LOS CINCO ESPEJOS DE LAS RELACIONES
LOS CINCO ESPEJOS DE LAS RELACIONES
La
Matriz Divina es un campo de energía que contiene todo lo que ocurre en
el mundo, en nuestro interior y en el exterior de nuestro cuerpo. Es un
puente entre nuestras creencias y la realidad que vivimos. De tal
manera que esta es un espejo de aquellas.
A través de
nuestras relaciones con los demás, nos presenta los más claros ejemplos
de lo que en realidad son esas creencias. Independientemente de lo que
nos enseñan nuestros espejos, es pasando tiempo con los demás que se
activan las emociones y los sentimientos apropiados, en el momento
preciso de nuestras vidas, para ayudarnos a sanar nuestras mayores penas
y nuestras heridas más profundas. Debido a que casi nunca nos quedamos
“estancados” en la alegría, las relaciones puramente agradables
generalmente no activan las lecciones más profundas de la vida.
Las relaciones
son nuestra oportunidad de vernos en todas las formas imaginables. Desde
las mayores traiciones a nuestra confianza, hasta los intentos más
desesperados de llenar nuestro vacío, todas las personas nos muestran
algo sobre nosotros mismos.
Si tenemos la
sabiduría de reconocer los mensajes que nos están siendo reflejados,
descubrimos las creencias que causan el sufrimiento en nuestras vidas.
¿Reconoces el mensaje que te estás enviando a ti mismos por medio de la
Matriz Divina?
La Matriz
Divina ofrece una superficie neutra que simplemente refleja lo que se
proyecta en ella. Vivir en un universo en donde lo que sentimos respecto
a nosotros se refleja en el mundo que nos rodea, se convierte en algo
importante a la hora de reconocer lo que nos están diciendo nuestras
relaciones.
Los
espejos de nuestras relaciones listados en el orden en que por lo
general los aprendemos. Usualmente, los espejos más obvios son los que
reconocemos primero, permitiendo que el poder de los más profundos y más
sutiles, emerja y se aclare.
EL PRIMER ESPEJO: REFLEJA EL MOMENTO
¿Sabes que
existe una relación entre lo que hacemos y lo que pasa en el mundo? Si
estás viendo tus creencias representadas a través de tus espejos,
entonces están ocurriendo ahora mismo. ¿Qué estás viviendo ahora? ¡No es
una casualidad, presta atención! Éste es el valor de nuestros espejos,
su inmediatez nos ayuda a comprender las conexiones reales y subyacentes
entre eventos en apariencia dispares.
Una vez que es
reconocido un patrón negativo puede ser sanado. Cualquier reflejo que
veamos nos brinda una oportunidad preciosa. Con mucha frecuencia
descubrimos que los patrones negativos reflejados en nuestras vidas
están enraizados en uno de los tres miedos universales: el miedo a la
separación y al abandono, el miedo a no tener autoestima, y el miedo a
entregarnos y confiar. (Exploremos cada uno de ellos en próximas
entradas)
Los animales
son grandes espejos para activar las emociones sutiles que llamamos
“problemáticas.” En la inocencia de ser lo que son, pueden encender
poderosas emociones de control y juicio respecto a la forma en que las
cosas deberían o no deberían ser. Los gatos son un ejemplo perfecto. Y,
por la misma razón, salvando las distancias, yo añado a los niños, como
pudimos comprobar en “Tu hijo, tu espejo”.
EL SEGUNDO ESPEJO: REFLEJA DE LO QUE JUZGAMOS EN EL MOMENTO
Algunas veces,
el reflejo del momento puede estar mostrándonos algo más sutil de lo que
estamos haciendo en nuestras vidas; a veces nos revela lo que juzgamos
en nuestras vidas. ¿Cuántas veces atraes a tu vida personas que hacen
ostensibles cualidades que te molestan soberanamente? A mí me costó años
verlo. No entendía que atrajera a personas poco comprometidas. ¿Por qué
la vida no me devolvía el mismo compromiso con el que yo me entregaba
en los diferentes proyectos? ¡Por fin lo comprendí! La falta de
compromiso de estos individuos activaban una carga emocional en mí
porque eso es precisamente lo que juzgaba constantemente.
