Estos resultados están registrados en los expedientes médicos de la Clínica Sto. Domingo en Managua. Los pacientes logran reducir o descontinuar los medicamentos que anteriormente tomaban, y muchos de ellos son dados de alta totalmente recuperados. El Dr. Alfredo Ruíz, docente de la Universidad Politécnica de Nicaragua, realiza un seguimiento de 6 meses a pacientes consumidores de agua de mar, comprobando los avances.
Las autoridades de salud observan el fenómeno y van capacitando a médicos y enfermeras del sistema público de salud además de difundir los resultados de los ensayos clínicos efectuados en la Universidad de Antioquia (Colombia) y la casuística nacional e internacional.
Para ello las autoridades de ese país organizaron en conjunto con la Dirección de Atención Médica del Ministerio de Salud (Dr. Carlos Jarquín, Director) y con la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, sedes de Managua (Dr. Freddy Meynard, decano) y León ( Dr. Rodolfo Peña, decano), el segundo curso de terapia con agua de mar.
Con respecto a la contaminación marítima, los microorganismos patógenos de procedencia accidental terrestre se inactivan en el mar por diferentes mecanismos que versan en el libro del Dr. Ángel Gracia y del Dr. Héctor Bustos: “El poder curativo del agua de mar. Nutrición orgánica”. El examen microbiológico del agua realizado en el Ministerio de Salud ha reportado resultados satisfactorios.
Desde hace 5 años el Ministerio de Transporte y de la Alcaldía de Managua, trasladan mensualmente el agua de mar en camiones cisterna a la clínica Santo Domingo desde donde es distribuida gratuitamente a quien la solicita.
Los tratamientos han tenido efectos también económicos, por la rápida recuperación de la salud, por el menor consumo de medicamentos y por la pronta integración laboral de los enfermos. 500 ml de agua de mar consumidos durante el día, ya sea pura, diluida o mezclada con los alimentos, es la receta universal para todos los individuos, tanto para su curación como para la prevención, incluyendo desnutrición.
El agua de mar se utiliza también en pacientes con hipertensión arterial, cardiopatías, cirrosis hepática e insuficiencia renal, quienes tienen contraindicada la sal, pero en este caso el agua de mar, tiene el cloruro y el sodio disueltos y por tanto su acción es benéfica al ser diurética.
Nicaragua esta encarando la construcción de mareductos en regiones cercanas, y no tan cercanas al mar, para facilitar la ejecución de proyectos afines en las regiones costeras del planeta. Por ser un tema novedoso, y basado en el voluntariado, su expansión va poco a poco y los beneficiarios/as son las principales fuentes de diseminación de la práctica de consumo de agua de mar.
Nicaragua, tierra de lagos y volcanes, cuna de poetas y soñadores, es pionera en el desarrollo institucional de esta práctica curativa que lleva un siglo y medio de existencia, con el Dr Quinton, mèdico frànces, como precursor de esta medicina gratuita, negada por los laboratorios, que verían afectados sus suculentos negocios a nivel mundial.
Fuente: http://eladanbuenosayres.com.ar/?p=2248