La terapia se basa en canalizar la energía vital para conseguir el equilibrio entre mente y cuerpo
El Chi Kung o Qi Gong es una terapia basada en los principios de la medicina china que pertenece al mismo grupo que el taichi o el reiki. Todas ellas proceden de la tradición oriental y sustentan sus principios en la importancia de canalizar de forma adecuada la energía vital (Qi) a través de los diferentes meridianos que recorren nuestro cuerpo.
El buen estado de la salud de cada uno dependerá de la capacidad para conseguir el correcto equilibrio entre la mente y el cuerpo; y dicho bienestar se logra, principalmente, a través de la meditación y del control de la respiración.
Según José Luis Osuna, profesor de Chi kung, esta terapia "es una de las artes taoistas que en la antigüedad se la conocía como el arte de fluir con la vida, aunque en la actualidad se suela traducir como trabajo con la energía" y argumenta que él particularmente defiende la definición de los antiguos, "ya que lo veo como una herramienta para vivir la vida con más relax y más en armonía con todo lo que te rodea. Es cierto que en el Chi Kung se trabaja con la energía, pero es importante no perder de vista el objetivo principal con el que fue concebido", apunta.
Para Osuna, esta práctica se lleva a cabo "a través de una serie de ejercicios con el cuerpo y con la respiración, comenzamos a eliminar bloqueos en nuestro cuerpo y a crear espacios, ya que solemos estar rígidos, permitiendo que nuestra energía fluya por todo nuestro cuerpo. Ese fluir sin bloqueos de nuestra energía es lo que nos da esa paz y claridad mental que nos permite vivir la vida con relax y en armonía con el entorno, además de mejorar nuestra salud y de sentirnos más vitales", detalla.
Este monitor considera que una de las ventajas de esta terapia oriental es que, debido a su procedencia del taoismo, es de naturaleza sencilla. Para hacer los ejercicios no se necesita una condición física especial y son aptos para todas las edades. Eso sí, lo que es importante para lograr beneficios es la constancia, no vale con practicarlo uno o dos días a la semana", concluye.
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