Padre, baja tu mirada hacia tus hijos.
Permítenos tomar conciencia de que somos una familia.
No hay hombres de distintas religiones ni de distintas culturas.
Tan sólo hay hombres frente a Tu Faz, pues Tú nos has creado a todos como tus hijos.
Tenemos distintos pareceres sobre cómo Eres y sobre lo que Tú deseas.
Te adoramos de diferentes formas y maneras, pero lo que nosotros hacemos es obra del hombre.
Lo que Tú has hecho cuando nos has creado, es obra de Dios.
Cuando te veneramos, todos te veneramos únicamente a Ti.
Concédenos la comprensión de que solamente existe un Dios al que adoramos y que este Dios es nuestro Padre. |