La Acupuntura Es un antiguo método curativo que forma parte de la Medicina tradicional china, estando intrínsecamente unida a la filosofía china. Esta afirma que toda la materia viva es activada por una fuerza o energía vital denominada chi. Sin esa energía no puede haber vida. La fuerza vital-chi- fluye en el cuerpo por canales denominados meridianos. La enfermedad aparecería cuando el chi no puede fluir libremente. Por ello la medicina tradicional china se centra en el mantenimiento de la circulación del chi por los meridianos. La circulación o flujo del chi depende de la correcta armonía entre el Yin y el yang. Según la filosofía china todas las cosas del universo tienen un aspecto dual que serían el -yin y el yang-, ambos son partes opuestas pero complementarias, ninguno de los dos puede existir sin el otro. Cuando existe un desequilibrio entre ambos es cuando se padece la enfermedad, por ello la acupuntura trata de entrar en los conductos de energía del cuerpo para recuperar ese equilibrio y consecuentemente restablecer la salud. En la practica la Acupuntura consiste básicamente en penetrar en al red energética del organismo mediante la introducción de agujas en puntos estratégicos de la piel. Existen alrededor de 800 puntos de acupuntura que permiten acceder a los doce meridianos principales. Estos meridianos reciben el nombre de la parte o función del organismo con la que estén relacionados. Ejemplo estómago corazón., etc. El mecanismo de acción de la Acupuntura aún no se ha dilucidado, aunque existen diversas teorías. Una de ellas se basa en que con la Acupuntura se estimularía la secreción de endorfinas y encefalinas. Otra teoría es la de "control de las compuertas", según la cual existen compuertas en las vías nerviosas que conduce el dolor desde la médula espinal hasta el cerebro, la Acupuntura cerrará dichos compuertas impidiendo que los mensajes de dolor llegasen al cerebro. Si bien todo lo expuesto precisa de estudios e investigación más exhaustiva, está fuera de duda la eficacia clínica de esta terapia en numerosas patologías. La Medicina Naturista Parte de la idea de que el hombre enferma al encontrarse en situación que lo aparta de su medio ambiente natural. En consecuencia precisa todos aquellos métodos terapéuticos que nos ofrece la propia naturaleza externa o la del propio individuo. Estos métodos se basan fundamentalmente en una correcta alimentación del individuo de forma individual y en función de la patología que presente, en el adecuado uso del binomio ejercicio-reposo y en la supresión de los agentes nocivos. Se complementa con la aplicación de métodos hidroterapeúticos y la utilización de las grandes posibilidades que ofrece la Fitoterapia En definitiva, es un método terapéutico encaminado a conseguir una Higiene Integral del individuo en su medio, cuyos beneficios pueden ser difícilmente cuestionados. Ir al ponente Fisioterapia y Fibromialgia DÑA. HELENA TORIJA LÓPEZ Fisioterapeuta y Miembro del Colégio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid Estoy harta. Estoy más que harta de que tras una larga noche en las urgencias de cualquier hospital, preocupada y vencida por un nuevo dolor que desconozco, alguien parapetado en su bata blanca, sonría ante mis antecedentes de fibromialgia y me pregunte compasivo: Señora, ¿ es usted feliz...? Esa frase es tan real como la vida misma. Me la dijo hace aproximadamente tres meses una paciente. A mi, particularmente, como Fisioterapeuta, me llegó al alma. Por encima de muchísimas evidencias científicas, los sanitarios tenemos la fea costumbre de poner etiquetas. Colocamos un nombre sobre sobre el nombre del enfermo, y con eso, de alguna manera le robamos su identidad. Le transformamos en un síntoma, en un código. Y aún más. Sobre los diagnósticos ejercemos el tremendo poder del juicio. No todos los enfermos son iguales. No todos valen lo mismo ni a nuestros ojos ni a nuestras manos. Algunos nos engrosan tanto el ego como el curriculum. Otros sencillamente son un lastre (qué pacientes tan ingratos, sobre todo los crónicos...) Como ya ha adelantado Teresa en la presentación, soy Fisioterapeuta. A la hora de elaborar esta charla he tenido un problema, en realidad solo una pequeña duda, no sé exactamente a quien va dirigida. Estamos acostumbrados a dos registros distintos en el lenguaje: para nosotros, los profesionales de la salud un vocabulario técnico y datos estadísticos, y para los