Hace 46 años llegó a mi familia la primera de mis hijas María Alejandra que siempre fue inquieta alegre, buena compañera, buena esposa y buena Madre, ahora desde su cama escucha a sus hijos en su ir y venir aunque no puede comunicarse con ellos les expresa su amor, su alegría y su tristeza. Felicidades hija, Dios te bendiga |