Asegura que uno de los mayores problemas actuales reside en el desconocimiento de uno mismo. Afirma el doctor Alonso que, mediante una profunda reflexión, «nos podemos encontrar con aspectos que nos llevarían a sorprendernos, a ilusionarnos y, sobre todo, a querernos más». El dice y tiene mucha razón que:
Las personas cambiamos de verdad cuando nos damos cuenta de las consecuencias de no hacerlo».Para aumentar la creatividad, hay que afrontar la vida con otra perspectiva.
A veces llamamos a nuestras vidas «cómodas», pero que, si las analizamos en profundidad, «nos damos cuenta de que son vidas de pura resignación». « Si el ser humano sólo tuviera ese camino, pues es lo que hay, se acepta y se sigue; pero el ser humano tiene otras opciones, otras posibilidades».
El camino hacia esas otras posibilidades «es difícil», entre otras cosas porque a las personas «nos asusta enfrentarnos con otras realidades.
Ante el dolor inmediato, el ser humano intenta escapar como sea; el problema es que al no entrar en contacto con ese dolor, éste se extiende en el tiempo».
Su conclusión. es éste: «Pararse, atreverse e
Ilusionarse . El gran problema reside en que el ser humano no se conoce, en general, a sí mismo: «Las personas hemos hecho una serie de definiciones de nosotros mismos.
Hemos creado una serie de historias sobre cómo somos que no paramos de contárnoslas.
Nos hemos apegado tanto a esa representación que hemos hecho nosotros mismos que no se nos pasa por la cabeza que haya algo mucho más profundo, mucho más sabio y mucho más hermoso detrás»
«Cuando uno se apega a esa superficialidad, a lo que llama es a vivir de manera superficial; cuando uno, poco a poco, intenta transcender esa superficialidad, empieza a tocar facetas y aspectos de uno mismo que verdaderamente le llevan a sorprenderse,
ilusionarse y, sobre todo, a quererse más».
Las expectativas de vida también han cambiado mucho en los últimos años y, sin embargo, cada vez más se hablan de los problemas emocionales o sicológicos. se debe distinguir entre el bienestar subjetivo y la felicidad.
«El bienestar subjetivo es una sensación que se experimenta cuando se cubren los deseos y las expectativas de uno mismo -explica-. La felicidad es un concepto distinto, es vivir a la altura de las posibilidades de una persona».
Una persona feliz también experimenta momentos de tristeza, de desánimo, de desesperanza... «pero no vive en la desesperanza, ni en el desánimo, ni en la tristeza, porque es capaz de generar en su interior condiciones que son independientes de las circunstancias».
«La felicidad -matiza- surge de una forma en la que uno elige vivir».