Probablemente será uno de los mayores retos y logros de la humanidad cuando, el día 21 de julio de 1969, el comandante Neil Armstrong, al frente de la misión Apollo 11,pisó por primera vez la Luna. Mucho ha llovido desde aquel histórico momento…, pero en la Tierra.
¿Y en nuestro satélite? ¿Qué tiempo hace allá arriba? Bien, la respuesta es que allí ni llueve, ni hace viento, ni hay nubes…, y todo esto porque no hay atmósfera como en la Tierra (en realidad, posee un exiguo halo gaseoso a su alrededor, pero es tan tenue que no podemos considerarlo atmósfera). Por ejemplo, los cráteres que forman su característica superficie no se erosionan por esta ausencia total de viento. Lo mismo que la famosa huella que dejó Armstrong al pisar por primera vez la Luna. Está intacta.
Y como no hay viento, otra curiosidad es que el sonido no se puede transmitir. Si pudiéramos viajar a la Luna no nos podríamos escuchar puesto que el sonido necesita un medio de transporte físico (como el aire) para que llegue a nuestros oídos. El aire es una combinación de gases, principalmente oxígeno y nitrógeno, que forman la atmósfera terrestre. La Luna no tiene aire porque su atmósfera no tiene la combinación de gases adecuada, los gases que la rodean salen de su interior porque su fuerza gravitacional es seis veces más débil que en la Tierra. De hecho, una persona que pese 60 kilogramos aquí abajo, pesará solo 10 kilogramos allá arriba (la sexta parte).
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