TOQUE TERAPÉUTICO TRANSPERSONAL
(T.T.T.)
por la Lic. Graciela Pérez Martínez

La enfermedad, el cansancio y los estados mentales negativos, pueden apoderarse de una persona cuya fuerza vibratoria ha disminuido.

La tendencia natural hacia el equilibrio que caracteriza al campo magnético de los organismos vivos, es aprovechada por el operador de Toque Terapéutico para influir positivamente sobre el campo de un receptor y poner en orden la energía vibrante del mismo.

Este método puede ser aplicado en cualquier momento y circunstancia. No es imprescindible que el receptor adopte una posición determinada. Puede encontrarse en posición sentado, de pie o acostado. El efecto es rápido, no implica rutinas rígidas ni está condicionado por rituales fijos. El tiempo de aplicación puede variar de acuerdo a la situación particular. Es el método ideal para personas creativas, que quieran aprender a dirigir su Intención Consciente para ayudarse y ayudar a los otros. El requisito es aprender a elevar la conciencia y mantener en equilibrio la propia energía personal.

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¿Qué es el Toque Terapéutico Transpersonal?

Habiendo transitado varias escuelas donde se aplica la bioenergía, tales como las de Bárbara Brennan, del Dr. Brugh Joy, de Choa Kok Sui, el Reiki y otras menos conocidas, pude elegir a la Escuela del Toque Terapéutico, por su precisión científica, su filosofía, y sus fundamentos. Alejada de todo tipo de fantasías, mitos y sectarismos, Dolores Krieger es ante todo una científica que se propuso investigar, por riguroso método científico, los alcances de la bioenergía.

La creadora del Toque Terapéutico brinda gran importancia al ejercicio de la Intención Consciente, al entrenamiento técnico y al trabajo de evolución personal, como requisitos básicos de un operador en este método. Esto significa que el operador es un profesional en su especialidad, no es un mero instrumento pasivo de fuerzas desconocidas. Son contemplados los aspectos éticos y morales en el ejercicio de esta profesión. Existen límites, requisitos y entrenamiento que requiere varios cuatrimestres de cursada, con teoría y práctica. En la República Argentina, hemos comenzado a tomar en serio estas prácticas. Por tal motivo, los miembros del “Círculo Azul C.A.M.E.T.” hemos fundado la Escuela de Toque Terapéutico Transpersonal. Tomamos la primer parte del nombre original pues identifica los fundamentos pero a la vez, quisimos diferenciamos por tratarse de una conciliación entre varias escuelas, dado que cada una de ellas aporta conocimientos que optimizan el resultado del tratamiento.

Los conocimientos generales sobre Anatomía y Fisiología humana y en particular el estudio de la Neurofisiología y la Angiología son requeridos para la aplicación correcta de los tratamientos.

La formación en Psicología Transpersonal aporta las bases para entender las necesidades de la persona receptora del tratamiento, que puede requerir la adecuada contención y acompañamiento en su proceso evolutivo hacia la recuperación y conservación del estado de salud.

La Anatomía y Fisiología de los vórtices de energía es estudiada en base a lo expuesto por los conocimientos del Vedanta, escuela filosófica de la India, interpretados luego desde el punto de vista de la Física Moderna y de la Neurología, por estudiosos occidentales. También se aplican ciertas enseñanzas provenientes de la Teoría china de los meridianos de energía, empleada en las escuelas de Acupuntura.

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La energía emitida desde el Centro del Corazón

La compasión es la clave del éxito en el tratamiento. La fuerza de este campo vibratorio, situado en el pecho, se dirige hacia la palma de las manos del operador (emisor) y es aplicada luego sobre el receptor.

Se han realizado magnetocardiogramas y magnetoencefalogramas para medir los campos magnéticos que emiten el corazón y el cerebro. La densidad de flujo magnético del corazón es 5.000 veces mayor que la del cerebro. Además, sabemos que entre el corazón y el cerebro existen conexiones neurológicas así como un enlace neuroquímico. El corazón produce una hormona, el Factor Naturético Atrial, que incide en la vida de los principales órganos, incluyendo el cerebro. Podemos agregar también, que el primer órgano funcionando en un embrión es el corazón.

