Rejalgar, su nombre deriva del árabe, "Rahj al ghar", polvo de mina. Oropimente, del latín "auri pigmentum", pintura dorada, en alusión a su color característico, se suponía que contenía oro. Ambos son sulfuros de arsénico. De este último elemento ya hemos hablado ampliamente en otros minerales. Conocemos su importancia y relación con el ego. Destacar que el Rejalgar, As4S4 , es alterado por la luz, trasformándose en Oropimente, As2S3, por eso los describimos juntos, están muy relacionados. Ambos fuertemente tóxicos, debemos manipularlos con cuidado.

De origen hidrotermal de baja temperatura, son propios de ambientes subvolcánicos. Es posible hallarlos además en depósitos sedimentarios y en dolomitas metamórficas. El oropimente puede ser resultado de la alteración del rejalgar. Aparecen en los mismos yacimientos. Suelen estar acompañador por: Cinabrio, oro, plata, sulfuros de antimonio, plomo y plata, así como baritina, cuarzo y calcita. Minerales raros, acostumbran a presentarse mas frecuentemente formando pequeñas costras o rellenando hendiduras, junto con arsénico nativo, sus cristales, escasos, especialmente del Rejalgar; son de pequeño tamaño, extraordinaria belleza y vehemente color rojo. Los del Oropimente menos infrecuentes y más grandes, varían entre amarillo anaranjado, verdoso y naranja rojizo. Sus propiedades son más poderosas en los ejemplares cristalizados.

El Rejalgar representa energía sexual en estado puro . Enseña a canalizar este inmenso poder sin ser atrapado por él. Es preciso que los chakras base y transpersonales inferiores estén en proceso de activación, para ello servirán el Ópalo Negro, Hidrohetaerolita, Cuarzo Ahumado Fantasma, Manganita, Hematites (negra y roja), Ferberita, Magnetita, Skutterudita, Goethita, etc. Debéis estar dispuestos a integrar todas vuestras existencias, uniros a Gaia, ser uno con ella, ver más allá de las apariencias, con la visión del maestro, disfrutando las lecciones que os encontrareis, el camino es arduo, las “movidas” de consideración.

Guste o no, este cristal confrontará, mostrando partes ocultas que debemos aceptar y liberar. Tal vez para algunos sea demasiado intenso, para ellos mejor comenzar con el Cinabrio, conocido también como “Sangre de Dragón”, representa el valor, la fuerza y determinación necesarias para el paso siguiente, “el Rejalgar”. Cuando aprendemos a conducir no subimos en un “formula 1” el primer día, es preciso, entrenamiento, experiencia, paciencia, determinación, y confianza, todas virtudes necesarias al trabajar con el rejalgar; del rojo más profundo y puro, nos encara directamente con el proceso de Ascensión.

Este sulfuro de arsénico libera al segundo chakra de las ataduras auto-impuestas, y vaya si lo hace. Recordad, es extremadamente venenoso, como las ilusiones que nos han oprimido tantas vidas. Nos enfrenta a ellas, sin escapatoria; miedos, apegos, pequeñas alegrías, tristezas, decepciones, traumas y bloqueos. El complicado, enmarañado mundo creado en nuestro sueño de dualidad, que aporta esa aparente seguridad de lo sabido. El despertar es una prueba de absoluta confianza, inexplicable con nuestros cinco sentidos físicos, una necesidad vital que impulsa a superar cualquier dificultad avanzando hacia lo desconocido.

Este cristal fuerza a reconocer antiguas energías, creaciones no aceptadas, que pretendemos negar, paso previo y preciso para su liberación. Crean patrones de comportamiento que nos condicionan y dan forma en nuestra vida a problemáticas repetitivas. Al transmutarlas suele producirse una carga emotiva, perfectamente comprensible; por muchos años nos han acompañado. La resolución exige un enfoque nuevo basado en el Amor y la conexión con la Madre Tierra. El rejalgar enseña a encontrar el propio centro de poder. Una vez superado el temor jamás volverá a dominarnos, pasando de un círculo cerrado a una espiral. Siendo libres conoceremos quien somos realmente.

Una oruga al trasformarse en crisálida, no regresa a la conocida vida anterior. De la metamorfosis renacerá diferente. Como nosotros ella debe confiar en que esas nuevas sensaciones, tan desconcertantes, forman parte del proceso de ascensión, es algo pasajero, ajeno, intrínseco al cambio que vivimos. Renaceremos cual bellísima mariposa, es inevitable. Disminuir la resistencia al avance aceptando el proceso será de gran utilidad, lo contrario es doloroso al crear una resistencia inútil. ¿Cuántos de vosotros habéis tenido premoniciones que hablan de un nuevo nacimiento? La mayoría os sentís identificados con este cristal.

El mundo que imaginamos para experimentar la dualidad llega a su fin, debemos permitir que se aleje. Es el paso necesario para recuperar el Poder Divino y nacer en la Nueva Gaia. El Rejalgar es tan intenso, trasmite tal auto-confianza, nos dispensa una inmensa fuerza creativa al alcance consciente. El Ego recupera su misión de servidor, permite maravillarnos de nuestra grandeza. Es un renacimiento sin pasar por muerte física.

El Oropimente, instruye en la evolución de la energía sexual en fértil creatividad al incidir el amarillo del mental sobre el rojo del Rejalgar, el naranja, color de este cristal, es la combinación de Rojo y amarillo. Es apropiado utilizarlo con Estibina, Piromorfita, Lepidolita, que nos ayudan en el cambio de las estructuras cerebrales rígidas, facilitando el acceso a otros planos dimensionales más sutiles, los reinos de la inspiración en estado natural. El Oropimente facilita la plasmación de “ideas geniales”, nuevas y revolucionarias, los grandes inventos. Al traducir una información abstracta en datos precisos, concretos y alcanzar una visión superior que aplicamos práctica y conscientemente.

Es fácil crear de la nada, materializar potenciales, para experimentar quien somos, “el Mago”, otro aspecto del Ser Crístico. Este inmenso poder esta disponible únicamente para quien con el corazón puro y guiado por el Amor va en pos de su elevación, “el Sanador Espiritual”, activándose únicamente cuando estamos preparados.

El Oropimente es como deslizarse por las ardientes tierras del desierto, solitarios caminos, ondulantes crestas de finísima arena dorada que se expanden hacia el infinito, guijarros, arbustos pequeños, acacias, tormentas de arena, noche gélidas. Deleitarse con las bellísimas puestas de sol, admirar el cielo estrellado y los incomparables amaneceres anaranjados. Son esas etapas de la vida que después de un duro viaje, percibimos a lo lejos el resplandor verde y la refrescante brisa del oasis…………………………………….,eso amigos, es otro relato.

Con Amor y Humor.

Carlos y Carmen
alcyon2012@yahoo.es


Oropimente, Shimen, Hunan (China)