NADA ME IMPEDIRÁ Ni la tristeza, ni la desilusión, ni la incertidumbre, ni la soledad; Nada me impedirá sonreír. Ni el miedo, ni la depresión, por más que sufra mi corazón; Nada me impedirá soñar. Ni la desesperación, ni la ignorancia, mucho menos el odio o alguna ofensa; Nada me impedirá vivir. En medio de las tinieblas, entre los espinos, en las tempestades y en extraviados caminos; Nada me impedirá creer en Dios. Así, errando y aprendiendo, todo me será favorable para que yo pueda siempre evolucionar, perseverar, servir, cantar, agradecer, perdonar, recomenzar. Quiero vivir el día de hoy como si fuera el primero, como si fuera el último, como si fuera el único. Quiero vivir el momento de ahora, como si aún fuese temprano, como si nunca fuese tarde. Quiero mantener el optimismo, conservar el equilibrio, fortalecer mi esperanza, recomponer mis energías; para prosperar en mi misión y vivir alegre todos los días. Quiero caminar con la certeza de llegar, quiero luchar con la certeza de vencer, quiero buscar con la certeza de encontrar,quiero saber esperar; para poder realizar los ideales de mi ser. Quiero dar lo máximo de mí para vivir intensamente y maravillosamente todos los días de mi vida. Que no nos gane la tristeza, la desilusión ni la desesperanza. La diferencia entre una persona vencedora y una fracasada es la actitud ante las situaciones que se nos presentan. Cuando dejamos de buscar culpables o de pasarle la responsabilidad a otros de lo que nos pasa, comenzamos a tomar nuestra vida en nuestras manos. Nadie nos dijo que es fácil, pero tampoco imposible. Que nada nos quite la ilusión, los sueños, porque cuando nos llenamos de amargura, sólo atraeremos amargura. Tengamos la paciencia y la serenidad para esperar el momento justo. La templanza para actuar con sabiduría y la fuerza para seguir soñando a la vez que hacemos de esta vida un maravilloso sueño hecho realidad. Autor Desconocido |