SÉ IMPECABLE CON TUS PALABRAS
Las palabras son la herramienta más poderosa que tiene el ser humano, pero son como una espada de doble filo: Pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea. Uno de los filos es el uso erróneo de las palabras, que crean un infierno en vida. El otro es la impecabilidad de las palabras, que sólo engendrará belleza y amor. Según como las utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán aún más de lo que te imaginas.
Toda la magia que posees se basa en tus palabras. Las palabras son pura magia y si las utilizas mal, se convierten en magia negra. Esta magia es tan poderosa, que una sola palabra puede cambiar una vida o destruir millones de personas. Hace años, en Alemania, mediante el uso de las palabras, un hombre manipuló a un país de gente muy inteligente. Los llevó a una guerra mundial sólo con el poder de sus palabras. Convenció a otros para que cometieran los más atroces actos de violencia. Activó el miedo de la gente y, de pronto, como una gran explosión, empezaron las matanzas y el mundo estalló en guerra.
Debemos comprender cuál es el poder que emana de nuestra boca. Una palabra es como un hechizo, y los humanos utilizamos las palabras como magos hechizándonos los unos a los otros. Continuamente estamos lanzando hechizos con nuestras opiniones. Las palabras captan nuestra atención, entran en nuestra mente y cambian, para bien o para mal, nuestras creencias.
Ser impecable con tus palabras es no utilizarlas contra ti mismo. Si te veo en la calle y te llamo estúpido, puede parecer que utilizo esa palabra contra ti, pero en realidad la utilizo contra mí mismo, porque tú me odiarás por ello y tu odio no será bueno para mí. Si te amo tú me amarás, si te doy odio tú me odiarás. Acción y reacción. Si siento gratitud por ti, tú la sentirás por mí. Si soy egoísta contigo tú lo serás conmigo.
Ser impecable con tus palabras significa utilizar tu energía correctamente, en la dirección de la verdad y el amor por ti mismo. Si llegas a un acuerdo contigo para ser impecable con tus palabras, eso bastará para que la verdad se manifieste a través de ti y limpie todo el veneno emocional que hay en tu interior. Pero llegar a este acuerdo es difícil porque hemos aprendido a hacer precisamente todo lo contrario. Hemos aprendido a hacer de la mentira un hábito al comunicarnos con los demás y, aún más importante, al hablar con nosotros mismos. No somos impecables con nuestras palabras.
Muchas veces usamos las palabras para maldecir, para culpar, para reprochar, o para destruir. En general, utilizamos nuestras palabras para propagar nuestro veneno personal, para expresar nuestra rabia, los celos, la envidia y nuestro odio.
Con el uso erróneo de las palabras, nos perjudicamos los unos a los otros y nos mantenemos mutuamente en estado de miedo y duda. Los chismes son magia de la peor clase, porque son puro veneno. Aprendimos a contar chismes por acuerdo. Contar chismes se ha convertido en la principal forma de comunicación en la sociedad humana, con una intención dañina. Uno ni se percata de ello pero es mucho el daño que hace.
Si eres impecable con tus palabras verás cuántos cambios ocurren en tu vida. En primer lugar, cambios en tu manera de tratarte y en tu forma de tratar a otras personas, especialmente a aquellas a las que más quieres. La impecabilidad en tus palabras también te proporcionara inmunidad frente a cualquier persona que te lance un hechizo. Solamente recibirás una idea negativa si tu mente es un campo fértil para ella.
La palabra puede herir la susceptibilidad de una persona y causar graves daños, si no hay una actitud madura y abierta a la solución de conflictos, por eso ten presente:
Una palabra cualquiera puede ocasionar discordia.
Una palabra cruel puede destruir una vida.
Una palabra amarga puede crear odio.
Una palabra brutal puede golpear y matar.
Una palabra agradable puede suavizar el camino.
Una palabra a tiempo puede ahorrar esfuerzos.
Una palabra alegre puede iluminar el camino.
Una palabra dicha con amor y cariño puede bendecir.
Una palabra tierna puede levantar muchas esperanzas.
Una palabra equilibrada puede brindarnos paz.
Una palabra discreta nos puede llenar de sabiduría.
Una palabra oportuna frente a la desgracia nos obliga a seguir la marcha.
Una palabra puede darnos mucho y quitarnos todo.
Una palabra es la que tanto necesitamos para abrazarnos. Y esa palabra es Amor entre todos los seres del universo.
Tema Preparado por el Grupo de Semillas de Vida