AMOR A DIOS, COMPRENSIÓN, INCLUSIÓN Y CANDOR La sabiduría y el amor son frutos de la misma planta. El Amor es la Ley Primera. Si cumples la Ley Primera, el resto lo tendrás por añadidura; si con el amor aceptas la Ley de la propia fuerza que te elevará espiritualmente, ingresaràs en la escalera ascendente que te espera. El Amor todo lo puede. Por encima de todo, Amar al Creador de todas las cosas. Antes que nada, practicar la oración. Después del llamado, la respuesta incondicional. Después de la entrega, la persistencia. Y, contacto tras contacto, atención a las Indicaciones. Orar es una forma de volverse al lado interno de la Vida, o para lo Alto. Nuestras Hermandades Superiores están permanentemente enviándoles amor para que despertéis. Si vuestro amor es vertido desinteresadamente, desinteresadamente llegan a vosotros fuerzas para haceros valientes delante de la tarea que habéis asumido. Aprended a respetar el silencio y aprenderéis a amar. Lo que debéis hacer no es mucho ni poco - es colocar en todo la Vida que podéis recibir. El Amor no consiste en sentir grandes cosas, sino en tener una gran simplicidad. El Amor es la inclinación, la fuerza y la virtud de la que el alma se sirve para ir a Dios, pues es por medio de ello que ella se une a Él. El Amor jamás alcanza la perfección. Es una llama que arde acompañada del deseo de arder más. El alma que ama a Dios vive más donde ama que donde vive. El alma que camina en el amor no cansa a los otros ni se cansa. Amad como nosotros os amamos. No os olvidéis de colocar en cada acto de servicio esa partícula divina llamada Amor. Donde no hay amor, pon amor y encontrarás el amor. Fuente: Extractos de libros de Trigueirinho |