pacientes, palabras algo más claras, pero también información más sesgada. Voy a intentar alejarme de cualquiera de estas dos categorías y hablar sencillamente sobre mi experiencia ante la Fibromialgia. Fisioterapia. Profesión que ayuda a las personas evitando, modificando, corrigiendo o adaptando los factores que limitan el buen funcionamiento o el comportamiento de la persona para facilitar el mayor grado de independencia y autosuficiencia, utilizando los medios físicos como instrumento. Por medios físicos entenderemos el calor, frío, movimiento (incluyendo, por supuesto el masaje), reposo, agua, electricidad, campos magnéticos... Así, aparecen técnicas específicas de hidroterapia, cinesiterapia, masoterapia, electroterapia... Sin embargo el instrumento más valioso del fisioterapeuta son las manos y el método científico aplicado tanto a las labores de valoración, como en la elección y ejecución de la técnica más adecuada y en las progresivas evaluaciones que determinarán la evolución y el éxito del tratamiento. Finalicé mis estudios de Fisioterapia en la Universidad Complutense de Madrid sin que nadie, en ninguna asignatura me nombrase la palabra fibromialgia. Después empecé a trabajar en una clínica privada, donde existían pacientes con casi todas las patologías descritas en trauma y reumatología. Sin embargo ninguno padecía fibromialgia. Al cabo de dos años cambié ese trabajo por el que desarrollo actualmente. Fisioterapeuta de Atención Primaria, Área 9 de Madrid. Desde entonces han pasado por mi consulta de la Unidad de Fisioterapia aproximadamente unas trescientas nueve pacientes diagnosticadas de fibromialgia. Algunas veces me pregunto si esto corresponde a un boom, una epidemia, o simplemente un momento de conocimiento y reconocimiento de una enfermedad. La fibromialgia: Se calcula que entre un 2 y un 4% de la población de nuestro país padece Fibromialgia. Eso supone que aproximadamente unas 800.000 personas pueden ser diagnosticadas de este síndrome. El SF supone un 6% de las consultas de Atención Primaria y alcanza a un 8% de las consultas que llegan a reumatología. Tan solo un 20% de los pacientes que la sufren evolucionan favorablemente, siendo el curso evolutivo normal del SF la cronificación. Eso supone que un 50% de los pacientes tendrán que interrumpir su actividad laboral y entre un 17 y un 25% se jubilarán anticipadamente. Hasta aquí datos económicos. Cifras. Estadísticas. ¿Y el paciente?. ¿Dónde está el paciente?. ¿Conocéis algún paciente afectado de fibromialgia?. Seguramente sí. Retrato robot: Sexo: mujer. Edad: entre 40/60 años Carácter: Hiperpreocupada y perfeccionista Impresión: Signos evidentes de ansiedad en su rostro y desconfianza ante cualquier medida terapéutica y ante la clase sanitaria en general. Llegan a la unidad de Fisioterapia con o sin el diagnostico establecido y comienzan su exposición: Dolor, sí, mucho dolor. No se puede usted hacer a la idea de cuanto. No todos los días ni de la misma manera. Pero hay algunas mañanas en las que me cuesta un sacrificio empezar a moverme, estoy bloqueada. Me duele la cabeza, los huesos de la cara, el cuello, los hombros, las manos, el pecho (hay veces en las que pienso que me va a dar un infarto...), las caderas, los dedos de los pies... hasta las orejas y las uñas me han dolido alguna vez. Cuesta creerselo, ¿verdad?. Pues es cierto. Apenas puedo dormir como Dios manda, y el mundo me pesa enormemente, no puedo con mi cuerpo ni siquiera con un bolsa. Siempre estoy cansada, dolorida, irritada. No tengo humor. Cuando cambia el tiempo aún es peor. Me tomo el gelocatil, el nolotil, el relajante... a mi ya nada me hace nada. Si no me hacen algo voy a terminar por volverme loca... Exploración: Palpo el dolor. La hipersensibilidad y el enrojecimiento inmediato de la piel. La hipertonía, la atrofia de los músculos. Balances articulares limitados por una sensación de miedo, de tensión, de más dolor... Acortamientos en las caderas anteriores, compensaciones antiálgicas. El cuerpo se pliega sobre si mismo en una espiral que empieza en el desconocimiento de lo que le sucede (¿qué me Pasa?) Y termina no se sabe bien en qué lugar (¿voy a terminar en una silla de ruedas?). La funcionalidad imposible. No puedo ponerme medias, abrocharme el sujetador, peinarme, andar un poco más de la cuenta porque todo me cansa, voy a tener que dejar de trabajar porque así no puedo seguir... Pruebas complementarias. No hay evidencias