Enviado: 23/05/2005 22:04 El Chi Por Lucía Boero
El Chi (Qi) es conocido también como la fuerza vital, el "aliento del dragón", aunque es difícil de definir se puede considerar como la energía vital que sostiene todas las cosas.
Casi todas las culturas tienen una palabra para expresar este concepto. En hebreo es el Ruah (espíritu, viento o hálito). En japonés se emplea el término Ki, de suma importancia en las artes marciales y en la meditación. En sánscrito se conoce como el Prana. Así muchas culturas tienen conocimiento y manejo del Chi.
Para los chinos existe un Chi en toda cosa viviente y no viviente. En el cielo hay Chi Celestial, en la tierra hay Chi Terrestre y en los hombres hay Chi Vital.
El Chi Celestial es la energía que mantiene unido al Universo. Y nos habla de como la posición de los planetas y estrellas en el momento de nuestro nacimiento pueden marcar nuestro destino. Es la ciencia de la Astrología.
El Chi de la Tierra viene de los campos magnéticos de la tierra, las orientaciones, la luz solar, los colores y las formas que modelan nuestro entorno, naturales o hechas por el hombre. Es la ciencia del Feng Shui.
El Chi vital, según a medicina china: la acupuntura, circula en nuestro cuerpo a través de los Meridianos. Cuando el Chi se estanca vienen las enfermedades y el acupuntor actúa para reestablecer el flujo armonioso del Chi vital. El Tai Chi y el Chi Kung, trabajan también en la armonización del Chi vital.
El Feng Shui estudia cómo el Chi recorre una casa a través de las habitaciones y pasillos, entrando y saliendo por puertas y ventanas. Este Chi puede ser positivo o negativo. Existe el Sheng Chi, que es el Chi positivo, que da vida y se mueve en forma ondulante. Cuando el Chi fluye positivamente, las personas disfrutarán de una existencia armónica. Por otro lado existe el Sha Chi, es el Chi negativo, que debilita y se mueve en línea recta. Cuando una casa tiene un Sha Chi, es porque el Chi está estancado o se ha acelerado, las personas tendrán problemas en su vida cotidiana, en salud, en sus metas o relaciones.
No es necesario tener un sexto sentido para revisar el Chi de un lugar, basta que observemos con nuestros 5 sentidos. Cuando la tierra es fértil y vemos árboles frondosos, césped verde y un jardín que florece, eso es síntoma de buen Chi. Una tierra gastada por la erosión, árboles débiles y terrenos áridos son signos de Sha Chi. El agua limpia, moviéndose en forma serpenteante trae buenos augurios, no así el agua estancada, contaminada o una corriente muy rápida. Animales salvajes o domésticos sanos, canto de pájaros significan buen Chi. Mientras que la presencia de ratas o perros flacos y de feo aspecto son muestras de mal Chi.
También debemos considerar el entorno humano. El Feng Shui no le recomendaría una casa que esté al frente o cerca de un lugar conflictivo relacionado con la violencia, la muerte, el dolor o la enfermedad como un hospital, un cementerio, un matadero, un burdel, una estación de policía. Totalmente opuesto serían lugares con buen Chi, como una parque, una plaza, un jardín infantil, una biblioteca, lugares de servicio público, casa de la cultura, un centro vecinal o un lugar de medicina alternativa o crecimiento personal.
Flujo y bloqueo del Chi:
En exteriores: - Cuando encontramos grandes edificios muy cerca unos de otros sin espacio para la luz solar y la brisa, se está bloqueando el flujo del Chi. - Una estructura en ángulo recto apuntando hacia el frente de una casa está creando un Sha Chi llamado "flecha venenosa". - Una calle ciega, hace una línea recta, un flujo de Sha Chi justo hacia la casa del fondo. - Un árbol o poste de alumbrado justo frente a la puerta de una casa, bloquea el paso del Chi nutritivo hacia la casa.
En interiores: - Un espacio recargado de muebles y objetos pesados interrumpe el flujo armonioso del Chi. - El desorden y la suciedad son un Chi estancado en cualquier lugar de la casa. - La puerta de entrada alineada con la puerta trasera, acelera el paso del Chi que atraviesa en línea recta rápidamente la casa sin tiempo de alimentarla.
Lucía Boero. Mayo 2001 |