Krishna
fomentó lo que era realmente beneficioso para Arjuna. Consideró seriamente
lo que promoviera realmente la reputación, el Atma-ananda (ventura) y el
Dharma (Conducta Correcta) en Arjuna. Cuidó y defendió a Arjuna como a Su
propio aliento vital; cuidó de Arjuna como uno cuida sus ojos o su
corazón, y de este modo le transformó al enseñarle acerca de cosas santas.
Krishna amaba a Arjuna de manera entrañable; ello responde a la naturaleza
de un genuino Guru. Tampoco Arjuna era un ser común; se inclinaba
humildemente ante Krishna y llevaba a cabo con sinceridad lo que Él le
asignaba. En cualquier situación, se atenía a la orden y palabra de
Krishna; llevaba su camaradería con el Señor como la armadura que le
salvaría de todo daño, como su cuerpo mismo, como algo que debía adoptar,
fortalecer y cuidar. Así es como Guru y Sishya (discípulo) debieran estar
vinculados entre sí.
- Geetha Vahini, Chap XI.
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