Cinco estrategias para tener una mente más abierta
1. Sal de tu zona de confort. Todos nos movemos dentro de un círculo en el cual nos sentimos seguros, salir de este círculo nos da miedo porque no sabemos lo que vamos a encontrar. Para mitigar la sensación de inseguridad, sal poco a poco de esta zona segura. Primero da pequeños pasos y después da pasos más grandes.
Por ejemplo, si eres una persona rígida y apegada a los hábitos, puedes comenzar simplemente probando un alimento que jamás habías degustado, puedes comenzar a aprender un nuevo deporte, puedes crear un nuevo hábito… En fin, lo importante es que des pequeños pasos que te hagan salir de tu zona de confort, poco a poco, una cosa llevará a la otra y al final te verás haciendo cosas que antes para ti eran impensables. Obviamente, cuando descubras nuevas cosas conocerás nuevas personas y maneras diferentes de comprender el mundo que ampliarán tu visión de la realidad.
2. Cuestiona las cosas. Los niños lo cuestionan todo pero llegado a cierto punto del desarrollo dejamos de cuestionar las cosas, simplemente las aceptamos de manera casi incondicional. Aceptamos lo que dicen los diarios, los noticieros y las personas importantes porque son entes que consideramos fiables. Aceptamos que tenemos que comprar el coche más nuevo y el último modelo de móvil porque lo hacen todos. Sin embargo, de vez en cuando sería interesante cuestionarse nuestras decisiones, cuestionar lo que dicen los otros, cuestionar las costumbres. Por ejemplo, encuentro que no prohibir los toros porque es una costumbre es una barrabasada de tamaño colosal. Siguiendo este razonamiento, las culturas que practican la mutilación femenina pueden continuar haciéndolo porque es una costumbre cultural. En fin, lo que quiero decir es que a veces vale la pena cuestionarse la realidad que damos por sentada. Verás que descubres un mundo totalmente diferente.
3. Descubre las conexiones. Todo el mundo está conectado, una de las principales características de las personas con mente abierta es que son capaces de encontrar estos vínculos, incluso donde aparentemente no los hay. No creas jamás que eres el centro del universo, aprende a comprender que formas parte de una familia, una comunidad, una ciudad, un país y un mundo. Se trata de un cambio de perspectiva radical.
4. No tengas miedo a equivocarte. Cuando emprendemos un camino diferente y novedoso es normal que en algún punto nos equivoquemos. Nuestros errores nos permiten aprender, nos permiten vivir experiencias, nos permiten crecer como persona (siempre y cuando aprendamos la lección). No podemos desarrollar la apertura mental si nos vemos atados continuamente al miedo a equivocarnos.
5. Ábrete al mundo. Las personas y las cosas que nos rodean son una increíble fuente de inspiración. No creas que porque tienes un título universitario un campesino no te puede enseñar nada. La naturaleza y la cultura que nos rodean están llenas de ideas, solo tenemos que ser lo suficientemente humildes como para verlas.
|