Adicto a ti
Eres vendimia, colmenar y siega, abriéndose a tus frutos mis umbrales; oh, cosechas ubérrimas, vitales, que tu ansiedad ante mi piel despliega.
Llueven mis ojos sobre ti, se anega tu entera dimensión de mis cristales; eres de pronto lo que soy, y vales cuanto valgo yo mismo, doble entrega.
Te has inyectado en mí, viva morfina que agita mi interior, lo arremolina, y al encender mis venas, me arrebata.
Adicto a ti, de tu alma intoxicado, y a tu sensualidad encadenado, ola soy que en tus mares se dilata.
Los Angeles, 13 de agosto de 2010
Francisco Alvarez Hidalgo.
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