Voy a reir
Voy a reir. Mi risa es marinera, de blanca espuma y borbollón salino; lleva el sonoro timbre cristalino del manantial, la voz de la palmera.
Sensual vivacidad se me aglomera como gavilla de oro; soy molino pulverizando el grano, y lo destino a mi propia tahona verbenera.
Su pan recién cocido es pan de gozo, crujiente al dividirse trozo a trozo, para ser compartido entre la gente.
Y quien se nutra de él irá escuchando mi risa, que se va multiplicando, nuevo milagro en cada cual latente.
Los Angeles, 6 de octubre de 2010
Francisco Alvarez Hidalgo.
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