radiológicas de ningún proceso osteoarticular. La analítica de las pruebas reumáticas es negativa. Mi paciente me mira expectante deseando de la palpación que al menos alguien le ratifique que sí, que tiene algo, que no es ni la edad, ni los nervios... ¿estoy hecha un cacharro, verdad?, me pregunta.. Y si en mi gesto o en mis palabras encuentra algo de esa confirmación, quizá se sienta menos sola. La sensación: No voy a recuperar nunca mi salud. Es para toda la vida (en eso consiste la más horrible de las maneras de enfermar. No solo ser o estar, sino sentirse). Y cuánto pesimismo. ¿Cómo se cura eso?. Otra apreciación de una paciente: Me dijeron, Señora, aprenda usted a vivir con su enfermedad. Y así de fácil. Como decir: aprenda usted a hablar inglés en tres meses. ¿dónde van a enseñarme a mi a acomodarme a este dolor? ¿quién va a decirme lo que tengo que hacer los días en los que tengo tanto por hacer y no puedo moverme? ¿cual es esa academia maravillosa donde se aprende a ser un enfermo? Silencio. ¿Qué voy a responderle?. ¿Qué voy a hacer ahora?. Qué parte de ese aprendizaje me compete a mí?. ¿Qué le puedo yo enseñar?. ¿Cómo voy a hacerlo?. ¡Qué momento tan transcendente!. Sé de la habilidad con mis manos, de las técnicas de estiramiento, del entrenamiento al ejercicio aeróbico, de la aplicación de la electroterapia, de la higiene postural... ¿Cómo lo ordeno todo?. ¿Cómo voy desmenuzando la fisioterapia para que poco a poco mejore la calidad de una vida?. ¡qué pregunta!, ¡cuántas preguntas!... El dolor. Lo primero es aliviar el dolor y conocerlo. Delimitarlo, circunscribirlo, investigarlo... Escalas visuales, distribución topográfica, intensidad, influencia, factores que lo disparan, signos asociados, patrones temporales. La analgesia (conseguir el no dolor es bien difícil. Conseguir el alivio y el manejo del dolor por parte del paciente, es mucho más funcional y realista. También sirve.) Las manos. Las manos del fisioterapeuta (uy, como me benefician esas manos), y las manos del enfermo( el automasaje en sus distintas formas, clásico, la digitopuntura, la presión...).Los ejercicios adaptados a las posibilidades, la actividad laboral, la situación (pocos, bien aprendidos y globales). La electroterapia, el ultrasonido... todo vale para atajar el dolor e ir conquistando independencia, bienestar... poco a poco los músculos se vuelven más colaboradores y fuertes. Se aumenta el entrenamiento y con ello la resistencia al esfuerzo de las pacientes. Y mientras, día a día, la otra parte de nuestra terapéutica: explicamos como es el cuerpo, por qué duele, por qué cuando cambia el tiempo se empeora... Cómo ponerse calor en casa. Cómo respirar. Cómo relajarse ( el más difícil de los aprendizajes). Y las adaptaciones para la vida cotidiana (higiene postural, ergonomía, pautas de descanso y ejercicios que contrarresten la sobrecarga)... Todo eso es fisioterapia (si quisiésemos dar fisioterapia, cuánto daríamos). Volvamos al aprendizaje. Aprender. Definición: intervención humana, intencional, finalizada, integral, gradual, continuada y dinámica. Y sobre todo, activa por parte del sujeto que se educa. Eso significa: * No tomaremos decisiones en nombre del paciente * No consideraremos la teoría del vaso vacío * Respetaremos el ritmo individual de aprendizaje de cada paciente * No juzgaremos actitudes ni comportamientos que no encajen en nuestra mentalidad de sanitarios (la vivencia del dolor no es del cuerpo racional sino del emocional) Por tanto, los verbos a emplear, los objetivos válidos serían: Conocer: (escucha activa y empatía) Priorizar y aliviar los síntomas: en función de las necesidades percibidas por el enfermo (no por nosotros) Simplificar y adaptar: normas de autocuidados a la realidad y circunstancias particulares de cada paciente (teniendo en cuenta su tiempo, sus gustos, sus posibilidades). Fomentar el área social (grupos de autoayuda, gimnasio....) Pactar ( actuar no siempre implica movimiento) Evaluar nuestra actividad, registrarla y mantener abierto el canal de comunicación con el enfermo a lo largo del tiempo (programar evaluaciones más o menos espaciadas disminuye su ansiedad y su sensación de ¿ lo estaré haciendo bien?) Resultado: A veces, yo que he visto tantas fibromialgicas en mi trabajo, y que ahora colaboro como voluntaria en el curso de autocuidados de AFIBROM, me canso. Suena duro, pero no he venido aquí a soltar un discurso fácil sino a exponer