El color de los planetas y de los signos ARIES, el primer signo zodiacal, y Marte, su regente, son los promotores del color rojo. Todo lo que es rojo en el mundo lleva implícitas las cualidades de Marte y de Aries. El rojo será, pues, el color de la Energía, del Impulso Inicial, de la actividad febril y también del peligro que comportan el exceso de esas virtudes. No es una casualidad si en los semáforos el rojo significa: detente, hay peligro. Si el rojo aparece en tus mejillas, si cubre tu frente, como ocurre en ciertas personas, es que la naturaleza te está diciendo ¡cuidado!, estás viviendo peligrosamente. Pero el rojo no es sólo un color peligroso, es también el motor de toda actividad. La sangre, que permite al cuerpo funcionar, es de color rojo. El rojo es, pues, un color que permitirá alcanzar un mayor nivel de actividad a los que han sido vencidos por la pereza; un color que despertará el entusiasmo en las gentes ganadas por la apatía y la indiferencia. Si ves aparecer el rojo en el vestido de una persona, convéncete de que ahí hay madera de líder, de caudillo, de abanderado. TAURO está regido por Venus. Ya hemos dicho que el color de Venus es el amarillo, pero también lo son los rosados. Ambos colores serán los de Tauro. Pero así como en Libra, el otro signo de Venus, el amarillo es intenso, hoja muerta, en Tauro el amarillo es pálido, como lo son las flores que aparecen en primavera con ese color. Si el rojo es excitante, el amarillo será calmante, conciliador, magnético. Todo lo que lleva un color amarillo será de naturaleza venusiana. Las infusiones calmantes, las que permiten conciliar el sueño y calmar el dolor, son de color amarillo. Pero en las hierbas, como en todo, se encuentran mezcladas las virtudes de varios planetas, aunque sea uno solo el dominante, de modo que esas plantas calmantes, la tila, por ejemplo, tiene una primera naturaleza venusiana, y aparece si la infusión es ligera con un bello color amarillo. En cambio, si se la deja infusionar más tiempo o se guarda para el día siguiente, el agua de tila se vuelve roja o rojiza y entonces resulta excitante el lugar de calmante, y despierta en lugar de adormecer... GÉMINIS y su regente Mercurio son los promotores del color gris y colores cambiantes. No es una casualidad si el cerebro es llamado la masa gris o si a los intelectuales que realizan una labor discreta y eficaz se les llaman eminencias grises. El gris es el color de Mercurio, regente del intelecto. Es el color indicado para ponderar las pasiones, para estimular la curiosidad intelectual. Cuando el gris aparece con frecuencia en los vestidos de una persona, allí hay un fondo de intelectual; no esperéis de él un comportamiento apasionado. CÁNCER y su regente, la Luna, son los promotores del color verde y de los tonos plateados. Como hemos dicho anteriormente el verde es el color de la fecundidad, de la abundancia, de la imaginación creadora. Mucho verde dispersa la atención, impide todo estudio, echa fuera el intelecto para dejar el campo libre a la loca imaginación. Pero, en pequeñas dosis, el verde estimula la memoria. El verde es el enemigo del rojo y su antídoto natural, por ello sirve de refrescante contra el calor. Nada como las bebidas verdes para desalterar y las hojas verdes para combatir las quemaduras. LEO y el Sol, su regente, son los manantiales primigenios del color dorado. Es un amarillo que ha alcanzado su plena madurez y ha llegado a un estado inalterable, simbolizado por el oro. El color dorado se da raras veces en la naturaleza, porque el mundo no ha alcanzado aún el punto de cocción, por así decirlo, necesario para que el dorado se manifieste. El grano de trigo tiene ese color dorado de las cosas perfectas. Por sí solo, cuando se consume de forma integral, es capaz de nutrir al hombre sin otro añadido. Las abejas tienen también un bello color dorado y, dice una leyenda, que trigo y abejas son productos importados de Venus, un planeta de una evolución superior a la Tierra. El dorado es el color de la perfección. VIRGO es el segundo signo de Mercurio y su color es el marrón, el beige y el multicolor, ya que Virgo es una síntesis de todos los