“La naturaleza parece utilizar los iones y la corriente eléctrica que ellos transportan como un idioma universal para coordinar las actividades intercelulares y ciertas relaciones entre las células cercanas.”

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El impulso hacia la integración

La enfermedad se da tanto dentro del individuo como entre el individuo y el medio ambiente. Al ordenarse el flujo de energía de una persona, aumenta su impulso hacia la integración.

La tendencia hacia el orden, que caracteriza a los organismos vivos, contradice la segunda ley de la Termodinámica según la cual los sistemas de energía tienden hacia la entropía. La entropía es una medida que describe el estado de desorden de un sistema. Cuanto mayor es el desorden, más aumenta la entropía; cuanto más ordenado es un sistema, más baja será la entropía. Es decir que, en el universo físico, casi todas las transformaciones tienden hacia la entropía positiva; todo tiende a la descomposición.

Las máquinas son sistemas cerrados, que consumen energía; necesitan ser abastecidos desde el exterior. Los organismos vivos son sistemas abiertos, pueden captar la energía por sí mismos desde el medio ambiente. La tendencia a mayor complejidad de organización, que caracteriza a la vida, le confiere una tendencia a la entropía negativa. Los seres vivos consumen energía para ordenar sus sistemas fisiológicos. Sólo cuando la capacidad organizadora, denominada fuerza vital, abandona el sistema, se producirá la muerte. En ese momento, los elementos que lo componen retomarán al desorden (descomposición).

Cuando la energía está obstruida, disminuye el bienestar. La energía bloqueada es percibida por el individuo como fragmentación en su carácter, se percibe a sí mismo como dividido (algunas neurosis).

Cuando la enfermedad se hace presente, hay un mal funcionamiento en el proceso enzimático. El nivel de actividad de una enzima puede ser probado, medido y demostrado en situación de laboratorio. Las enzimas son catalizadores biológicos, controlan el metabolismo del individuo. Se han realizado experiencias de aplicación de la Intención Consciente, colocando las manos sobre tubos de ensayo conteniendo enzimas. Se ha comprobado que es posible reparar el daño producido por radiación ultravioleta, que había sido aplicada previamente a dichos tubos.

Estos experimentos significan a la vez una buena y una mala noticia. Por un lado, se comprobó que es posible producir un cambio físico en un tejido biológico, por intervención de la conciencia. Esto nos estaría indicando que aquí no se trata del “efecto placebo”, ni de efectos psicosomáticos, ni de la intervención de poderes divinos. Por otra parte, la mala noticia es que nos encontramos con la dificultad que interpone la propia mente del individuo, cuando éste decide continuar en el desorden que conduce hacia su muerte.

Es decir, la conciencia puede intervenir conduciendo hacia el orden o hacia la destrucción. En ocasiones, una persona manifiesta que su deseo es estar sano, pero luego comprobamos que sólo se mentía a sí misma. Si bien los efectos de ordenación producidos por el Toque Terapéutico no dependen de la fe, el resultado en el largo plazo, con referencia al pronóstico de su estado físico, está relacionado con la decisión personal. Esta decisión se halla directamente vinculada con los patrones mentales y la biografía del individuo.

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La importancia de la simetría

El sistema humano es abierto y tiene dos lados. Existe una energía natural que todo lo impregna y que fluye continuamente, entrando y saliendo a través del cuerpo. Cuando esta energía no está en equilibrio a ambos lados del sistema, aparecen los trastornos físicos emocionales.

Es posible detectar las carencias de energía al realizar un examen del campo vibratorio, buscando las áreas asimétricas. Una parte del entrenamiento de un operador en Toque Terapéutico consiste en desarrollar la percepción táctil hasta lograr sentir la presión que produce la energía, a varios centímetros de distancia del cuerpo. La estimación de la energía se realiza comenzando cerca de la parte alta de la cabeza, deslizando las manos lenta y firmemente hacia abajo, a lo largo del campo vibratorio del receptor. Luego, se tomará como eje la columna vertebral, se llevarán ambas manos al unísono, hacia la periferia del campo y se regresará nuevamente al centro de la espina dorsal.

