TODO ES LECCIÓN
La persona que realmente puede perturbar tu estado de paz, es aquella que te recuerda que no te encuentras verdaderamente en el estado de paz o iluminación que brota de la confianza. En ese momento, esta persona se convierte en tu mejor maestro, y es a ella a quien debieras dar las gracias, y a Dios, por haberla enviado a tu vida.
Cuando llegue el día en que puedas trascender la cólera, la rabia y la alteración que esa persona parece provocar, y decirle:
«Gracias por ser mi maestro», habrás reconocido a un compañero del alma.