"Soñar", ese acto tan puro, tan personal, tan propio de nuestra propia locura que nos revela lo que llevamos dentro nos hace soñar con los ojos cerrados tantas fantasías. Dejemos sacar esa locura por un momento y soñemos de lo que no deberían de ser sueños.
Soñemos que vivimos en un mundo en donde no se necesiten visas para entrar. Que los colores de la piel son la parte hermosa de una acuarela.
Las mejores oportunidades ya se encuentran en donde vivimos; no más al norte, ni más al sur.
En este mundo no existen presidentes ni mucho menos reyes. Nos guiaremos por la sabiduría de los que llevan más tiempo que nosotros.
La ropa deja de ser un medio de comunicación y que ésta, se vuelve prohibida.
Las mujeres dejan de pensar que la vejez es algo lamentable y por ende, no usan maquillaje.
Todos somos hermanos y nuestra madre se llama "tierra".
Caminamos por muy larga que sea la distancia y ante el cansancio, somos bienvenidos a la par de cualquier hermano, ya que no existe la propiedad privada.
No habrá prejuicios, porque nadie juzgará antes de conocer y al conocer sólo se enriquecerá la diversidad.
No existen actos "buenos" ni "malos", sólo existirán actos "dignos" e "indignos" de ser persona y este es el principio de las normas sociales.
Nadie tendrá mascotas, sólo fieles amigos de otras especies.
Trabajamos por amor a lo que nos gusta, y ofreceremos nuestros servicios a aquel que lo necesite, porque nosotros también los necesitamos.
Los domingos a las 18:00 nos reunimos con nuestros allegados para meditar de nuestra espiritualidad.
El amor deja de ser eterno sólo en las poesías, para volverse en la realidad.
El dolor es real pero nunca intencionado.
Los suicidios no existen, porque la vida es tan hermosa que sería indigno quitárnosla por nuestra cuenta.
La sexualidad humana será algo admirable y respetable, nunca morboso, sucio ni mucho menos pecado.
Los condones se utilizarán sólo como control de natalidad ya que no hay ETS.
No existen clases sociales, porque no hay dinero que nos trate como objetos.
Si bien se vale creer o no en seres supremos, este mundo es tan hermoso, que nadie se merece el infierno.
Soñar nos mantiene despiertos dice, porque al percatarme yo ya tenía los ojos abiertos y me di cuenta que ese mundo ya está en mi mente.
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