lo que pienso. Hay momentos en los que olvido todo lo que ha dicho en esta exposición y me parece que mis esfuerzos como fisioterapeuta sirven de muy poco. Veo un día tras otro a las mismas pacientes en la sala de tratamientos y nunca terminan por encontrarse bien. Pero ese es un error. La percepción de salud es única y personal. Encontrarse mejor que antes o no tan mal, es casi tan importante como encontrarse bien. Hay días en los que pienso que trabajando con otro tipo de enfermos obtendría resultados más espectaculares. Este es el segundo error. A veces lo que más hace sufrir no es lo que más nos llama la atención. Como fisioterapeutas, todos tenemos mucho que aprender. La mentalidad y la visión integral del individuo y su mundo ( la triple esfera teórica biopsicosocial, que se rompe en pedazos cuando compartimentamos y fragmentamos al individuo en puntos gatillo) Esta no es una ponencia al uso, pero francamente considero difícil expresar en quince minutos lo mucho que creo que se podría hacer por aliviar los síntomas de la fibromialgia desde el campo de la Fisioterapia. Considero que hay mucho que aportar y que la solución de aprenda a vivir con su dolor exige una colaboración profesional y un tratamiento puntual que en muchos momentos estamos descuidando. Me gustaría hacer un vaticinio del futuro y augurar para todos los enfermos de fibromialgia una situación de confort y bienestar. Este futuro depende de todos. De las aportaciones que desde la administración se den para la investigación y tratamiento. Del interés de los profesionales en quitar una etiqueta y profundizar en un tema, aún tan desconocido. Y sobre todo de los enfermos, que deben aprender del autocuidado la autonomía precisa, pero también el saber suficiente como para acudir siempre a profesionales cualificados (no haré mención a masajistas y demás porque considero que esa es otra guerra, aunque compete particularmente a quienes exponen su salud a manos sin formación). La fibromialgia, tan de moda ahora, y tan extendida es un campo de pruebas donde la fisioterapia juega un papel protagonista. Error. Y éste es el último de esta ponencia. Nuestro papel nunca es protagonista. Ese, lo reservamos mejor para el paciente. Ir al ponente Experiencia en Terapia Psicologíca en la Clínica Puerta de Hierro DÑA. ALEJANDRA CARMONA Psicóloga Clínica Dentro del campo de la psicología se ha trabajado durante muchos años con enfermedades consideradas crónicas, siendo los beneficios terapéuticos muy amplios ya que se abordan aspectos muy limitantes que no se trabajan desde el ámbito médico y que la persona tampoco puede manejar sola. El problema principal de la fibromialgia es el dolor generalizado que se considera crónico dadas sus características; asociado al dolor y a la enfermedad en si misma se presentan otros problemas, tanto físicos como psicológicos, que agravan la situación de la persona. En la medicina actual se considera a la persona como un ser complejo en el que se relacionan todos los aspectos; esto supone que un dolor mantenido va a influir sobre el estado de ánimo de la persona o, al contrario, una situación que provoque en un momento determinado un sentimiento negativo va a influir sobre la percepción que la persona tiene de su dolor. Por tanto, en la actualidad el abordaje terapéutico de la fibromialgia se realiza desde distintos ámbitos, con el propósito de mejorar todos los aspectos que puedan estar perjudicando la situación de la enfermedad. La experiencia clínica en otros campos relacionados, entre ellos el dolor crónico, ha demostrado que la intervención psicológica ofrece grandes beneficios a la persona, ayudándola a asumir la enfermedad y sus limitaciones, mejorando el estado de ánimo y la capacidad de afrontar las situaciones problemáticas y, en general, mejorando la calidad de vida. La intervención en grupo se ha mostrado como una alternativa muy positiva ya que favorece la motivación hacia el trabajo, y los logros de un participante dan información al resto del grupo favoreciendo la asimilación de los contenidos. Basado en estos supuestos, se han realizado en el servicio de psiquiatría de la Clínica Puerta de Hierro, tratamientos psicológicos en grupo a pacientes diagnosticados de fibromialgia por el servicio de reumatología. Se diseño un programa donde se recogía el trabajo sobre los aspectos más incapacitantes de esta enfermedad. Los grupos estaban constituidos por unas 6-8 personas y el tratamiento completo duraba entre 10-12 sesiones. A continuación se exponen los cuatro grandes bloques del tratamiento que recogen los contenidos que se consideran fundamentales. 