Es cada vez más frecuente encontrar personas que atraviesan por una “crisis”, que se sienten “deprimidas” o presas de “angustia”. Aunque estas palabras tienen un significado preciso en psiquiatría, a veces suelen emplearse con cierta ligereza. No obstante, responden a una situación real de insatisfacción profunda, cuyas causas generalmente no se alcanzan a ver con claridad. Quizás, la labor más importante y efectiva para estos casos, consista en reorganizar el proyecto humano de vida (individual) que sufre por no encontrar una vía de expresión.
Es la ausencia, o la frustración, de un proyecto personal (o misión) lo que provoca esa sensación de infelicidad que parece ir apoderándose de más y más personas. Cada individuo tiene la posibilidad de orientar su vida hacia objetivos, metas y sueños que llenen sus necesidades afectivas, profesionales y culturales. “Llevar la vida hacia delante” es el acto en el que el presente se empapa de futuro, donde las angustias de hoy se transforman en esperanzas de un mañana... de un futuro mucho mejor.
Aprendizaje Continuo y Participativo
Desde los albores de la historia humana, el aprender ha sido una característica propia de cada individuo, que ha contribuido a fundamentar las bases del desarrollo humano ya que cuando se aprende, se adquiere el conocimiento (de una cosa) por medio del estudio, ejercicio o experiencia.
A medida que hemos evolucionado como civilización, han surgido personas que se han dedicado al estudio del comportamiento humano, y esto ha llevado a la definición de diversos criterios con respecto al aprendizaje; conceptos, métodos, herramientas y técnicas, entre otros.
Antes, ser inteligente era ser bueno con los números, con la memoria y con las palabras. Durante varias décadas los investigadores se han focalizado en la tarea de mejorar y potenciar la capacidad de aprender y de recordar. Pero la tendencia de los nuevos paradigmas dentro del área del conocimiento, presenta una visión más amplia, integradora y holística de los métodos que tradicionalmente se han venido desarrollando.
Según se ha descubierto, el hombre necesita además de “aprender” y “memorizar”, desarrollar otras capacidades como: crear, comunicar, coordinar, imaginar... Leonardo Da Vinci anunciaba: “¡Hay que desarrollar la imaginación!”. Desde la invención de la escritura, hemos presenciado el desarrollo de distintas técnicas diseñadas para plasmar de alguna manera la información del mundo que nos rodea, con el propósito de analizar situaciones, comunicar, solucionar problemas, expresar un pensamiento, compartir hallazgos, divulgar experiencias o sencillamente plasmar de algún modo los aprendizajes obtenidos.
Las técnicas empleadas han sido variadas. Todos hemos aprendido a confeccionar listas y tablas por ejemplo, a utilizar líneas para organizar la información, obviamente desarrollamos muy bien la técnica de las palabras, aprendemos a manipular números, redactar oraciones, muchos manejan muy bien el lenguaje de los gráficos, y , como no mencionarlo, las imágenes (dibujos, fotos videos) se han convertido en un importante medio para comunicar y documentar nuestro mundo.
Pero a pesar de que todos estos sistemas tienen una utilidad indiscutible, hoy en día se sabe, gracias a investigaciones más recientes, que todos ellos activan tan solo una parte de las capacidades del cerebro, impidiendo que se establezcan asociaciones que estimulen la creatividad y potencien la memoria.
El gran interrogante es entonces, ¿existe una técnica avanzada que utilice mejor las grandes capacidades del cerebro, y que genere asociaciones que estimulen la creatividad y potencien la memoria?
Sí... los VALORES HUMANOS, la educación Holística basada en la Conciencia como punto focal. Podríamos decir que el uso de herramientas como ésta, permiten un auto-aprendizaje continuo. Podemos auto-aprender continuamente conociendo y utilizando herramientas en nuestro diario vivir que nos faciliten la creatividad, el descubrimiento y potencien al máximo las capacidades de nuestro cerebro.
Los seres humanos tenemos que ir configurando la vida a cada instante mediante el impulso que recibimos de “lo ideal”, que es una idea motriz, porque encarna el valor más alto -el que sirve de apoyo a todo el edificio de nuestra existencia. Todo pende en nuestra existencia del ideal que asumamos como propio.
