Según un cuento indio, un hombre acudió a un maestro y le pidió que le convirtiera en discípulo. El maestro, con su discriminación espiritual, comprendió que el hombre no estaba preparado para que se le enseñara. De modo que le preguntó: ¿Sabes qué has de hacer a fin de ser un discípulo?...
El hombre no lo sabía, y le pidió al maestro que se lo dijese. –Bien, dijo el maestro, tienes que buscar agua, juntar leña, cocinar y pasar muchas horas de trabajo pesado. También tienes que estudiar. ¿Quieres hacer todo eso?... El hombre le dijo: Ahora sé lo que tiene que hacer el discípulo. Por favor, dime, ¿qué hace el maestro?… –Oh, el maestro está sentado y da instrucciones espirituales en su modo sosegado. –¡Ah. comprendo -dijo el hombre-. En ese caso, no quiero ser un discípulo. ¿Por qué no me conviertes en un maestro?...
Todos queremos ser maestros. Pero antes de que lleguemos a ser maestros, debemos aprender a ser discípulos. Debemos aprender a ser humildes.
Bendiciones!!
Mauricio Merizalde