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Los desplazamientos de la energía

El desplazamiento hacia la derecha se produce por actividad mental y física de tipo compulsivo. Es posible que el individuo se halle en un alto nivel de estrés, que evidencie conductas ansiosas y agresivas. Puede estar manifestándose a través de conductas fóbicas. El hemisferio cerebral izquierdo controla la actividad del hemicuerpo derecho, por lo tanto, esta presentación de la energía puede estar ligada al exceso de actividad analítica y racional.

Las sustancias estimulantes, tales como la nicotina, la cafeína y otros factores químicos desencadenantes del estrés, pueden inclinar aún más la tendencia al desplazamiento lateral derecho de la energía. Por consecuencia, se producirá un círculo vicioso, aumentará la actividad cerebral hasta puntos de difícil control. Pueden aparecer estados de insomnio y agotamiento nervioso.

Cuando la energía se presenta mayormente hacia la derecha y por debajo del ombligo, pueden aparecer estados paranoicos. La inestabilidad psicológica generada por esta distribución de la energía puede conducir al desequilibrio en las glándulas endocrinas y puede ser la base para una posible depresión de tipo endógeno.

La ingesta indiscriminada de ciertos fármacos, denominados antidepresivos y el empleo de quimioterápicos puede incidir desfavorablemente en el alineamiento correcto de la energía, aún en el caso de personas que están recibiendo tratamientos de alineamiento de la energía. Mientras la persona permanezca bajo el efecto de dichos fármacos, es conveniente que reciba sesiones frecuentes de corrección del campo bioplásmico.

El desplazamiento lateral izquierdo se manifiesta en fantasías descontroladas, tendencia a ilusiones e incluso alucinaciones. Es posible que la melancolía esté alterando la capacidad intelectual de la persona. Puede aparecer una tendencia a vivir fuera de la realidad o a idealizar el pasado remoto. La tendencia al autismo, los estados de coma y la demencia senil muestran este tipo de desplazamiento. Es conveniente, en particular en estos casos, que el tratamiento médico sea acompañado por el realineamiento sostenido y frecuente de la energía.

El desplazamiento hacia el sector superior se presenta como un exceso de energía mental; la persona tiene muchas ideas, proyectos, pero no logra plasmar sus pensamientos en acciones concretas. Puede aparecer una tendencia a lo maníaco, estados de pánico, de ansiedad y de cólera, en el caso de un desplazamiento superior localizado en el hemicuerpo derecho. Si se localiza en el hemicuerpo izquierdo, habrá tendencia a los estados de apatía, la desilusión fácil, las fantasías irrealizables y la dependencia de substancias nocivas.

El desplazamiento hacia el sector inferior, sobre el hemicuerpo derecho, dará una tendencia a las neurosis, la fatiga crónica y la depresión. Si se trata del hemicuerpo izquierdo, la tendencia será a los delirios tanto del tipo persecutorio como del tipo místico. Esta presentación puede acompañar a los estados de demencia y los estados comatosos.

Cuando la energía se halla francamente localizada en el sector inferior, el individuo siente un gran agotamiento físico y mental, manifiesta hallarse totalmente sin energía. También puede detectarse este tipo de presentación en los estados próximos a la muerte. Si aparece un exceso de energía en el sector inferior derecho, la persona no puede aquietarse, tiende a la hiperocupación. En cambio, si la presentación es izquierda, le costará moverse, tendrá tendencia al letargo y la inmovilidad; se encuentra desmotivada.

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Los síntomas de la enfermedad

Cuando una persona se siente mal, todo el organismo está involucrado. No se trata de un órgano aislado que se altera, todo su ser estará alterado. El individuo no se enferma porque tiene una angina, sino que hizo una angina porque su energía está desordenada. La energía vital es la guía y coordinadora del organismo humano. Si la energía sufre una agresión, comienza a desordenarse, se desarmoniza.

Los primeros síntomas de la enfermedad son señales que indican que hay un desequilibrio. Si el desorden tardó mucho tiempo en instalarse, no es posible esperar que se ordene instantáneamente. La corrección de la energía conduce al estado de armonía interior, que se reflejará en todas las áreas de la vida del individuo. Al cabo de una serie de sesiones, la estructura energética estará fortalecida. El reordenamiento periódico se aconseja para evitar alcanzar un nuevo estado de caos.

Lic. Graciela Pérez Martínez