Si tendemos por principio hacia un ideal de unidad y solidaridad, nuestra actitud será fundamentalmente generosa y nos orientaremos por la vía del encuentro y la creatividad. Si optamos por el ideal del dominio, la posesión y el placer, nuestra actitud básica será de egoísmo y nos encaminaremos por la vía de la fascinación y el vértigo, que nos producirá primero euforia para sumirnos pronto en la decepción, la tristeza, la angustia, la desesperación y la destrucción.
¿Quiénes son los mejores aprendices del mundo? Los bebés. Los bebés son activos, tienen propósitos, están orientados a un objetivo, son aprendices insaciables. Usando el universo físico y mental, luchan incansablemente para que la vida tenga sentido.
Los adolescentes, también exploran el mundo activamente. Su aprendizaje es activo, la actividad es su combustible. Pero esa actividad va decreciendo a medida que pasan los años. La televisión, entre otras cosas, enseña a ser pasivos: nos dice qué necesitamos, y todo lo que queremos vendrá a nosotros -justo después de este aviso. Y a medida que nos tornamos más y más pasivos, nuestro aprendizaje va desapareciendo.
Sin importar el tipo de actividad que tenga, manténgase activo!!! Cuanto más activo esté, más fluida será su actividad y más efectivo será para conseguir los resultados que desea.
Aprender quiere decir descubrir y reconocer conscientemente nuestra incompetencia. Todo aprendizaje parte de saber que no sabemos algo importante o que nos falta una determinada habilidad. No es sorprendente que ciertas emociones acompañen este descubrimiento: confusión, frustración, temor, ansiedad.
Ninguna emoción que se experimente al aprender es inadecuada. Cada sentimiento tiene un propósito. La confusión, por ejemplo, crea curiosidad. En todo evento de capacitación solemos escuchar que la gente atraviesa esos sentimientos.
Cuando la gente dice que está confundida, eso es muy bueno, y significa que está en el camino del aprendizaje efectivo; pero cuando la gente experimenta un sentimiento de frustración ante nuevos conceptos, conviene dirigirla rápidamente hacia la confusión. ¿Por qué?
La confusión es un peldaño que tenemos que subir para trepar hacia la excelencia. La confusión está indicando que la gente está cometiendo un acto de aprendizaje. En contraste, enfrentar un descubrimiento con una sensación de certidumbre y sin voluntad para abandonar viejas creencias conduce a la frustración. Nos encerramos en un estado de impotencia adquirida, un estado de no saber.
Confusión o frustración. Estos dos caminos emocionales, ante un hecho de aprendizaje, nos conducen a resultados muy distintos:
· La confusión genera curiosidad, lo que detona comportamientos positivos de aprendizaje, lo que a su vez conduce a la excelencia. · La frustración no es confusión. La frustración genera un estado certero de impotencia, lo que desemboca ineludiblemente en el abandono.
Por desgracia, nuestras experiencias educativas muchas veces nos dirigen más por el camino de la frustración que por el de la confusión. En muchos modelos de aprendizaje la confusión es sinónimo de derrota, y la frustración igual a incompetencia. El resultado es que el aprendizaje se detiene.
Cualquiera sea el sentimiento que surja en un proceso de aprendizaje, está bien. No se debe suprimir ningún estado emocional, incluso todo grado de confusión es buen signo de aprendizaje. La confusión lleva a la curiosidad, y la curiosidad le proporcionará el deseo de aprender, de descubrir ese manto de confusión (de correr el velo). Pero el buen educador, intentará encauzar siempre las emociones de los aprendices. Hay emociones que son más adecuadas que otras para este proceso, y él lo sabe.
¿Qué emociones siente usted cuando aprende... por ejemplo aquí, en el Centro Escuela CLARIDAD? CLARIDAD propone un proceso de aprendizaje único, original, mediante sus publicaciones, artículos, cursos y talleres. Cada encuentro (o artículo) está orientado a provocar una emoción, un sentimiento adecuado para motivar al aprendizaje. Sostenidos por algunos Principios, los encuentros (o artículos) despiertan curiosidad, plantean interrogantes, animan el despertar, y activan la curiosidad y motivación permanentemente hacia un crecimiento inteligente, personal y colectivo en todas sus (y las) dimensiones. Estos conocimientos dan nacimiento a una nueva cultura y a un nuevo humanismo, pues tienen la finalidad, en lo individual, de realizar un proceso de evolución consciente estrechamente ligado al conocimiento de sí mismo, de las leyes que rigen la vida y la función del hombre sobre la tierra.
