Elemento Aire: vientos huracanados y fuertes tormentas. Nuestras ideas cambian de un momento para otro. Exceso de pensamientos y poca concreción porque no hay tierra firme.
Todo está en transformación dentro de nosotros: emociones desbordadas, pensamientos confusos, cuerpo físico agotado y el fuego del espíritu que pulsa por tomar protagonismos en el día a día, pero muchos no saben reconocerlo y colapsan en sus sistemas energéticos.
Estamos removiendo cimientos y estructuras arcaicas propias y de la humanidad para permitir que la verdadera esencia de nuestro espíritu emerja en nuestra realidad cotidiana. Luego de tantos miles de años dormidos dentro del ego humano y desconectado de la Fuente Universal, el fuego del espíritu se abre paso en la conciencia.
Este proceso llevará más tiempo aún, por esto nosotros somos los cimientos de la Nueva Tierra. Cada elección que hagamos es fundamental en la construcción del mundo que entregaremos a las próximas generaciones.
Somos las semillas que florecerán según nuestras visiones del mañana.
Comprende alma, esta es la tarea heroica de esta vida, ser el cambio, el pilar de la evolución de la raza humana.
La naturaleza se toma sus largos tiempos de evolución. Todos los seres en conciencia estamos sosteniendo con pensamientos y acciones claras las nuevas formas de vida que queremos tener. También es importante cuidar nuestra energía personal, nuestra estabilidad física. Los continuos cambios del campo electromagnético de la Tierra nos somete a grandes fluctuaciones energéticas de nuestro propio campo electromagnético. Esto se traduce en inestabilidades emocionales, depresiones o estados de ira sin motivo aparente.
Así como los volcanes entran en erupción y las inundaciones arrasan con nuestras posesiones, de la misma manera las corrientes del inconsciente con situaciones no resueltas emergen a la superficie para ser tenidas en cuenta.