Cuando quieras que estés sentado y no tengas nada que hacer , simplemente relaja tu mandíbula inferior y abre ligeramente la boca. Comienza a respirar con la boca...pero no profundamente. Sólo permite que el cuerpo respire, de modo que sea poco profundo y sea más y más superficial. Y cuando sientas que la respiración se ha vuelto muy superficial y la boca está abierta y tu mandíbula está relajada, tu cuerpo entero se sentirá muy relajado. En ese momento, comienza a sentir una sonrisa , no en el rostro, sino sobre todo tu ser interno... y te será posible sentirla. No es una sonrisa que venga a tus labios ...es una sonrisa existencial que se expande sólo en tu interior. Inténtalo y sabrás que es ... pero no puede ser explicado. No hay necesidad de sonreír con los labios en el rostro, sino que es cómo si estuvieras sonriendo desde el vientre: el vientre está sonriendo... y es una sonrisa, no una risa; así que es muy, muy suave... delicada...frágil...como una pequeña rosa que se está abriendo en el vientre, y la fragancia se está expandiendo por todo el cuerpo. Una vez que has conocido lo que es esta sonrisa, puedes permanecer durante veinticuatro horas. Y en cualquier momento en qué sientas que echas de menos esa felicidad, sólo cierra los ojos y encuentra nuevamente esa sonrisa, y estará allí. Durante el día, puedes buscarla y encontrarla cuantas veces quieras. Está siempre allí. del libro Naranja de Osho |