“Lo que somos, comunica mucho más elocuentemente que cualquier cosa que decimos o hacemos. Hay personas en las que confiamos absolutamente porque conocemos su carácter” (Stephen R. Covey).
A menudo las personas se encuentran logrando victorias vacías, éxitos ilusorios conseguidos a expensas de cosas que súbitamente se comprende que son mucho más valiosas. Personas pertenecientes a todos los trabajos (médicos, académicos, actores, políticos, ejecutivos, atletas y fontaneros) a menudo luchan por lograr ingresos más altos, más reconocimiento o un cierto grado de competencia profesional, sólo para descubrir que su ansiedad por alcanzar la meta les ha privado de cosas que realmente importan y que ya han quedado fuera de sus posibilidades.
Esencialmente, lo que importa no es la profesión de una persona o el tipo exacto de trabajo en que se comprometió, sino más aquello de su personalidad lo que podrá contribuir para los demás y para su profesión.
Cuán distintas son nuestras vidas cuando sabemos qué es lo verdaderamente importante para nosotros, y, manteniendo ese cuadro en mente, actuamos cada día para ser y hacer lo que en realidad nos interesa. Si la escalera no está apoyada en la pared correcta, cada paso que demos no hará más que acercarnos antes al lugar erróneo.
Aprender es crear, adquirir y transmitir una idea o conocimiento y luego, modificar una conducta para adaptarse a esa nueva idea o conocimiento. Esta definición empieza con una verdad muy sencilla: para que se produzca el aprendizaje, las nuevas ideas son esenciales.
A veces, las nuevas ideas se crean mediante “chispas de creatividad” o de percepción. En otras ocasiones, nos llegan desde el exterior de diversas maneras, siendo la más formal, la capacitación. Cualquiera sea la fuente, estas nuevas ideas son las que ponen en marcha el cambio, la mejora y el desarrollo de una persona, o de un grupo de ellas.
Pero las nuevas ideas o los nuevos conocimientos, por sí solos, no pueden dar lugar al aprendizaje. Si no se introducen cambios consecuentes en la forma de actuar, o de realizar un trabajo, sólo existirá un potencial de mejora.
“Por el conocimiento nos aproximamos a Dios”. ¿De qué sirven las posesiones materiales y el poder, el dinero, el trabajo, la familia, la pareja, los hijos, etc., cuando son un fin en sí y no un medio para ese acercamiento? La codicia y el ansia de poder no tienen ningún valor.
Todo es crecimiento y aprendizaje... crecimiento continuo. Sin embargo, hay diferentes niveles de aprendizaje; algunos tienen que aprender en la carne. Tenemos que sentir el dolor. Cuando se es espíritu no se experimenta dolor. Es un período de renovación. En forma espiritual no se siente, sólo hay bienestar, felicidad. Nosotros decidimos cuándo queremos regresar, adónde y por qué motivos. Nuestro cuerpo es sólo un vehículo para que utilicemos mientras estamos aquí. Son nuestra alma y nuestro espíritu los que perduran por siempre.
El aprendizaje es mucho más rápido en el estado espiritual. Pero elegimos lo que necesitamos aprender. Si necesitamos regresar para elaborar una relación, regresaremos. Si hemos terminado con eso, proseguimos.
Sin teoría... no existe aprendizaje
¿Qué significa esta frase? “Al fijar el techo, de alguna manera está fijando el piso”. Nos advierte que, a menos que nosotros entendamos la teoría en su totalidad (el conjunto de presunciones o pensamientos que sostuvimos como verdaderos, cuando creamos las prácticas y procedimientos que usamos en el presente), en el futuro nos condenaremos a crear diferentes versiones de lo que siempre hemos hecho. Como resultado, no obtendremos ningún cambio real, sino simples y diferentes manifestaciones de lo que siempre solemos hacer.
