Vivimos tan deprisa que la vida se nos va como
la arena entre los dedos. Llenamos nuestro día de
cosas que hacer, deprisa, sin parar, sin pausas,
prisas, prisas, prisas… Así no disfrutamos de lo que
hacemos y por lo tanto, tampoco del presente,
del aquí y ahora. Así lo asegura Fernando Álvarez,
entrenador emocional y coach quien recuerda
que“aprovechar el tiempo no significa hacer
más cosas” y por eso recomienda “no perder la vida corriendo
de un lado a otro, sino hacer las cosas con más consciencia,
pensar en lo que hacemos en el momento y no en lo
que haremos después”.
Este desperdicio del presente hace también
que no valoremos lo que tenemos y siempre “creamos
que en el futuro está una felicidad mayor, sin disfrutar
de las que tenemos en el momento”. Por eso,
aconseja ‘parar’ de vez en cuando y concentrarnos en el ahora
y esto “podemos hacerlo, aunque solo sea un
minuto de meditación al día, con la meditación”.
Y siempre recordar que el pasado y no sirve,
el futuro es incierto y lo único que tenemos,
afirma, es el presente.
Pilar Garcia
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