El Megacosmos y Los Ciclos
Según los antiguos, existen ciclos tan largos en el universo que a los humanos les merece, uno solo de ellos, el nombre de eternidad. Esta es una nominación evasiva, pues en verdad el hombre no puede concebir la eternidad sino la duración constante. Y aun esta duración padece de una conceptualización deficiente, pues no entendemos cuándo comienza ni cuándo termina, sin dejar por ello de existir.
Todo intento de racionalización de este fenómeno se nos escapa como el agua entre los dientes de un tenedor. Tan solo percibimos la mínima humedad que el paso del líquido dejó sobre el utensilio. Pero es el único que de ello podemos obtener y a esto nos aferramos para tener, aunque sea, un atisbo de conciencia de aquello que rebasa nuestra conciencia en si.
Lo que llamamos MEGACOSMOS -por darle un nombre lo más apropiado posible- constituye un sistema de galaxias separadas por millones de años luz en lo material y todo aquello que por ser inmaterial tiene para el hombre una existencia evidente pero irreal para sus sentidos y para su inteligencia. Es...el misterio.
De ello jamás hablan los verdaderos esoteristas; y si se ven forzados, lo hacen de manera tal que no pueden extrear definiciones que, por sus naturalezas, niegan, ¡imitándolo! aquello de lo cual tratan.
En el origen y la finalidad del megacosmos están los enigmas, todo lo que ignoramos e ignoraremos mientras estemos bajo nuestra humana condición. Ni siquiera podemos definirlo por negación, pues negar algo es ya darle una condición y abrir opinión.
Nuestra única seguridad interna es que en ello está Dios, pero no el Dios bueno, o cualquier otro atributo humanizado. Simplemente Dios. Simplemente misterio. Es lo que ignoramos sacralizado por su dimensión sobre-humana, para racional y totalmentee fuera de nuestro alcance conceptual...
Los Indos le llamaban la no-cosa y lo mismo hicieron todos los esoteristas de todos los pueblos. Todo está allí y nada está alli.
Jorge A.Livraga
-Como es arriba es abajo-