A menos que nuestras creencias, teorías, presunciones y pensamientos sean criticados y desafiados para comprobar su validez, lo que construyamos en el futuro descansará sobre un cimiento igual al de siempre!
Considere la siguiente frase: “La manera en que pensamos, determina lo que medimos” (Albert Einstein).
Hemos sabido, durante años, que la puerta de entrada al cambio son nuestros sistemas de creencias, nuestro conjunto de teorías aceptadas. Sin embargo aún, en diferentes circunstancias, muchos de nosotros nos hemos condicionado para no aprender. Por ejemplo, en nuestra búsqueda de respuestas rápidas y soluciones, ponemos en cortocircuito el elemento mismo que es fundamental para resolver los problemas y cambiar de manera efectiva... el examen de nuestros pensamientos y creencias -que sostienen las prácticas y procedimientos que llevamos adelante día a día.
Como Thomas Paine tan acertadamente declaró: “El prolongado hábito de no pensar acerca de una cosa incorrecta, le da la apariencia superficial de ser correcta”.
Si sostenemos como verdadera la teoría de que la tierra es el centro del universo, entonces, tomaremos decisiones y crearemos prácticas dentro de ese esquema de pensamiento y cerraremos nuestros ojos ante las posibilidades de vivir un presente bajo una teoría diferente. Aún peor, todas las mejoras que introduzcamos en esas prácticas no serán otra cosa que versiones actualizadas de lo que siempre fue, y no “verdaderos descubrimientos”.
Todos los grandes descubrimientos, han sido el resultado de la valiente decisión de romper con las maneras tradicionales de pensar (un cambio de teoría!). Si las personas creen que sus puntos de vista son “hechos”, en lugar de un “conjunto de presunciones” (o teorías personales que han aceptado como verdaderas), no estarán abiertas a desafiar esos puntos de vista y nunca crearán el tipo de cambio que necesita para dar un salto relevante. Cualquier práctica futura, o procedimientos, que se alteren sin un cambio en el esquema de pensamiento o en la teoría, serán sólo versiones “disfrazadas” de las mismas prácticas o procedimientos que intentan modificar. ¿Es una maravilla seguir re-inventando la rueda?
Habitualmente, estamos condicionados para mantenernos alejados de este tipo de cambio y volcarnos más hacia “la acción”; hacia un enfoque más “pragmático”. Sin embargo, esta inclinación a la acción obstaculiza o destruye el proceso de aprendizaje, e inhibe la posibilidad de aplicar cambios efectivos en la vida. Todos nosotros hemos oído una y otra vez... “No tengo tiempo para la teoría. Lo que necesito es algo práctico y ponerlo en acción!”. Quizás, somos nosotros mismos quienes hemos creado el enfoque que obstaculiza la resolución efectiva de problemas y el cambio profundo en nosotros.
Sin teoría... no existe aprendizaje. Es un requisito para el cambio real. Sin duda este mensaje nos será de gran utilidad... y será también una disciplina que traerá resultados duraderos.
El objetivo del sabio es el de trascender lo social y lo cotidiano, alcanzando un plano elevado de conciencia, la iluminación. El iluminado es aquel que ha alcanzado la unidad mística con el universo, mediante el uso de su inteligencia intuitiva y el conocimiento práctico o la contemplación y la acción social.
Se debe aprender a vivir durante toda la vida y, por más que tú tal vez te espantes, la vida toda es un aprender a morir.
Los MAESTROS de SABIDURIA dicen: "La Tierra nunca ha estado sola, siempre ha formado parte de un sistema cósmico. Si la mente humana ha cometido disparates, ha sido porque nunca ha estado ajustada con el todo. Ha llegado la hora de la verdad y del significado de la vida en el Universo. Los hombres no deberán ya permanecer en el agujero negro de la ignorancia. Todos deberán expandir la conciencia, de la misma manera que el Universo se expande físicamente, dando origen a nuevos e infinitos misterios. Humildad es lo que falta. La Tierra ha sido siempre una gota de agua en el Océano Galáctico".
En Gratitud, Unidad, Orden, Luz y Amor...
¡Bendiciones Infinitas en todos los planos! |