UNIVERSO AZUL
Un tres de marzo del año 2020, Hari estaba sentado estudiando con dos compañeras. Los tres eran Antroponeuropsicogeofísicos y habían nacido en el año 2000.
Los tres habían sido ‘niños azules’. Así se llamaban en el año 2002 a las personas que nacían con la capacidad de usar un 10 % más de su cerebro que los demás. Poseían un sistema inmunológico formidable, nunca sufrieron enfermedad alguna.
Los seres como ellos estaban destinados a poblar al universo azul.
Se hicieron amigos desde la infancia, por los temas que les interesaban y por ser diferentes a los otros niños de su escuela, que incluso se reían de ellos.
Habían pasado épocas de gran destrucción, perversidad social y corrupción. Cataclismos planetarios, no sólo sociales, que, de no haber sido por sus características, no habrían sobrevivido. Inundaciones, terremotos, incendios e inversión en el magnetismo de los polos terrestres. Tal es así que ahora ellos estaban en la entonces árida Puna de Atacama, convertida en un fértil vergel.
Tuvieron el privilegio de vivenciar cómo el sol naranja se volvió una bola de fuego estalló y luego se transformó en el sol azul que ahora los envolvía y alimentaba. Se acostumbraron a que el antes amanecer ahora era el ocaso; la izquierda, derecha; lo dulce, amargo; la luz, oscuridad; hasta llegar a los serenos días azules y a las noches rosadas, con cinco lunas, como había tenido en sus albores el planeta tierra, y estrellas de un brillo fulgurante, que los rozaban son su energía nutriente.
Se miraron sin hablar, por que era así como se comunicaban habitualmente; sonrieron:
Los tres estaban pensando y sintiendo lo mismo.
HARI 2.3.2002 |