SONIDOS DEL TAMBOR CHAMÁNICO
Por Mircea Eliade
El chamanismo fue una religión sustentada en la idea del viaje extático.
Nació en el Asia central, en Siberia. El chamán debía abandonar su
cuerpo para, en éxtasis, viajar hacia el infierno y el cielo. Para
consumar su mágico viaje, era indispensable una "sesión chamánica" en la
que la danza y el sonido mágico del tambor era un estímulo esencial
para la mística proyección del hombre sagrado hacia planos invisibles de
la existencia. En esta momento de Temakel, difundiremos ese poder
mágico del sonido del tambor chamánico, cuyo sonidos eran percibidos
como "la voz de los espíritus" por los antiguos chamanes, tal como nos
lo recuerda Mircea Eliade, el gran historiador de las religiones, en su
clásico obra El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis, que es
la fuente de las consideraciones sobre el tambor chamánico que
compartimos ahora con ustedes.
Fotografía arriba, chamán con su tambor en imagen del CD Voices from the
distant Steppe, cantos rituales chamánicos del pueblo Tuva. Obra
editada por el sello RealWorld.
El tambor chamánico
El tambor asume un papel de primer orden en las ceremonias chamánicas.
Su simbolismo es complejo; múltiples sus funciones mágicas. Es
indispensable para el desarrollo de la sesión, ya conduzca al chamán al
"Centro del Mundo", ya le consienta volar por los aires, ya convoque y
"aprisione" a los espíritus, o ya, por último, que el tamborileo permita
al chamán concentrarse y volver a establecer un contacto con el mundo
espiritual que se dispone a recorrer.
Se recuerda que muchos sueños iniciáticos de los futuros chamanes llevan
aparejado un viaje místico al "Centro del Mundo", a la residencia del
Árbol Cósmico y del Señor Universal. Con una de las ramas de este Árbol,
que el Señor deja caer para ello, el chamán fabrica la caja de su
tambor. La significación de este simbolismo nos parece que surge con
bastante claridad del conjunto del cual es parte: la comunicación entre
el Cielo y la Tierra por medio del Árbol del Mundo, esto es, por el Eje
que se halla
en "Centro del Mundo". Por el hecho de que la caja de su tambor está
sacada de la propia madera del Arbol Cósmico, el chamán, al tañerlo, es
proyectado mágicamente cerca de ese Árbol: es proyectado al "Centro del
Mundo", y, por el mismo impulso, puede ascender a los Cielos.
Desde este punto de vista, el tambor puede ser identificado con el árbol
chamánico de múltiples peldaños por el cual el chamán sube
simbólicamente al Cielo. Trepando por el álamo, el chamán se aproxima al
Árbol del Mundo y después sube efectivamente a él. Los chamanes
siberianos tienen también sus árboles personales que no son sino
representantes del Arbol Cósmico; algunos utilizan asimismo "árboles
invertidos", esto es, clavados por sus raíces en el aire, y que, como se
sabe, son uno de los símbolos más arcaicos del Arbol del Mundo.
Todo este conjunto, unido a las relaciones ya notadas entre el chamán y
los álamos de las ceremonias, muestra la solidaridad entre el Árbol
Cósmico, el tambor chamánico y la ascensión celeste.
La misma elección de la madera con la que se hará la caja del
tambor depende únicamente de los "espíritus" o de una voluntad
trans-humana. El chamán ostiaco-samoyedo coge su hacha y, cerrando los
ojos, entra en un bosque y toca un árbol a la ventura; de éste sacarán
sus compañeros la madera para la caja, al siguiente día.
...También se procede a la "animación del tambor" rociando su caja con
alcohol. Entre los Yakutes se recomienda escoger un árbol herido por el
rayo. Todas estas costumbres y precauciones rituales muestran claramente
que el árbol concreto ha sido transfigurado por la revelación
sobrehumana y que en realidad ha dejado de ser un árbol profano y
simboliza al propio Arbol del Mundo.
La ceremonia de "animación del tambor" es sumamente interesante. Cuando
el chamán altaico lo rocía con cerveza, el aro se "anima" y, por
conducto del chamán, cuenta cómo el árbol del cual formaba parte creció
en el bosque, cómo fue talado, traído al pueblo, etc. Después el chamán
rocía la piel del tambor y ésta "animándose", cuenta también su pasado.
Por medio de la voz del chamán, el animal habla de su nacimiento, de sus
padres, de su infancia y de toda su vida hasta que el cazador lo mató.
Termina asegurándole al chamán que le prestara muchos servicios.
...Todas las imágenes de los tambores están dominadas por el simbolismo
del viaje extático, esto es, por los viajes que suponen una ruptura de
nivel y, por tanto, un "Centro del Mundo". El redoble inicial de la
sesión, destinado a evocar los espíritus "encerrarlos" en el tambor del
chaman, constituye el momento preliminar del viaje extático. Por este
motivo se dice que el tambor es el "caballo del chamán". ...La idea del
viaje extático se encuentra también el nombre que dan a su tambor los
chamanes de los Yurak de la tundra: arco o arco cantante. Según
Lehtisalo y Harva, el tambor chamánico servía originariamente para echar
a los malos espíritus, cosa que se podía hacer también valiéndose de un
arco. Es totalmente exacto que el tambor se utiliza a veces para
expulsar los malos espíritus, pero en semejantes casos su empleo
particular se ha olvidado y se acude a la "magia del ruido" con la que
se expulsa a los demonios. Tales ejemplos de modificación de función son
bastante frecuentes en la historia de las religiones. Pero no creemos
que la función originaria del tambor haya sido la de expulsar espíritus.
El tambor chamánico se distingue precisamente de los demás instrumentos
de la "magia del ruido", porque hace posible una experiencia extática.
Que ésta, en sus orígenes, fueron preparada por el encanto de los
sonidos del tambor, encanto que era valorado como "voz de los
espíritus", o que se haya llegado a una experiencia extática después de
la extrema concentración suscitada por un redoble prolongado, es un
problema que no afrontamos de momento. Pero hay un hecho cierto; es la
magia musical la que ha decidido la función chamánica del tambor, y no
la antidemoníaca magia del ruido. (*)
(*) Fuente: Mircea Eliade, El chamanismo y las técnicas arcaicas del
éxtasis, Ed. Fondo de Cultura Económica, México.
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