1.- REDUCIR LA REACCIÓN EMOCIONAL ANTE EL DOLOR. El problema principal de las personas con fibromialgia es el dolor crónico, que suele provocar una serie de respuestas perjudiciales para la persona; en este bloque se trabajan aspectos tan frecuentes como la respiración alterada o la tensión muscular, que provocan un aumento de la percepción de dolor y conllevan sentimientos negativos asociados. Mediante el entrenamiento en respiración y relajación se consigue reducir la tensión muscular y mejorar el estado general de la persona lo que provoca una disminución del dolor; además estas técnicas permiten que la persona conozca mejor su cuerpo y los cambios que en él se dan, permitiendo un mayor control y afrontamiento de las situaciones problemáticas. 2.- MEJORAR LAS ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO DEL DOLOR. Cuando una persona padece un dolor crónico, tiende a generalizarlo percibiéndolo aumentado y sin cambios a lo largo del tiempo, lo que suele provocar una mayor atención hacia el dolor y un sentimiento creciente de incapacidad. Con técnicas de afrontamiento como la distracción se consigue que la persona sea capaz de no prestar tanta atención al dolor, mejorando la calidad de vida y el manejo cotidiano; las técnicas de discriminación permiten enseñar los cambios en la intensidad del dolor a lo largo del tiempo y en distintos momentos, de forma que la persona pueda conocer mejor su dolor y evite generalizar los momentos de gran intensidad. Paralelamente, la persona asume su capacidad de funcionamiento consiguiendo no dejarse llevar por el sentimiento de incapacidad relacionado con los picos más altos de dolor. 3.- MEJORAR EL MANEJO DE SITUACIONES FAMILIARES, SOCIALES Y LABORALES. Un error muy frecuente cometido por la mayoría de las personas es pretender que las personas que le rodean adivinen lo que le sucede o lo que necesita en un momento determinado, lo que provoca tensiones y perjudica la relación con estas personas. En la fibromialgia este error conlleva otros problemas como el sentimiento de incomprensión y desesperanza por sentirse solos ante la lucha. Con el entrenamiento en Habilidades Sociales se enseña cómo corregir estos errores mediante la realización de peticiones claras y la exposición de información de la forma más adecuada al resto de las personas. Además, en la fibromialgia es muy común observar una actitud de lucha ante la enfermedad que supone un sobre esfuerzo para evitar el sentimiento de incapacidad ante la enfermedad, lo que conlleva una falta de cuidado hacia la propia persona; otro objetivo es enseñar a asumir una actitud de cuidado, procurando un equilibrio entre el esfuerzo y el descanso. 4.- MEJORAR EL ESTADO DE ÁNIMO Y LA AUTOESTIMA. Frecuentemente en enfermedades como la fibromialgia la persona pierde el valor de si misma, considerando que en su situación no es necesaria para las personas que le rodean o no es capaz de hacer nada productivo; se tienden a valorar las cosas de una forma muy negativa respecto a uno mismo y al futuro. Mediante técnicas de reestructuración cognitiva se enseña a la persona a valorar los aspectos positivos que rodean su vida y que por su experiencia simplemente no son capaces de ver; la persona aprende a verse como alguien útil, necesaria, con una vida propia y con valor por si misma en todos los roles de su vida. Con técnicas de resolución de problemas se ayuda a la persona a romper con la actitud de impotencia, a asumir su capacidad para afrontar los problemas y, por tanto, a manejar su situación y mejorar su calidad de vida. Ir al ponente Experiencia Multidisciplinar en el Centro de Salud "Mendiguchia Carriche" de Leganes DÑA. ANA TRAPIELLO Coordinadora de Enfermería Bueno prometo ser breve, por fin la última y no me extraña eh, porque es que son dos horas y media. Tenéis un mérito increíble. Bueno agradecer también a Teresa y a la Asociación el haberme invitado, disculpar a otra persona que está puesta en el programa, y bueno no es que no haya podido mi querido venir, ha estado con nosotros en este proyecto y en esta experiencia, y ésta, pero además ahora está con un niño de un mes y entonces bueno pues eso la incapacita, está encantada con su hijo. Bueno lo que yo voy a contar de verdad que, breve, breve, breve, es