¿Dónde están las raíces de nuestros Pensamientos?
¿Se anidan en nuestro Cerebro?

La Mente es la matriz de donde surgen los Pensamientos, pero no es el fruto de la actividad del Cerebro, sino que el Cerebro es el soporte físico a través del cual se puede manifestar la Mente (Pensamientos, Emociones y Sentimientos). Entonces,... ¿existe la Mente al margen de la existencia del Cerebro?... ¿cómo y dónde se crean los Pensamientos?
No solamente podemos hablar de la Mente localizada fuera del Cerebro, sino que la Conciencia del propio individuo va más allá de su Cerebro, como informa ampliamente el cardiólogo holandés Pim Van Lommel en su amplio y extraordinario libro "Conciencia más allá de la vida", en el que entre muchas otras cosas expresa que... cómo puede darse una consciencia –incluso más lúcida que la consciencia habitual- en una situación de total inactividad cerebral. Pero... centrémonos aquí en la Mente como Realidad que trasciende lo individual y de la que todos participamos alimentándola y, al mismo tiempo, nutriéndonos de ella.
En nuestro Planeta Tierra se ha ido creando una Consciencia Global, nutrida por cuantos seres venimos deambulando por ella a lo largo de su existencia, y que viene a configurar una especie de "Consciencia Colectiva", de la que en ocasiones hablamos cuando nos referimos a especies del reino animal, pero que engloba igualmente a los comportamientos humanos.
Todas las formas de vida que han venido desarrollándose en la Tierra han dado lugar a "patrones energéticos" en todos los planos que conocemos como expresiones de vida física, llamémosle cuerpos, así como también patrones psíquicos de comportamiento en cada uno de los diferentes modos de expresión de vida animada. Estos patrones podemos considerarlos agrupados en lo que hoy viene a llamarse "campos morfogenéticos" (campos genéticos de las formas -génesis de las formas-), donde el término "formas" incluye tanto a los modos o aspectos físicos como a los psíquicos, que van evolucionando cuando cada una de ellos va "cobrando vida" a través de los seres que pueden manifestarlos.
Así pues, las actitudes y modos de ser (físicos y psíquicos) que desarrollamos los seres humanos, va dando lugar a una especie de "despensa psíquica colectiva", dentro de los campos mórficos, que algunos vienen a llamar "Noosfera", a la cual van todos aquellos para desde Ella estar a disposición de quienes cultivan unas y otras actitudes, unos y otros pensamientos.

Todo cuanto se ha ido generando en la Atmósfera Colectica, como tal producto elaborado, su disponibilidad está en función del nivel de producción y del de uso. Las actitudes poco desarrolladas, estarán disponibles para pocos. Las muy elaboradas, podrán expresarlas muchos.
De esto anterior podemos comprender la importancia de no seguir alimentando negatividades de la Mente y sí el aplicarnos a sembrar actitudes positivas, si es que queremos que el torrente de Pensamientos que nutre a la Mente Humana Global cambie algún día su gran contenido de negatividades.
En otras palabras: Si queremos percibir una mentalidad global humana positiva, apliquémonos en su siembra, que es poquito lo existente, mucha el hambre de ella y excesivas las protestas de "cómo es la gente" y "cómo está el mundo". ¡Cosechamos lo sembrado!... y mucha siembra queda aún por desarrollar.

