ESCOLLOS EN EL CAMINO ESPIRITUAL
Se cuenta que hace algunos años, un maestro zen japonés propuso a sus discípulos, un antiguo koan. Para que tal acertijo tuviera un aire más actual, cambió algunas de sus palabras y dónde en la antiguedad se hablaba de caballo, ahora se citaba un tren y el koan decía: ¿Cómo se puede detener el expreso de Tokio sin que uno se mueva? Un discípulo se enfrentó seriamente con el problema y durante un tiempo se dedicó en cuerpo y alma a resolverlo sin obtener resultados. Una mañana, cansado de meditar sobre el asúnto se dirigió al lugar donde puntualmente pasaba el tren que iba a Tokio. Se sentó con las piernas cruzadas en posición de loto y esperó. Nunca se supo si en verdad logró la respuesta a su koan, porque el tren de las siete se lo llevó por delante. No pudo contar su experiencia. Había tomado las palabras del maestro en sentido literal y al hacerlo el koan perdio su sentido y él, su vida. Y es que el camino espiritual contiene paradojas que lo hacen peligroso y resbaladizo.
En la denominada Nueva Era se siente una inquietud, impulsada por gran cantidad de personas en el camíno, que nos lleva a mirar más allÁ de lo material, lo emocional y lo intelectual. Esoterísmo, crecimiento personal, silencio, orientalísmo, concentración, meditación, trascendencia... conforman un marco dentro del que nos movemos como aprendíces de lo espiritual. Con la proliferación de numerosas prácticas y grupos, no resulta extraño que muchas personas se conviertan en víctimas fáciles de maestros autodidactas que pontifican, y exigen veneración cuando no, abyección. El orgullo espiritual, la charlatanería, y el divorcio con la realidad llevan a la manipulación, explotando la buena fe o las carencias emocionales de los discípulos.
Desde esta perspectiva aparecen algunos escollos en el camino espiritual que merecen la pena comentarse. Parece razonable recorrer estas veredas calzados cuanto menos con la cautela, y quien pueda también, con la inteligencia y el buen humor:
"Los aromas de santidad": Suelen desprenderse de aquellas personas que van pregonando a los cuatro vientos su poderosa y conmovedora experiencia iluminativa. Una ilusión de grandeza que les lleva a creerse elegidos y poseedores de verdades absolutas. En los peores casos, conlleva también una actitud mesiánica, intentando por el bien del mundo forzar a los demás a adoptar su punto de vista. Esta actitud encuentra el camino abonado para hacerse fructifera, en todos aquellos que prefieren descansar la responsabilidad de sus actos en el liderazgo de un gurú, que trabajar arduamente en el despertar de su inteligencia más profunda. Son muy elocuentes al respecto, las palabras de Thomas Merton en su libro
"Nuevas semillas de contemplación": El hombre más peligroso del mundo es aquel que se dedica a la contemplación sin ayuda de nadie. Confía en sus propias ideas. Obedece la atractiva voz interior, pero no escucha a los otros hombres, identifica la voluntad de Dios con aquello que le haga sentir, dentro de su corazón, un gran fervor. Cuanto más agradable y calido sea el sentimiento, más se convence de su propia infalibilidad. Y si la fuerza de la confianza en sí mísmo se comunica con otra gente y da la imagen de que él en realidad es un santo, ese hoombre puede destruir toda una ciudad, orden religiosa, o hasta una nación. El mundo está cubierto de cicatrices que han dejado visionarios como éstos".
"La atracción por lo oculto": Una excesiva atención a los signos, presagios, al reino de las enseñanzas secretas, a la magia, olvidando el aquí y el ahora. La espiritualidad no nos exceptúa de las leyes del mundo material y debemos seguir pagando impuestos, parándonos en los semáforos y lavando los platos. Creer en los milagros no nos libra de estar sujetos a las leyes de causa y efecto. Aprovechando el atractivo de los témas tabúes, algunos grupos dan por supuesto que hay preguntas que no deben responderse o dudas que no se pueden compartir. De forma que se restringe o se suprime la información que generalmente queda custodiada por un pequeño circulo de personas. Siendo que la información siempre significa poder, se termina usándola para la obtención de intereses personales, o la manipulación. Preguntar a tiempo y responder con sinceridad a cuestiones tales como ¿A dónde va todo el dinero de la recaudación? o ¿Qué tipo de voto de castidad es el que le permite acostarse al yogui con su secretaria? pueden evitar que determinadas multinacionales se escuden tras agrupaciones pseudoreligiosas para aumentar sus arcas.
"Las prisas": Sobre todo dentro de la cultura occidental, esperamos y exigimos resultados rápidos e inmediatos, mientras que todas las tradiciones místicas muestran la paciencia como virtud necesaria en el camino espiritual, que parece durar toda la vida. Como consecuencia de la falta de tiempo para analizar y perseverar se recurre a perspectivas simples que lo explican todo a través de una interpretación unifocal, prohibiendo el paso a explicaciones alternativas. Asi, si se tiene diarrea o gripe, se debe a la voluntad del maestro, y cualquier suceso de la vida cotidiana queda encriptado en el termino Karma, cerrandonos la oportunidad de entender y aceptar lo que nos ocurre.
"El pensamiento masificador": Aquí se trata de una tendencia no solamente frecuente en los grupos espirituales sino en la sociedad actual en su conjunto. Vamos huyendo de nosotros mísmos y nos resulta tranquilizador poder descansar en los elementos aglutínadores de un grupo, que pasa por encima de lo que la gente realmente siente. ¡Estas perdido, y Budha, Cristo, Shiva o el dolar americano ... te dan la respuesta¡ Por este sendero nos vamos habituando a comportamientos estereotipados, y hablamos, comemos, vestimos como nuestros lider, y nos sentimos felices, piadosos, o nos embarcamos en actos suicidas porque estamos enganchados al movimiento del pensar del grupo.
En terminos generales, las prácticas espirituales y religiosas estan encaminadas a dejar de lado la burocracia del ego, pero lo cierto es que no podemos superarlo si antes no lo hemos delimitado, y aquí se entiende la antigua máxima: Conócete a tí mísmo, que puede tener mútiples niveles de profundidad, variadas dimensiones. Como en toda exploración de territorios desconocidos, no estará demás contar con las herramientas útiles para tal empeño. Estas pueden ser, entre otras, pasión para perseverar en un compromiso de análisis y observación, teniendo en cuenta que los sistemas de pensamiento son medios de orientación, vías por donde ir al encuentro de la verdad, que posiblemente se desborda de los conocimientos conceptuales que le resultan pequeños, para instalarse en la vida, vestida de realidad.
Equipo de Redacción El Ratón de Biblioteca |