Está claro que las bases de un peso ideal son la alimentación y el ejercicio, pero si lo que quieres es mantener la línea sin grandes esfuerzos, aplica estos pequeños gestos a tu vida diaria.
- Bebe mucha agua. Dos litros de agua al día te ayudarán a depurar tu organismo y eliminar toxinas, además tu piel se verá más luminosa y tersa.
- Cambia el café por una infusión. No hace falta que dejes de tomar café, pero reduce su consumo a uno por la mañana. A partir del medio día es mejor optar por infusiones.
- Come despacio, sin prisas y masticando muy bien los alimentos para ayudar a tu sistema digestivo a procesarlos. Además, al comer lentamente se crea en nuestro cerebro una sensación de estómago llego, haciendo que nos saciemos antes.
- Reduce el consumo de pan. Si eres de las que no puede vivir sin pan procura cambiar el pan blanco por uno integral o de centeno, que es más saludable y adecuado para bajar de peso.
- Consume fruta entre horas. Si te pica el gusanillo del hambre a media mañana o por la tarde, elige la fruta y olvídate de los típicos snacks de máquina expendedora. Un plátano o una manzana te aportarán esa energía extra que tu cuerpo te está pidiendo.
- Camina siempre que puedas. Evita el coche a toda costa y prueba a ir al trabajo andando o en bicicleta, saca a tu perro más tiempo y aprovecha para caminar o correr con él.
- Los cereales, mejor sin procesar. Elige siempre cereales integrales en lugar de los blancos o procesados. La pasta, el arroz, los copos de avena... Siempre integral.
- Medita. Puede parecer una tontería, pero meditar por las mañanas y por las noches ayuda al cuerpo y a la mente a estar conectados y en armonía, mejorando así el funcionamiento de todo nuestro organismo.
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