El
reconocimiento del juicio reflejado en una relación es un descubrimiento
poderoso, que tiene repercusiones que tocan cada aspecto de la vida.
Agradece a las personas que te ayudan a tomar conciencia de esta
lección. Yo lo hago y vivo sin rencor.
EL TERCER ESPEJO: REFLEJOS DE LO QUE HEMOS PERDIDO, ENTREGADO O NOS HAN DADO
¿Alguna vez has
sentido un magnetismo inexplicable hacia otra persona o te acaban de
presentar a alguien y sientes que es como si le conocieras de toda la
vida? Seguramente sí. Pues que sepas que esa fuerza misteriosa hacia el
otro, ese fuego que te hace sentir tan vivo, ¡no es el otro, eres tú!
Cada vez que
confiamos lo suficiente como para amar o darle cariño a alguien y esa fe
es violada, perdemos un poco de nosotros en la experiencia. Nuestra
renuencia a exponernos de nuevo a dicha vulnerabilidad es nuestra
protección; es la manera en que sobrevivimos a nuestras heridas más
profundas y a las mayores traiciones.
La buena
noticia es que esas partes nuestras que parecen ausentes jamás se han
ido del todo, simplemente están escondidas y enmascaradas para
salvaguardarlas. ¡Recuerda que la base de tu verdadera naturaleza jamás
puede perderse! Reconocer la forma en que la enmascaramos es embarcarnos
en un camino veloz hacia la sanación.
Por cada parte
de nosotros que cedemos para llegar a ser lo que somos, queda una vacío
esperando ser llenado. Quizás te estés preguntando qué necesidad tenemos
nosotros de desprendernos de partes de nosotros mismos para después
pasarnos media vida buscándolas en otros. ¡Es una cuestión de
supervivencia emocional o física! (es posible que de niño descubrieras
que es más fácil permanecer en silencio que emitir una opinión bajo el
riesgo de ser ridiculizado o invalidado, ahí, por ejemplo, cediste una
parte de ti) El caso es que cuando nos encontramos con aquel que tiene
las mismas cosas que hemos entregado, nos sentimos bien a su lado, nos
hace sentir enteros de nuevo. Por eso nos sentimos poderosa e
irresistiblemente atraídos hacia él, hasta que recordamos que nos
sentimos tan atraídos por algo que todavía tenemos en nuestro interior…
solamente que está dormido. En la conciencia de que seguimos poseyendo
esas características y rasgos, podemos desenmascararlos y
reincorporarlos a nuestras vidas. Reconocer nuestros sentimientos hacia
los demás por lo que son, y no por lo que nuestro condicionamiento ha
hecho de ellos, es la clave del tercer espejo de las relaciones.
Cuando te
encuentres con alguien en tu vida que active un sentimiento de
familiaridad te invito a que te sumerjas en el momento. Algo raro y
precioso está ocurriendo en ambos: acabas de encontrar a alguien que
guarda las piezas que tú estás buscando: a menudo es una experiencia
mutua, ¡y la otra persona se siente atraída hacia ti por la misma razón!
Si procede, comienza una conversación, cualquier cosa para mantener el
contacto visual. Mientras hablas, hazte mentalmente esta sencilla
pregunta: ¿Qué veo en esta persona que he perdido en mí, que he
entregado o que me han quitado?
Esos breves
instantes son tu oportunidad de sentir la alegría y la euforia del
momento, pues encontramos la plenitud en nuestros seres cuando los demás
nos reflejan nuestra verdadera naturaleza. ¿No te parece bonito? A mí
me parece tremendamente bello, y humano… cuando tomas conciencia de
ello, claro, sino sentirte constantemente atraído por otras personas
puede traerte muchos quebraderos de cabeza; bueno, igual no.
