Salmo 112(111),1-2.5-6.7-8.9.
¡Aleluya! Feliz el hombre que teme al Señor y se complace en sus
mandamientos.
Su descendencia será fuerte en la tierra : la posteridad de los justos es
bendecida.
Dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con
rectitud.
El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre.
No tendrá que temer malas noticias : su corazón está firme, confiado en el
Señor.
Su ánimo está seguro, y no temerá, hasta que vea la derrota de sus
enemigos.
El da abundantemente a los pobres : su generosidad permanecerá para
siempre, y alzará su frente con dignidad.
Espiritu Santo,
ven y toma mi corazon,
como madre,
como padre o como hijo,
bendiceme Señor JESUS!
CAMINA A TUS OVEJITAS PERDIDAS,
CAMINALAS POR TU BUEN CAMINO, SENDERO DE AMOR Y PAZ,
LUZ DE CRISTO!
Amen; amemos a nuestra familia, el fruto de nuestro cuerpo y de nuestra sociedad.
Julieta Alina Prado Leon
PROFETA Y SIERVA DE DIOS.