Reflexión: Madurez
A fin de prefeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cristo,
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento de Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo......
(Efesios 4:12-15).
Por lo tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe de Dios (Hebreos 6:1)
¿Como saber si una persona es madura y ya un niño en Cristo? CRECER o MADURAR en CRISTO implica cada día parecernos más a Él, o hablar o pensar como Él lo haría. La persona madura ha desarrollado ciertas actitudes consigo misma y con su medio ambiente que le permiten elevarse sobre las "niñerias" de pensamientos y conducta. He aquí algunas características de la persona que ha alcanzado madurez cristiana:
1 Acepta las criticas con agradecimiento, pues sinceramente se alegra que le den esas oportunidades, de mejorse.
2 No se entrega a la autocompasión. Ha empezado a creer que las leyes de la compensación funcionan en todas las cosas de la vida.
3 Nunca esper ser tratado con especial consideración por otras personas.
4 Controla su mal genio y malas actitudes.
5 Se enfrenra a las emergencias con serenidad.
6 No se deja herir fácilmente en sus sentimintos.
7 Acepta la responsabilidad de sus propios actos sin intentar esconderse en escusas.
8 Ha dejado atrás la etapa de "todo o nada", reconoce que ninguna persona o situación es "ni completamente buena ni completamenta" mala.
9 No se impacienta con los atrasos razonables. Ha aprendido que no es el arbito del universo y que con frecuencia debe acomodarse a la convinencia de otras personas y sus particulares.
10 Es buen perdedor. Puede tolerar la derrota y la decepción sin quejas ni lloriqueos.
11 No se exagera por quellas cosas que no tienen remedio.
12 No se acostumbra a aparentar lo que no es, ni es jactancioso.
13 Se alegra sinceramente del éxito y de la buena fortuna de los demás. Ha superado la etapa de la envidia y los celos.
14 Tiene una actitud mental receptiva y amplia que le permite escuchar respeto e interes la opinión de otras personas. No manipula.
15 No está buscando continuamente defectos en los demás.