientras los hilos estén intactos. Una vez que uno los va quitando, la tela va perdiendo su forma. O, si la ponen sobre el fuego, quedará reducida a cenizas.

        La gente dice, "Fulana de tal es mi mujer, y fulanito es mi hijo, fulano de tal es mi yerno, y fulana de tal es mi hija" etc. Estas relaciones son sólo una ilusión. ¿Quiénes son todas estas gentes? Todas son propiedad de Dios. Todo en el mundo es propiedad de Dios; nadie tiene ningún derecho en absoluto. Las gentes pelean entre sí reclamando derechos, perdiendo con ello el tiempo. "El tiempo perdido es pérdida de vida". De hecho, no es el tiempo lo que desperdiciamos: estamos desperdiciando nuestra preciosa vida.

        Para concluir, Me gustaría enfatizar una vez más que debieran cultivar el amor por Dios, el temor al pecado y la moralidad en la sociedad. Estos son bienes valiosos que deberían salvaguardar siempre. Si lo hicieran, estos valores a su vez les protegerán.

        Piensan que deben realizar hoy el Brahma Tatthwa (el Principio de Brahma). De hecho, Brahman no tiene nombre ni forma. Es nirgunam, niranjanam, sanathana niketanam, nitya, shuddha, buddha, mukta, nirmala swarupinam (Dios no tiene atributos, es inmaculado, la morada final, eterno, puro, iluminado, libre y la encarnación de la sacralidad).

        Voy a continuar Mi Discurso mañana.

 

oo—oo—oo

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Traducción de Herta Pfeifer

Santiago, julio 2009



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De: galyo Enviado: 19/07/2009 08:03
Sai Ram ! :)


 
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