La meditación puede ayudar a contrarrestar los dolores físicos Los alrededor de treinta clínicos e investigadores se sentaron con las piernas cruzadas sobre almohadones o en sillas, sus ojos cerrados, mientras su maestro los conducía a través de una meditación guiada.
Diciéndoles que relajaran sus cuerpos y que se concentraran en su respiración, la autora e instructora en meditación, Sharon Salzberg, los instó a superar las distracciones como sonidos, pensamientos y emociones volviendo a la respiración cada vez que ellos encontraran sus mentes vagando.
La meta, dijo ella, era tranquilizar la mente. Para los participantes, todos del Programa Pediátrico del Dolor del Hospital de Niños Mattel de la Universidad de Los Angeles, muchos no familiarizados con la meditación, fue también una oportunidad para observar, de cerca y en persona, una técnica prescripta en el hospital para aliviar el dolor físico y emocional en sus pacientes pediátricos.
Salzberg, 55, estaba enseñando al grupo, Vipassana –meditación atenta, una práctica budista de siglos- ella fue el instrumento para traerla a los Estados Unidos después de cuatro años de estadía en India en los primeros años de los 70. Salzberg, una cofundadora de la Sociedad de Meditación Introspectiva en Barre, Massachussets, ensalza los beneficios de la práctica de la meditación, incluso si es sólo unos minutos por día. “Es un proceso sanador” dijo ella luego. “Un movimiento hacia la integración”.
Esto aparece en el trabajo. En un nuevo estudio, publicado en octubre en el diario Pain (Dolor), Natalia Morone, una profesora asistente de medicina de la Universidad de Pittsburg, le sigue la pista al efecto de la meditación atenta en los enfermos crónicos, en reducir el dolor de espalda en adultos de 65 años en adelante. Los controles aleatorios de ensayos clínicos encontraron que las 37 personas que participaron en un programa de ocho semanas de meditación atenta habían agrandado significativamente su aceptación al dolor y la función física, en una medida similar en el grupo de control. Subsecuentemente, el grupo de control, tomó las mismas ocho semanas de programa y tuvo similares resultados.
“Cuando hay dolor, el resto del cuerpo se tensiona” dijo Salzberg. “Entonces tú tienes tensión más dolor. O hay un juicio: `No debo sentirme así´. La conciencia atenta nos permite ver qué componentes son y descubrir que experiencia real es correcta ahora”.
Cada vez más doctores a través del país están recomendando la meditación para tratar el dolor, y algunos de los mejores hospitales de la nación, incluidos Stanford, Duke y el Medical Centre de la Universidad de New York, ahora ofrecen programas de meditación para pacientes con dolor.
La Dra.Lonnie Zeltzer, directora del programa del dolor del hospital pediátrico, no necesitó ser convencida de los beneficios de la meditación; ella la conoció por su propia experiencia como meditadora. Zeltzer organizó el reciente día de entrenamiento con Salzberg y Trudy Goodman, una psicoterapeuta y fundadora de la comunidad de Meditación Introspectiva de Los Angeles, pagándoles de su propio bolsillo y recibiéndolas en su hogar de Encino para que su staff fuera introducido en la herramienta con la que ella está apasionada.
“Como meditadora, yo aprendí el valor de ser introducida y cómo esto permite claridad en el proceso de nuestras vidas diarias” dijo Zeltzer. “El equipo clínico ve niños con dolores crónicos que son muy difíciles de tratar y han estado con muchos otros especialistas y se sienten desanimados en el momento de venir a nosotros. Yo sentí que aprender a meditar, ayudará al equipo a sentir una sensación de equilibrio y ecuanimidad frente a la ansiedad y la angustia traídos a ellos por estos pacientes y sus familias”.
Materia de Estudio
Los científicos han estudiado los efectos de la meditación sobre el dolor por cerca de tres décadas, desde 1979, cuando el capacitado microbiólogo Jon Rabat-Zinn, profesor emérito y fundador del Centro de Mente Alerta del Medical Center de la Universidad de Massachussets, usó la meditación atenta en un programa de diez semanas para enseñarle a pacientes con dolor crónico cómo sobrellevarlo. El best-seller de Rabat-Zinn de 1990, “La completa catástrofe de la vida” describía la técnica que él usó para reducir el estrés en base a la mente alerta (MBSR, por sus siglas en inglés).
Desde entonces, la investigación ha sugerido que la meditación reduce la reacción del cerebro al dolor y aumenta la tolerancia al dolor. Tiene un efecto en bajar el dolor crónico de espalda y puede ser un efectivo paliativo para el dolor asociado con la fibromialgia y la artritis reumatoide, según han mostrado los estudios.
El estudio original de Kabat-Zinn fue hecho en la Clínica del Medical Center de Reducción del Estrés, lo que ha sido incorporado en el Centro de Mente Alerta. Los 51 pacientes en el estudio, que fue publicado en el Hospital General de Psiquiatría en 1982, sufrían de dolores de espalda, cuello, hombros, faciales, coronarios y gastrointestinales, así como dolores de cabeza. Al final del estudio, cerca de dos tercios de los pacientes mostraron una reducción del dolor en al menos un 33% y la mitad mostraron una reducción de al menos un 50%. El número de síntomas clínicos también decreció.