la experiencia, es una experiencia de investigación, que bueno pues nos la ha financiado el Centro de Investigación del INSALUD y que la hemos puesto en marcha, hemos hecho una experiencia en el Centro de Salud Mendiguchia Carriche de Leganés. ¿Por qué hicimos esto?, es decir ¿Por qué nos planteamos esto?, un poco la justificación, no. Pues un poco por lo que hemos ido oyendo aquí esta tarde, estaba claro que las opciones terapéuticas tradicionales, la consulta, los gelocatiles, los no sé qué, parece ser que eran insuficientes para tratar el dolor y para tener una percepción de más salud, por lo menos vosotras no la teníais. Por otro lado conocíamos, sabíamos que había estudios fundamentalmente en el Reino Unido, donde hablaban de tratamientos multidimensionales que mejoraban efectivamente el dolor, y estos mismos estudios también hablaban que aquellas personas que pertenecían a las Redes Comunitarias, Asociaciones de Vecinos, de Mujeres, de A.P.A.S., mejoraban en esta percepción del dolor, digamos que con todos estos requisitos, sabiendo que las opciones que teníamos ahora mismo en la consulta no valían, y que había estudios por ahí que hablaban de otros tipos de tratamientos, pues bueno nos pusimos manos a la obra. Empezamos el proyecto de investigación el año 1995, es decir hace 4 años, lo realizamos un equipo multidisciplinar en el que, Elena que, como fisioterapeuta estaba en el equipo, Carlos también, Carlos Ribót que también ha hablado antes, había otro Médico, dos enfermeras y una trabajadora social. La metodología que utilizábamos era una metodología multidimensional y fundamentalmente con una intervención grupal a la que Carlos ha hecho bastante referencia anteriormente. El proyecto eran 16 sesiones, 8 de tratamiento grupal, 8 de fisioterapia, donde en parte de la intervención de Elena, se enseñaba ejercicios completos y muy facilitos de aprender, también teníamos otra parte que era un ejercicio aeróbico, mediante unas bicicletas enseñábamos en todas las sesiones relajación progresiva porque, se ha hablado aquí mucho de todo lo que supone esa tensión muscular y el dolor que produce. En el tratamiento grupal son 8 sesiones de 90 minutos de duración, los grupos eran de un tope de 10-12 personas, que es lo que todos los tratamientos grupales dicen que es el óptimo para trabajar, y la población que cogimos eran mujeres entre 35 y 65 años. Las sesiones eran de 90 minutos de duración, 8 sesiones, una sesión semanal, es decir intervinimos durante dos meses y se abordaban: conocimientos sobre la enfermedad, sobre qué es la FM, alimentación, en cuanto a lo que es la alimentación saludable, ejercicio físico y relajación, manejo de la autoestima y del estrés, manejo de las situaciones en las que mejora el dolor y en las que se agrava el dolor, e integración en la red comunitaria, la importancia de pertenecer a este tipo de Asociaciones. En los beneficios de la intervención, la evaluación que hemos hecho, es una evaluación cuantitativa y también cualitativa, de la cuantitativa no he traído transparencias de los datos, pero la cualitativa que fue fundamental, hablando con las mujeres que habían estado en esta intervención, lo que sí que nos decían es que tenían un mejor conocimiento y manejo de su enfermedad y del dolor. La famosa frase del dolor no se me ha quitado pero parece que sé manejarlo mejor. Había aumentado los recursos para manejar el dolor, sabía pues a través de la higiene postural, como sentarse, como tender la ropa, como hacer la cama, sabían relajarse en algunos momentos. En la realidad de todas las mujeres que han pasado, hay una incorporación del 10% más o menos, en la Asociación de aquí y de FM y fundamentalmente lo que sí que todas comentaban era que el tratamiento grupal, no medicalizado, es decir simplemente el hecho de ir al grupo y hablado aquí, eso les había beneficiado. La situación ahora mismo, hemos acabado el proyecto de investigación, en total hemos intervenido más o menos a 200, mujeres, y bueno por problemas que ocurren a veces en el INSALUD, de traslado de centros, etc., etc. ahora-mismo ya no es el mismo equipo que teníamos al principio, ahora mismo está una trabajadora social, una enfermera y un fisioterapeuta, haciendo estos grupos, y lo hemos introducido dentro de la actividad diaria de este centro de atención primaria como una actividad grupal y nada más. He acabado y ya podéis empezar a hacer las preguntas que queráis. |