Nyung-nye: el ayuno en el budismo
Nyung-nye o Ñung-ñe o Ñune, significa ayuno en tibetano y es una
práctica de purificación de karma muy poderosa. Se suele hacer durante
el mes de Saka Dawa, que es el cuarto mes tibetano, cuyo día de Luna
Llena se celebra el nacimiento e iluminación de Buda, cuando las
acciones positivas se multiplican por diez millones, pero en realidad se
puede hacer en cualquier momento.
Para poder realizar esta práctica se necesita haber tomado la iniciación
de Chenresig 1000 brazos y haber tomado preceptos con un maestro
cualificado.
El origen de esta práctica viene de Guelongma Pelmo, hija de un rey
indio que nació poseyendo todos los signos de una Dakini de la
Sabiduría. Iba a ser casada, pero pidió permiso a los padres para
practicar el Dharma. Recibió enseñanzas y fue abadesa de un monasterio.
Pero contrajo la enfermedad de la lepra y tuvo que dejar el monasterio.
Se retiró a una choza en un lago donde meditó en la deidad Chenresig,
que se le apareció y le dijo que fuese al templo donde residía "el de
los ocho rostros" (Chenresig 1000 brazos) si quería obtener todas las
realizaciones. Llegada al templo, el guardián no la dejó entrar por su
enfermedad. Permaneció en la parte trasera del templo, haciendo la
práctica de Ñung-ñe. Al cabo de siete meses el templo se giró, quedando
la puerta principal delante de ella y alcanzó el cuerpo del Arco Iris,
la más alta realización.
Guelongma Pelmo recibió las instrucciones para la práctica del Nung-ñe
del propio Chenresig y éstas pasaron a través de un linaje
ininterrumpido de maestros a discípulos hasta nuestros días.
Este retiro corto de ayuno ha sido una práctica muy extendida en el
Tíbet, realizada regularmente tanto por monjes como por laicos. Hay
algunos días especiales del año, como el aniversario de la Iluminación
de Buda Sakyamuni; durante los cuales se practican series de varios
Ñung-ñes seguidos en numerosas aldeas y pueblos del Tíbet y Nepal, donde
se reúnen hombres y mujeres, tanto jóvenes como ancianos o niños, para
hacer juntos este retiro.
El retiro dura dos días completos. El primer día, muy temprano por la
mañana (antes de la salida del sol), se toman los 8 preceptos Mahayana
y, se empieza la primera sesión, durante la cual se hacen postraciones a
los Lamas del linaje y a los 35 Budas. A continuación se hace la
práctica de Chenresig 1000 brazos en forma muy completa y detallada,
meditando en cada una de las etapas, de acuerdo con la práctica de Kriya
Tantra, y se recita el mantra. Finalmente se hacen de nuevo
postraciones a Chenresig mientras se recitan 21 veces las famosas
Alabanzas cantadas por Guelongma Pelmo.
Esta sesión se repite durante tres veces el primer día y cuatro durante
el segundo. Finalmente, el tercer día se hace una sesión por la mañana
temprano, acabando el retiro al amanecer. El segundo día, además de
tomar los 8 Preceptos Mahayana, se debe guardar ayuno completo, silencio
y abstenerse de beber líquidos durante todo el día, rompiendo el ayuno y
el silencio al empezar la última sesión de madrugada.
Debido al aislamiento por el ayuno y al silencio, a la concentración y a
la recitación del mantra, la practica del Ñung-ñe, a pesar de ser muy
breve, es un método muy poderoso para purificar la mente y para
desarrollar amor y compasión hacia los seres que sufren.
Todos los obstáculos que encontramos para practicar el Dharma, tanto los
problemas económicos como la falta de tiempo, los condicionamientos de
la sociedad en que vivimos, la falta de concentración o las personas que
nos impiden practicar, todo ello ocurre debido a que tenemos en nuestra
mente las impresiones del karma negativo acumulado en el pasado. Ahora
bien, todas estas impresiones podemos borrarlas haciendo prácticas de
purificación.
En una casa que ha estado abandonada muchos años, se acumula el polvo y
la suciedad. Así que para poder habitar en ella de forma agradable es
necesario hacer primero una limpieza a fondo. Del mismo modo, nuestra
mente ha estado abandonada y a merced de los engaños durante muchísimo
tiempo, así que para poderla utilizar de una forma fácil en la práctica
del Dharma, es necesario limpiar todas estas impurezas acumuladas
durante tanto tiempo.
Especialmente, en la práctica del Ñung-ñe, gracias a las bendiciones de
la Compasión de todos los Budas, que se manifiestan en la forma de
Chenresig, podemos eliminar el egoísmo y el egotismo, el pensamiento de
desear siempre lo mejor para uno mismo sin considerar a los demás, que
es la causa de todos los problemas, obstáculos y dificultades que
experimentamos desarrollando amor y compasión y el deseo de hacer
felices a los demás.