“La contribución del MBSR ha sido brindar el corazón de la meditación budista sin el budismo en la corriente dominante de la medicina occidental” dijo Rabat-Zinn. “Una derivación a la Clínica de Reducción de Estrés sería ahora parte de un progreso natural para cualquiera que vea pacientes con una condición de dolor duradero”.
Desde 1979, más de 18.000 pacientes han pasado por la Clínica de Reducción de Estrés. Hay ahora más de 250 programas MBSR en clínicas y hospitales alrededor del mundo.
En Los Ángeles, Zeltzer envía pacientes a Goodman, quién enseña el MBSR con Rabat-Zinn en los primeros días del programa, y quien continúa enseñando la técnica a través del (instituto) Introspectivo de Los Ángeles. Pero la meditación permanecía como algo esotérico para muchos en el equipo de Zeltzer hasta que ellos pudieron aprender las bases y preguntar a Salzberg y Goodman acerca de la práctica.
“Previamente, nosotros habíamos hablado acerca de la meditación en lo abstracto” dijo Zeltzer. “Y muchos de los miembros del equipo preguntaban cómo iba a funcionar”.
Zeltzer quedó interesada “en la relación de mente y cuerpo y salud” durante su beca en medicina adolescente en el Hospital de Niños de Los Ángeles en los 70. “¿Qué llevaba a que adolescentes con la misma enfermedad tuvieran diferencias en sus síntomas y sufrimiento? Se preguntaba en ese tiempo. “¿Por qué algunos eran capaces de soportar los procedimientos médicos sin demasiados problemas, mientras otros fracasaban?”.
Dándose cuenta que la mente tiene un poderoso efecto sobre el cuerpo, Zeltzer usó su primer subvención del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) a principios de los 80 para estudiar los beneficios de la hipnoterapia previa a punciones lumbares. “Pasando un período de tiempo cada día de sólo sentarse y “hacer nada” fue una de las más importantes lecciones que aprendí en mi trabajo de hipnoterapia”, dijo Zeltzer. Este viaje hacia el silencio condujo a un interés en la meditación, que aumentó exponencialmente cuando Zeltzer comenzó a estudiar la práctica con Goodman en 2002.
Ahora Zeltzer quiere medir científicamente la efectividad de la meditación sobre niños con dolor.
Conversos encuentran escepticismo
GENTE que se ha visto ayudada por la meditación, ya sea médicos o legos, han fomentado el uso de la meditación en el manejo del dolor.
“Fue un cambio de vida para mí”, dijo Phoebe Larmore, una agente literaria de Los Ángeles, quien representa autores como Tom Robbins y Margaret Atwood.
Por más de dos décadas, Larmore estuvo acosada por un agudo dolor de espalda y consultó con los mejores especialistas de los centros médicos como la Universidad de Stanford y la Clínica Mayo, en vano. Para peor, ella pesaba 80 libras y usaba morfina.
Entonces un doctor de la UCLA le dio un video sobre meditación.
“Lo usé una y otra vez y fui capaz de tener unos pocos momentos en los cuales yo estaba encima del dolor y podía contener mi respiración y sostenerla a mi deseo” ella recordó.
Larmore aprendió como pacificarse a sí misma, corriendo sus negocios de su hogar. Pero recientemente, “el papel de lija de vivir con un dolor crónico” le llegó a ella, y se matriculó en una clase de MSBR en el Instituto de Introspección de Los Ángeles, dado por Goodman y el médico alemán Chris Wolf.
“El programa de ocho semanas fue uno de los compromisos más desafiantes que yo había tenido”, dijo ella. “Pero encontré una nueva clave que me permite aceptar, adoptar y tener un mejor instrumento con el cual estar más atenta con mi dolor y caminar con él con más claridad”.
Aunque son fáciles de encontrar las experiencias anecdóticas sobre los beneficios de la meditación, las pruebas clínicas aleatorias sobre los efectos de la meditación son poco frecuentes y están en las primeras etapas. Y el escepticismo merodea en las alas de todo estudio.
“Cuando yo presento artículos para ser revisados, se siente como que ellos son puestos aparte muy cuidadosamente, y yo tengo que trabajar más duro para probar mis hallazgos”, dijo Morone. “Hay más intensidad en los comentarios de la revisión que si fuera sobre una materia convencional”.
Pero a pesar de la resistencia, Kabat-Zinn está apostando a que la meditación tiene un gran rol en la medicina del futuro.
“Nosotros estamos encabezando el desarrollo de un nuevo tipo de medicina que honra la profundidad del dilema de la persona que se presenta a un doctor con sufrimiento”, él declaró sin dudarlo. “Desde que el Budismo tiene una historia de entendimiento del sufrimiento, y desde que nadie va a un hospital sin alguna clase de dolor, ¿qué mejor lugar que un hospital para sustentar la meditación?”.
Por Andrea R.Vaucher
http://rechungdorje.com/2008/04/