Obstáculos para el perdón
Medita en Mateo 18:21-35
El perdón puede definirse como dejar el resentimiento contra aalguien, y renunciar al drecho de desquitarse. Mientras que, la falta de perdón exsige que el culpable pague por el mal que ha hecho.
Según estas definiciones, el no perdonar parece ser lo justo, y perdonar injusto. Esta es la razón por la cual resulta tan difícil perdonar. El perdón está en contra de la conciencia de lo que es justo, que nos ha sido dada por Dios. Sin embargo, ¡Dios nos llama a perdonar a quienes no lo merecen!.
Para evitar ofrecer perdón, nos repetimos una y otra vez el daño sufrido, hasta que el deseo de venganza y el dolor que sentimos parecen totalmente justificados. Convencidos de nuestro derecho a estar enfadados, exigimos el pago, pensando que ¡que no dar a una persona el castigo que se merece, es injusto!.
El Padre celestial enfrentó el mismo dilema. Toda la humanidad había pecado y merecía la separación eterna de Él. Pero Dios no podía perdonar el pecado arbitrariamente, porque entonces dejaría de ser justo. Nuestro perdón es posible solo porque la justicia divina fue satisfecha por el pago que hizo el Hijo por nuestros pecados. Ahora dios es libre de perdonarnos legitimamente.
Cuando aceptamos el perdón del Señor, renunciamos a guardar resentimiento. Un corazón que no perdona es muy desdichado, porque está alejado de Dios, quien es la fuente de toda paz y felicidad.
¿El pensar en alguna persona, o verla, despierta en usted sentimientos de dureza? Aferrarse a un resentimiento le mantendra prisionero de la turbación emocional, pero renunciar al mismo le hará libre. Cristo ha dado del perdón. Tómela, abra la puerta del calabozo, y salga a la luz.
|