La Geometría Sagrada se presenta como el emblema de la realidad de
todo el cosmos. Unas veces se lo denomina el lenguaje de la luz y otras
el lenguaje del silencio. De todas las formas geométricas la que resume
en una sola a todas las existentes se encuentra comprendida en el modelo
denominado la flor de la vida. Según la Geometría Sagrada, nada existe
en el universo que no se halle manifestado en esta figura. En ella se
encuentran todas las lenguas, todas las leyes físicas, todas las formas
biológicas e incluso cada uno de nosotros como elementos individuales.
La figura se llama “la flor de la vida” porque es la réplica simbólica
de un árbol. Piénsese en un árbol frutal, primero va creciendo, dando
flores y posteriormente frutos. Caen los frutos al suelo y su interior
contiene miles de semillas, cada una de las cuales guarda en sí la
imagen potencial del árbol. De igual modo, dentro de la geometría de la
flor de la vida se encuentra incluida la Creación.
El propósito de estos conocimientos es la integración de los dos
hemisferios cerebrales. Se trata de convencer a nuestro cerebro
izquierdo, o parte masculina, de que existe un espíritu “Único”y de que
es solamente El quien mueve y dirige todas las cosas. Una vez que esa
parte izquierda de nuestro cerebro se haya convencido, empieza a
producirse la integración y se inicia un proceso en el que vamos de la
polaridad a la unidad de conciencia.
Analicemos a continuación los tres primeros versículos del primer
capítulo del Génesis:
En el principio Dios creó el cielo y la tierra
Y la tierra carecía de forma y estaba vacía.
Y las tinieblas cubrían las profundidades.
Y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.
Y dijo Dios: Hágase la luz
Y la luz se hizo.
Si el Espíritu se mueve en el vacío, tendrá que moverse en relación a
algo. El Gran Vacío es la nada total. Si todo lo que existe es espíritu y
éste se mueve pero careciendo de un punto de referencia, ¿ cómo se
puede saber que está en movimiento?. Akenatón el sacerdote-faraón
gobernante analizaba el problema de la siguiente manera.
El espíritu se proyecta a sí mismo tan lejos como le sea posible en las
seis direcciones – arriba y abajo, adelante y atrás, izquierda y
derecha. Tal movimiento se basa en tres ejes marcados con x, y, z. La
longitud de la proyección carece de importancia.
En la Geometría Sagrada, una línea recta se considera macho, mientras
que una línea curva es hembra. Así que al girar el octaedro sobre su
eje, el espíritu pasa de lo masculino a lo femenino como sucede en la
esfera. La Biblia dice que primero se hizo el varón y después la hembra.
Esto corresponde a un movimiento que va de líneas rectas a líneas
curvas.
Ahora el espíritu de Dios se encuentra a sí mismo en el interior de una
esfera. Dice el Génesis “ El espíritu de Dios se movió sobre la
superficie de las aguas”. Pero ¿hacia donde?. En todo el Universo no
existía mas que un lugar y ese lugar era la superficie. Hacia un punto
de la superficie, no importa cuál. El movimiento necesario para salir
del Gran Vacío es moverse hacia la superficie .Tras ese primer
movimiento todos los demás son automáticos.
El primer movimiento que surge del Gran Vacío, es un movimiento hacia la
superficie.
Cada movimiento posterior le muestra a usted dónde se ha de hacer
exactamente el inmediato, hasta que todo el universo quede creado.
El tercer verso del Génesis dice: “Y dijo Dios: Hágase la luz y la luz
se hizo”.
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