La Salvación
"Porque todo aquel que invocaré el nombre del Señor será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual
no han creído?¿Y cómo creerán de quien no han oído?
¿Y cómo oíran si haber quien les predique?¿Y cómo predicarán sino fueron enviados? Cómo está escrito:
¡Cuan hermosos son los pies de los que anuncian la paz
de los que anuncian buenas nuevas!".(Romanos10:13-15)
Dios puede salvar al pecador por el medio que a Él le plazca escoger. Pero la predicación en esta economía divina es el método por el cual la Palabra de Dios( la revelada en la Biblia o la que viene por revelación al Espíritu), al igual que la Palabra Viva (Jesucristo) se predica a los seres humanos.
Pablo introduce cuatro interrogantes a modo de ironía. La primera enseña que para invocar al Señor hay que creer en Él. La segunda señala que para creer en el Señor hay que oír de Él. La tercera anuncia que para oír del Señor alguien lo tiene que anunciar. La cuarta es explicita: sólo los que son enviados pueden predicar el evangelio.
En resumidas cuentas, el pasage enseña el lugar que tiene la predicación cómo medio de dar a conocer el evangelio, mediante la exposición de la Biblia. En la Biblia está el evangelio y el evangelio es Jesucristo.
Todos los creyentes hemos sido llamados a testificar de Jesucristo y a proclamar el reino de Dios aquí en la tierra. En los evangelios esto es conocido cómo la gran comisión (Mateo 28:16-20); Marcos 16:14-18; Lucas 24:36-49; Juan 20:19-23). Sin embargo Dios ha escogido de enmedio de la iglesia a un grupo de hombres y mujeres con la tarea específica de ser portavoces y anunciadores del evangelio.
"Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes mediante la locura de la predicación"(1Corin.1:21).
Para los griegos la predicación era una locura. La escuchaban con sospechas. Ellos no podían concebir en sus ideas a un Dios que pudiera experimentar emociones y que pudiera asumir forma humana. Así era el Dios que predicaban los cristianos en la persona de Jesucristo.
Pero a Dios le ha placido escoger la predicación para llevarle la gran noticia de que en Jesucristo hay salvación y esperanza, no sólo en esta vida sino en la de por venir. Por medio de la predicación Él ha extendido su brazo para salvar al ser humano de su miseria espiritual. "Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí" (Marcos 3:21).
Pa
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