Esas actitudes y modos de ser no son, pues, "propiedad" de los individuos, sino del Ente colectivo que forman. Lo que vamos desarrollando en cada uno de nosotros es la capacidad para "canalizar" unos u otros modos y actitudes, según el hábito que a lo largo de nuestras sucesivas vidas vamos cultivando; cultivo desarrollado que irá atrayendo el matiz de lo que canalicemos.
Desde el momento en que, al nacer, iniciamos nuestro proceso "respiratorio" fuera ya del vientre materno, alcanzamos la posibilidad de incidir en la atmósfera psíquica colectiva planetaria. El aire que respiramos es el fluido a través del cual discurren las energías de desarrollo de las consciencias, siendo así como con nuestro modo de respirar iremos condicionando la manera de interaccionar en el contexto humano.
En esto anterior vemos la importancia de nuestros "estados internos", pues todo lo que emanamos hacia la atmósfera planetaria (mientras respiramos) va "impregnado" de tal condición interna, a través de la cual podemos aportar "evolución o degradación" en aquello que intervenimos desde los Pensamientos, Emociones y Sentimientos, infinitamente con más fuerza que desde nuestros meros actos físicos, pues estos pudieran estar desmembrados del sentimiento o actitud interna en la que nos encontramos mientras actuamos. Tal actitud interna es la que realmente "transmite", pues es lo que le da el "matiz energético" a lo que "sale" de nosotros.
Con nuestra respiración, los modos de ésta y la actitud en la que tendamos a estar, establecemos la relación con nuestro propio Cuerpo, la relación con las demás personas y la relación con las circunstancias familiares, laborales y sociales que van apareciendo en nuestra vida.

De la atmósfera psíquica terrestre iremos canalizando (tomando en uso) los valores psíquicos que caractericen a nuestra personalidad, a fin de irlos transformando en nuestro interior, tal como un árbol hace con los elementos de la tierra donde implanta sus raíces, y exhalando a la atmósfera el fruto de su metabolismo más interno.
En la Profundidad con la que respiremos por nuestras vías "nasales", así será la amplitud de intervención que posibilitemos a nuestra Conciencia. Y según el estado anímico interno en el que estemos en cada momento, así será el modo en el que iremos envolviendo a todo aquello que esté en nuestra Conciencia (lo que tengamos en la Mente).
"La 'ensalada' familiar - Polarizaciones personales"

No existe el individuo aislado capaz de valerse por sí mismo sin contar con lo que de posibilidades de ser hemos ido creando entre todos. Pero no solamente existe esa "dependencia", sino que también hay que considerar algo muy importante, y es que... nadie evoluciona si no "intercambia" de lo que podría ser expresado por él, con lo que es también propio de los modos de otros. ¿Qué quiere esto decir? Pues que...
... cuando nacemos a esta vida, inconscientemente nos sometemos a la realidad del Campo (área vivencial) donde ingresamos, y será gracias a constantes interacciones como se desarrollará nuestro cometido vital. Venimos con una inercia genética o "potencial personal" de intervención o expresión, y esa potencialidad nos permite atraer hacia nosotros y hacia nuestro entorno, la "ración energética" que nos corresponde como individuo, la cual va expresada en "quantos" de energía o "paquetes de cantidades concretas" de energía de valores específicos.
A partir del momento de la concepción de una persona, en el cual se inicia la gestación del cuerpo que "de nuevo" le caracterizará, irán ocurriendo una serie de "trasvases" (intercambios) de valores, desde las posibilidades de su integridad, hacia los demás miembros que constituirán su familia terrenal, y desde estos hacia él. Trasvases de energías o valores que discurrirán a través de los "canales" que generan las "relaciones emocionales" que a nivel del subconsciente van desarrollándose entre todos ellos.
De esta manera, cada individuo va adquiriendo la estructura de la personalidad que ha venido a desarrollar. Y es así como con cada nacimiento, los miembros de una unidad familiar (o unidad social) adquieren la posibilidad de notables modificaciones en la expresión de sus personalidades. Con el nuevo ingreso, el ente familiar adquiere la posibilidad de organizar de modo diferente sus valores, es decir, que los campos internos adquieren otras posibilidades de expresión, a raíz de las modificaciones que originan esos trasvases con el nuevo individuo. De este modo, el nuevo miembro "acaparará para sí" del campo global donde ingresa, las energías que le posibilitarán seguir en el cultivo de su personalidad o de la variante que venga a desarrollar.

A esto es lo que yo llamo la "ensalada familiar", de cuyo plato cada cual toma unos valores específicos, polarizándose en ellos, no dejando para nadie más si toma de forma radical o "prepotente" de una cualidad determinada, siendo así como cercano a un prepotente habrá un discapacitado de esa misma cualidad (entendimiento, optimismo, entusiasmo, responsabilidad, extroversión, fortaleza, dulzura,…). En la Historia humana tenemos claros ejemplos vinculados a individuos de grandes aportes en el campo de las Ciencias.