demás signos y, por consiguiente, reúne en él todos los colores. El marrón es el color de la responsabilidad y el del saber científico y del experimental. Donde aparece el marrón, allí está un sabio con toda seguridad, no el sabio del color gris, que conoce las cosas en teoría, sino el sabio que ha experimentado en la escuela de la vida y que está de vuelta de casi todo. LIBRA es el segundo signo de Venus y es de ese signo que se desprende el amarillo-hoja muerta del que hablábamos al comenzar este tema, los tonos pastel también le pertenecen. Su color es lo más parecido que existe al auténtico dorado. Es el color de la unión, de los esponsorios, de las alianzas, el color del sacrificio de la individualidad, en beneficio de la coexistencia entre dos o más personas. ESCORPIÓN es el segundo signo de Marte, es su Puerta negativa y podríamos decir que aquello que hemos hecho con el impulso del rojo, se oscurece y por ello el color más propio del signo es el granate. Es el color de las situaciones explosivas, de las tempestades del alma, de la guerra. Es el color de las fraguas en que se forja el hombre nuevo. El granate será, pues, el signo anunciador de la discordia, del combate, de la lucha consigo mismo, del conflicto agudo, trabajado. Esto significa que elementos contrarios están en presencia, de modo que será el color de la dificultad. SAGITARIO y Júpiter, su regente, son los creadores del Azul. El azul es el color del poder ejecutivo. Allí donde surge, anuncia que la persona puede asumir responsabilidades y, con toda seguridad, es alguien que ascenderá todos los peldaños que conducen a la ejecución de las más altas tareas. El azul genera optimismo, alegría; es el color de la solución de los problemas, el que despeja las vías que han sido obstruidas. CAPRICORNIO y Saturno son los creadores del Negro, el color atribuido a la muerte y al luto (en el mundo occidental). Pero la muerte que saturno simboliza, no es la física, sino la espiritual. Capricornio es la puerta zodiacal de la cristalización de las energías espirituales, que son convertidas, gracias a la influencia de este signo, en objetos materiales. El negro significa pues: objetivo material, realización práctica, por eso quien lo lleva será un hábil político, un hombre de negocios, un legislador y creador de las reglas sociales. El negro adelgaza, reduce, convierte lo grande, espiritualmente hablando, en pequeño. El negro significa, pues, una voluntad de dominio dentro de un campo limitado. Es el símbolo de la propiedad privada, del espacio que el hombre delimita para realizar en él su creación. Cuando aparece en una persona, debemos interpretarlo en el sentido de que encierra un poder organizador y creador de realidades materiales. Los alquimistas comenzaban su obra con el negro, siendo el negro el punto de arranque de todas las transformaciones ulteriores. Las vírgenes negras tienen el mismo significado y les dicen al hombre: peregrino, aquí está la materia prima para realizar tu gran obra. ACUARIO es el otro signo regido por Saturno, en él toman sentido los colores plomizo y cobalto. Pero este signo va entrado cada día más bajo el dominio de Urano, cuyo color es el naranja, color que anuncia una transmutación espiritual. El color plomizo significa que el individuo posee cualidades de análisis y reflexión que lo convierten en un innovador, en un inventor: es el color de los precursores. Mientras que el naranja es el color que anuncia el hombre del futuro, el de la era de Acuario, del Hombre Nuevo del Tercer Milenio, que lo comparte todo, que posee la virtud suprema del don de sí. PISCIS es el segundo signo de Júpiter. Su color es el violeta y el azul oscuro, que significa desaparición de los deseos, abandono del combate mundano, espiritualidad, obediencia a la naturaleza superior, castidad. Allí donde aparece, indica que el hombre se está despojando de lo mundano para entrar en el dominio de lo transcendente. Así pues, cada signo tiene su color y los nacidos bajo un signo determinado poseen en su aura invisible ese colorido especial por el cual pueden ser distinguidos por los que poseen la llamada “visión etérica” o “segunda vista”. |