El Ñung-ñe es una práctica dura, una práctica en la que experimentamos
dificultades, pero si observamos la vida que llevamos, veremos que es
una vida dura, llena de problemas y de experiencias desagradables, y
todos estos problemas y dificultades que experimentamos en la vida
ordinaria, no nos ayudan a estar mejor, incluso a veces nos sumergen más
en una situación de malestar e insatisfacción. En cambio, las pequeñas
dificultades que experimentamos durante la práctica del Ñung-ñe, nos
traen un gran beneficio. Temporalmente nos proporcionará un estado de
calma y de pureza interior y en el futuro, gracias a las impresiones que
la práctica deja en nuestra conciencia, obtenemos una felicidad mucho
mayor, ayudándonos especialmente en el momento de la muerte y de tomar
un nuevo renacimiento.
La condición necesaria para convertirse en un practicante del Camino
Mahayana es desarrollar el pensamiento de la Iluminación, que es la
actitud altruista de tratar de obtener el estado de Buda para poder
beneficiar a todos los seres. Solamente nos convertimos en un Bodisatva
cuando desarrollamos esta actitud. El Ñung-ñe es la práctica ideal para
que nazca el pensamiento de la Iluminación en nuestra mente, porque la
raíz de la que aparece este pensamiento es la Gran Compasión, que es la
verdadera naturaleza de Chenresig y es a la vez la esencia de la
práctica del Ñung-ñe. La compasión es el deseo de que otros no sufran.
Cuando nosotros experimentamos dificultades y nos damos cuenta que ello
nos resulta desagradable e insoportable, y que tenemos un gran deseo de
vernos libres de esta situación, si en este momento pensamos que hay
muchísimos seres igual que nosotros, que se encuentran atormentados por
desgracias mucho mayores que la nuestra y que también tienen un gran
deseo de liberarse de ello, entonces podemos desarrollar compasión hacia
ellos. En este caso, las dificultades que experimentamos nos traen un
gran beneficio, porque la compasión y el pensamiento de beneficiar a los
demás, es la raíz de todas las virtudes y de toda la felicidad y
bienestar.
Pero esto no ocurre normalmente. Cuando tenemos problemas o dificultades
sólo nos preocupa nuestra propia situación y no nos acordamos de lo que
pueda ocurrirle a los demás. Durante la práctica del Ñung-ñe, solamente
por tener fe en la Deidad y por guardar los preceptos, aunque no
podamos controlar nuestra mente ni concentrarnos con claridad, gracias a
las bendiciones de Chenresig, cualquier dificultad que experimentamos
se convierte en una gran purificación y en la causa de una gran
felicidad, tal y como se explica en la oración que habla de los
beneficios y que se recita al final de la práctica.
Todos los méritos que se acumulan por hacer la práctica del Ñung-ñe,
como los beneficios que se obtienen por tomar los 8 Preceptos Mahayana,
son tales como el obtener un renacimiento humano perfecto, dotado con
todas las libertades y dones; y los beneficios de recitar los nombres de
los 35 Budas, de hacer postraciones y alabanzas a Chenresig, son
méritos que hacen que las enseñanzas del Buda aumenten, se extiendan y
no degeneren.
Al Concentrarse en el cuerpo de la deidad se purifican todas las faltas
de nuestro cuerpo y los cuerpos de los demás. Al Concentrarse en el
sonido del mantra, y por guardar silencio, se purifican todas las faltas
de nuestra palabra y las de los demás. Al concentrarse en la Vacuidad y
en la Compasión se purifican todos los oscurecimientos de nuestra
mente.
Durante la práctica, cuando se siente calor o frío, se elimina el karma
de nacer en los infiernos. Cuando se siente hambre o sed, se elimina el
karma de nacer como espíritus hambrientos. Al experimentar sueño y
aturdimiento se elimina el karma de nacer como animal. Cualquier miseria
que se experimenta, tanto en el cuerpo como en la mente, es una gran
purificación y se convierte en la causa para la felicidad de uno mismo y
de los demás.
Chenresig conoce que todos los fenómenos son vacíos de existencia
inherente, que están libres de toda fabricación y que son en esencia
puros, y, sin apartarse de este conocimiento, por su gran compasión, se
manifiesta de infinitas formas para beneficiar a los demás. De la misma
manera, si nosotros practicamos el Ñung-ñe con una gran fe en la Deidad,
con compasión hacia los demás, y siendo conscientes de que la
naturaleza de todos los fenómenos es la Vacuidad, que todo es como una
ilusión y que no tiene ninguna existencia en sí mismo, aparte de ser una
mera imputación de la mente; de esta forma nuestra práctica será con
toda certeza el camino rápido para alcanzar el estado de Buda.
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