Hace tiempo que entendimos
que nuestros ríos desembocaban
en distintos mares.
Hace tiempo que descubrimos
que nuestro sol y nuestras nubes,
transitaban por distintos cielos.
Hace tiempo que fuimos conscientes
de que nuestras palabras no rimaban,
y ya no creaban el relato de una historia feliz.
Hace tiempo que ambos sabemos
que el último regalo que nos merecemos
es respetar esa distancia,
entender que los mares compartidos,
el sol y las nubes disfrutados,
y las frases que nos daban vida, ya no están.
Y que los dos nos merecemos algo mejor.
Nunca es alegre una despedida,
pero resulta mucho más triste la condena
a una presencia que da escalofríos.
Ni tú ni yo queremos que la pena,
la resignación o la lástima,
conviertan esto en un falso amor eterno.
Ya está todo hablado y todo callado.
Ahora, yo te deseo lo mejor
y acepto tu recíproco deseo.
Ahora, a seguir viviendo,
o más bien, a volver a vivir.
Ambos nos lo merecemos.
Luis Bueno