EL CUARTO ESPEJO: REFLEJOS DE NUESTRA NOCHE OSCURA DEL ALMA
La Noche Oscura
del Alma es una época de tu vida en que atraes una situación
que representa lo que para ti son sus peores miedos.
Hay una
diferencia sutil pero significativa entre dejar nuestros empleos, amigos
y relaciones amorosas porque nos sentimos completos y quedarnos con
ellos por miedo ¡a que no haya nada mejor para nosotros!
¿Cuántas veces
te has aferrado a una relación en la que no te encontrabas bien hasta
esperar que llegase algo mejor? Este apego puede ser causado por nuestra
inconsciencia de lo que estamos haciendo, o porque tenemos miedo de
remover todo y enfrentar la incertidumbre de no saber qué sigue después.
Haz un ejercicio de honestidad y pregúntate ¿realmente estoy dónde y
con quién quiero estar o estoy, por dentro, pidiendo a gritos un cambio y
me siento frustrado porque no sé cómo compartir esta necesidad con las
personas cercanas a mi?
Un día,
seguramente cuando menos lo esperas, ¡zas!, ocurre. Aparentemente de la
nada, aparecen en tu vida todas esas cosas por las que esperabas y que
tango anhelabas. ¿No es genial? Se presentan las circunstancias
perfectas (otra persona, otro curro…) para dejar a tu pareja o tu
trabajo actual. Así que te lanzas de lleno hacia ellas como si no
existiera un mañana… precipitándote a un abismo que no te esperabas.
¡Así es la vida, amigo! Tomar decisiones desde el miedo tiene sus
consecuencias ¡Apechuga!
Y es que ante
tanta emoción no te estás dando cuenta de que esto no es más que un
señuelo para generar el cambio que necesitas. La vida te pone en bandeja
lo que tanto deseas para que no puedas resistirte, de lo contrario
jamás darías el salto. Nadie se levanta una mañana y dice “a ver… creo
que hoy voy a renunciar a esto que tengo seguro y entrar en mi noche
oscura del alma a enfrentarme con mis miedos” ¡Parece que no es así como
funcionamos!
Tú tranquilo,
que uno solamente puede ser atraído hacia esta dinámica cuando su
maestría de la vida envía la señal de que está listo. En realidad fuiste
tú quien te trajo hasta aquí, por lo que una vez que comprendas por qué
te duele tanto, la experiencia comienza a adquirir un significado
diferente. Es sólo cuando tenemos dichas experiencias sin comprender lo
que son o por qué las estamos viviendo, que podemos enfrascarnos en
años, o hasta en vidas, de un patrón que puede robarnos literalmente las
cosas que más amamos… incluyendo la vida misma.
EL QUINTO ESPEJO: REFLEJOS DE NUESTROS MAYORES ACTOS DE COMPASIÓN
Se trata de la
compasión hacia nosotros mismos, hacia lo que somos y en lo que nos
hemos convertido. ¿Cómo sería de distinta tu vida si permitieras que
todo lo que haces fuera perfecto tal como es, sin importar como resulten
las cosas? La excelencia consiste en hacer y crear todo al máximo de
tus capacidades, ¿puede haber algo más grandioso? No, a menos que lo
compares con algo distinto. La sanación más profunda de nuestras vidas
también se puede convertir en nuestro mayor acto de compasión. Es el
cariño que nos damos a nosotros mismos.
MÁS ALLÁ DE LOS ESPEJOS
Aunque
ciertamente hay otros espejos que nos muestran secretos todavía más
sutiles de nuestra verdadera naturaleza, los que acabo de describir aquí
son los cinco espejos que nos permiten la mayor sanación en las
relaciones de la vida. Cada espejo es un peldaño hacia un nivel mayor de
dominio personal. Una vez que los conoces, ya no puede “desconocerlos”.
Una vez que los ha visto recrearse en tu vida, no puedes “dejar de
verlos”. Sólo queda aprender la lección y seguir adelante ¿Vamos juntos?