La sabiduria, el poder, el coraje, el amor y el reino de los cielos se encuentran en nuestro interior. Lo que sucede es que solemos olvidarlo.
Nos olvidamos de confiar en nosotros mismos, de esuchar y de prestar atención a lo mejor y lo más elevado de nuestro ser.
Esto se debe a que hemos estado durmiendo, soñando, deseando, esperando, mientras el amor nos despertaba, nos sacudia, nos decia que abriesemos las persianas y dejasemos entrar la luz de la conciencia.
Ha llegado el momento de tomar las riendas de nuestras vidas, de aceptarnos a nosotros mismos y a nuestro mundo y nuestra realidad actual incluso mientras aspiramos a nuestros ideales más altos.
Esto significa que no puedes evitar Amar, incluso cuando los demás no te correspoden.
Esto no quiere decir que te embargue en todo momento una emoción amorosa o que ames a toda clase de personas; significa que has hallado la voluntad necesaria para tratar a los demás con amabilidad y compasión con independencias de tus sentimientos.
En tus mejores momentos, tal vez experimentes una profunda compasión, pero no debes depender de sentimientos cambiantes, que surgen y desaparecen como los amores del pasado.
El idilio se desvanece como la belleza de una flor, a no ser que lo cultives con esmero a traves de tus acciones para que florezca de nuevo.
Dan Millman |