Usos espirituales de los Cuarzos.
El uso que se le ha dado a los cuarzos desde el punto de vista espiritual proviene de que se le atribuyen propiedades energéticas capaces de influir en la vida de las personas, especialmente en su salud. Sabemos que las culturas ancestrales le otorgaban propiedades energéticas significativas, como por ejemplo en los antiguos pueblos que habitaban este continente su uso ha sido muy extendido. Entre los mapuche, por ejemplo, el cuarzo cumple un rol esencial en la iniciación y terapéutica del (de la) machi. Por ello muchas terapias contemplan al cuarzo como un conductor de las energías curativas.
Considerado un "aliado" para el "hombre de poder", al cuarzo se le atribuye la propiedad de ser un puente de comunicación entre el mundo espiritual y el mundo material, entre la tierra de arriba y la tierra de abajo, entre el que cura y el que necesita ser curado. Además se cree que un cuarzo como la amatista puede propiciar el ambiente para la meditación y la inspiración, de igual modo en la antigüedad se la consideraba como un protector en las batallas, de allí que los Cruzados la llevaran como amuleto. Asimismo, se piensa que el cuarzo rosado puede facilitar una buena convivencia entre las personas.
Agata: favorece la tranquilidad emocional, y además en la antigüedad el ágata de la India era considerado un excelente remedio para los ojos y la egipcia era efectiva contra mordeduras de arañas y escorpiones.
Onice (onix): es un aliado en cuestiones prácticas.
Opalo, considerado el cuarzo de las leyendas, en el pasado ha dado mucho de que hablar, por cuanto se pensaba que envuelto en laurel ayudaba a hacerse "invisible" a quien lo portaba. Debido a la novela Ana de Geirstein, del gran escritor Walter Scott, al ópalo se le comenzó a considerar una piedra de infortunios, contradiciendo el significado que siempre había tenido, especialmente en Oriente de traer "buena suerte". Para potenciar la relación entre la persona y la piedra de poder (en este caso el cuarzo) es necesario realizar una práctica que contempla ejercicios respiratorios y ciertos mudras (símbolos gestuales con las manos).
La creencia en los poderes de las piedras está fundada en la convicción de que ellas son nuestras HERMANAS MAYORES, que están en este planeta mucho antes de la existencia de la vida humana y que por tanto su memoria espiritual está familiarizada con significativos acontecimientos de nuestra madre naturaleza. Establecer una comunicación con estas hermanitas nos permite entonces viajar a inmemoriales épocas y experimentar otras dimensiones perceptuales.
Características y tipos de Cuarzo. El cuarzo constituye uno de los tres grupos de la subclase de los tectosilicatos, de la clase de los silicatos ( Si O4 ), que son los componentes más importantes de las rocas. De este modo el cuarzo está considerado el más importante de los silicatos y, de acuerdo a la gemología, se presenta en dos formas específicas, la fenocristalina y la criptocristalina.
De la primera forma son el cristal de roca o cuarzo yalino, la amatista o cuarzo violeta (cuyo nombre significa la que "no embriaga"), la citrina o cuarzo amarillo (confundida muchas veces con el topacio, de allí que también se la conozca como topacio español), y otras variedades como el cuarzo ahumado o cairngorm, el cuarzo transparente o cabello de Venus, el cuarzo rosado y el cuarzo jacinto de Compostela o cuarzo hematoide.
De la forma criptocristalina son la calcedonia común o calcedonia blanca, la calcedonia azul o crisoprasa azul, la cornalina, la sarda, la ágata, el ónix (ónice) y la crisoprasa o calcedonia verde claro. También pertenecen a esta forma el pedernal, el jaspe y el heliotropo o piedra sangre. Otras variedades son la aventurina, el cuarzo ojo de gato, el cuarzo ojo de tigre, el cuarzo ojo de halcón y el cuarzo ojo de toro u ojo de buey. Finalmente tenemos todas las variedades del ópalo, cuyo nombre deriva del sánscrito upala que quiere decir "piedra preciosa". |