LA VIA DEL AUTENTICO GUERRERO
El corazón se da sin pausa, sin prisa, segundo a segundo. A cada instante su nota es dar, enriquecido y purificado, aquello que recibe. Así mismo, nosotros podemos ser como el corazón que distribuye sangre y vida. Aumentamos el potencial dañino del mal cuando a través de nuestro mal carácter lo potenciamos y lo entregamos así, multiplicado en su poder disociador.
Se trata de que nosotros seamos como el corazón. Se trata de que podamos recibir la sangre venosa del metabolismo de las relaciones con el mundo, y que, en la transparencia de nuestra vida, la llenemos de luz, enriqueciéndola y devolviéndola como una forma de prana puro y nutritivo para todos los seres. Recibir el prana del reino mineral, el prana del reino vegetal y el del reino animal, percibir el prana solar y el prana terrestre y convertirlos en ese bello torrente de vida amorosa e inteligente que llamamos la humanidad. Humanizarnos, es posible , cuando empezamos a despertar, a ese Sol Central interior – RA – hecho con las radiaciones de nuestra Responsabilidad y Autenticidad. ¿De qué materia prima está hecha la responsabilidad?.
Su quintaesencia es la conciencia de un héroe arquetípico interior que llamamos el guerrero. Irrumpe en la vida cuando la visión trasciende el pequeño territorio del ego o no-yo y se emprende el viaje hacia el campo de conciencia ampliado del Yo. En el horizonte se vislumbra el alma humana. En el camino la cruzada es de hermandad. En el corazón se intuye el misterio del Santo Grial, una Copa de dolor que revela al interior luz y amor. En ese territorio sagrado, el servicio va hasta el sacrificio.
El guerrero asciende a la cima del heroísmo y en la muerte del ego revela la vida. En su derrota se esconde la victoria genuina. Derrotado el ego, desecha la coraza, la luz del alma brilla. Como el agua cristalina que brota en las alturas de la nieve pura, como un manantial de luminosa claridad, la autenticidad surge de la bruma.
El guerrero auténtico es un testigo de excepción de la misteriosa levedad de las alturas.
Su cruzada es de hermandad y de justicia. Su horizonte es de libertad. Su territorio es el pais de la conciencia.
Su secreto es el cáliz del Agua abundante de la Vida.
Sangre de Cristo, Quintaesencia de Su Cuerpo Místico: Humanidad
DAVIDA |