La energía de la materia
La aplicación del feng shui puede encontrarse en ciudades como las vegas, hasta construcciones como el imponente Potala del Tibet. Ambos ejemplos expresan al elemento fuego ascendente pero con orientaciones totalmente distintas. Cuando se habla de materia, energía y feng shui hay que detenerse a pensar donde encontrar los elementos materiales mas puros y saludables para el espacio que nos rodea. Al margen de los datos que determinan la mejor colocación de ciertos elementos en un lugar determinado, como los cinco animales celestiales o cálculos de la brújula, vamos a considerar la calidad energética en referencia a los materiales que nos rodean.
Si observa la materia empleada en construcciones atempérales vera que procede de lentas maduraciones en el seno de la tierra, el mármol, las rocas, la piedra, el jade, las maderas nobles o los cristales naturales expresan incontables años de incubación, donde la energía del cielo y la tierra han dado vida a los elementos. Piense en el cemento, las moquetas, el plástico, la Uralita, y apreciara que son diferentes. El desarrollo rápido muestra construcciones con materiales efímeros, generalmente desaconsejables para el entorno. La diferencia entre una construcción respetuosa con los principios vitales y otra que no los cumple, es clara para el feng shui, al igual que es sustancialmente diferente emplear jade o metacrilato, o es diferente un jarrón con flores frescas a otro con flores sin vida.
Desde el punto de vista energético son preferible espacios construidos con materiales bio-compatibles. Las principales razones tienen que ver la emanación propia de las estructuras y su impacto sobre la vitalidad y salud general. El ejemplo más claro, son los edificios modernos totalmente sellados que no permiten una comunicación con el entorno, una comunicación que reemplaza el cemento por la tierra, el aire externo por el aire acondicionado, la luz natural por luz artificial, un conjunto de hechos que separan al hombre de las verdaderas fuentes de salud y energía.
Los materiales que usamos deberían tener la capacidad de ser absorbidos por el ambiente sin causar daños ecológicos, si apuntamos hacia la madera, la piedra, los tintes orgánicos o la argamasa tradicional veremos que resultan amigables, en cambio, materias como el cemento, plásticos, amianto, aluminio acaban siendo una preocupación para el futuro y cuidado del entorno. Las estructuras que no pueden reutilizarse de forma sencilla o reciclarse sin altos costos energéticos no son adecuadas para una vida respetuosa, si bien son interesantes para un rápido desarrollo económico. No piense que estas palabras están en contra de la evolución de las formas y que incitan a vivir en casas de barro, mas bien alientan a un desarrollo que signifique mayor consistencia y estabilidad futura. La tecnología más puntera esta llena de descubrimientos respetuosos y útiles, que pasan a un segundo plano por intereses comerciales momentáneos y perecederos.
Cada material que nos rodea atrae hacia si un tipo de energía peculiar. Por ejemplo, un suelo como la moqueta genera un camino fácil para el polvo, ácaros, cargas estáticas, sustancias plásticas contaminantes e incluso incendios altamente tóxicos. Muchos hoteles y oficinas mejorarían observando estos hechos. Antes que utilizar un suelo sintético, piense en una alfombra artesanal, un suelo de madera, mármol, o cerámica natural. No intercambie la energía del elemento tierra por un forro sin espíritu.
Algunos materiales que son considerados pocos saludables son los granitos radiactivos, los yesos procedentes de residuos incinerados, las maderas tratadas con formaldehído, las pinturas químicas que no transpiran, las fibras sintéticas que se cargan eléctricamente, los revestimientos aislantes de fibra de vidrio o amianto, el abuso de superficies plásticas, los rellenos a base de escombros diversos, los esqueletos metálicos que generan disturbios magnéticos, etc. Los futuros arquitectos, constructores, interioristas y consultores de feng shui pueden pensar en entornos más saludables y respetuosos.
Aunque no podamos cambiar inmediatamente hechos externos, tenemos elecciones que alcanzan al interior de la vivienda, como muebles, pinturas, alfombras, tejidos, suelos y otros elementos.
Un buen vino no se encuentra en un Tetra Brik de aluminio, y quizás nuestra propia existencia se merecería el mismo trato, eligiendo cuidadosamente el "envase protector". Los materiales como una segunda piel, deben respetar el intercambio biológico. Este pequeño artículo pretende integrar al feng shui actual, hechos que eran naturales para los antiguos maestros. En el pasado no existían problemas semejantes y aunque siempre hubo edificaciones inadecuadas nunca supusieron una preocupación desbordante para el futuro de la tierra, un futuro que esta en nuestras manos.